Jeremías  29, 21-32

Así dice Yahvé de los ejércitos, Dios de Israel, a Acab, hijo de Qolayah, y a Sedecías, hijo de Masayah, que mentirosamente os profetizan en mi nombre: He aquí que yo les entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que los ajusticiará a vuestros ojos, y quedará de ellos, entre los cautivos de Judá que están en Babilonia, la maldición: “¡Haga contigo Yahvé como con Sedecías y Acab, a quienes asó al fuego el rey de Babilonia!” Por haber hecho iniquidades en Israel, haber adulterado con las mujeres de sus prójimos y haber hablado mentirosamente en mi nombre, sin que yo les mandara. Yo lo sé y lo atestiguo. Oráculo de Yahvé. Y a Semeyas el Nejlamita dile: Así dice Yahvé de los ejércitos, Dios de Israel: Por cuanto tú has mandado en tu nombre cartas a todo el pueblo de Jerusalén, y a Sofonías, hijo de Masayah, sacerdote, y a todos los sacerdotes, diciéndoles: Yahvé te ha hecho sacerdote en lugar del sacerdote Yoyadah, para que, como prefecto, vigiles en el templo de Yahvé a todo demente que quiera hacer el profeta y lo hagas encadenar y poner en el cepo. Ahora, pues, ¿por qué no has reprendido a Jeremías el de Anatot, que anda profetizando entre vosotros? Pues hasta nos ha enviado un mensaje a nosotros a Babilonia, diciendo: “Eso será largo. Construid casas y habitadlas, plantad huertos y comed sus frutos.” Y el sacerdote Sofonías leyó a Jeremías profeta esta carta, y Yahvé habló a Jeremías, dicién-dole: Manda a decir a todos los cautivos: Esto dice Yahvé sobre Semeyas el Nejlamita: Por haberos profetizado Semeyas sin que yo le haya enviado, y haberos hecho concebir falsas esperanzas, por eso dice Yahvé: He aquí que yo castigaré a Semeyas el Nejlamita y a su descendencia. No tendrá descendencia que habite en medio de este pueblo y vea el bien que yo haré a mi pueblo — oráculo de Yahvé — , por haber predicado la rebeldía contra Yahvé.
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