Josué 9, 15-27

Josué les otorgó la paz y concertó con ellos que les dejaría la vida, y también los príncipes de la asamblea les juraron. Tres días después de concertada la alianza supieron que eran vecinos suyos y que habitaban en medio de ellos. Los hijos de Israel partieron y llegaron a sus ciudades al tercer día. Eran sus ciudades Gabaón, Cafirá, Beriot y Quiriat-Jearim. No los destruyeron, por el juramento que los príncipes de la asamblea les habían hecho por el nombre de Yahvé, Dios de Israel; pero toda la asamblea murmuraba contra los príncipes." Los príncipes dijeron a la asamblea: “Nosotros les hemos jurado por Yahvé, Dios de Israel; no podemos, pues, tocarlos; pero he aquí cómo los trataremos: les dejaremos la vida, por no atraer sobre nosotros la cólera de Yahvé, por el juramento que les hemos hecho”;" -- y añadieron los príncipes: “Que vivan, pues, pero que sirvan de leñadores y aguadores para toda la congregación”; y se hizo como los príncipes dijeron." Josué hizo llamar a los gabaonitas, y les habló así: “¿Por qué nos habéis engañado, diciendo: Estamos muy alejados de vosotros, cuando habitáis en medio de nosotros? Ahora, pues, malditos sois, y no dejaréis de ser esclavos, para cortar la leña y sacar el agua para la casa de mi Dios.” Ellos respondieron a Josué, diciendo: “Es que supimos la orden que Yahvé, tu Dios, había dado a Moisés, su siervo, de que toda la tierra se os entregara y de que todos sus habitantes fueran exterminados delante de vosotros. Por eso tuvimos gran miedo por nuestras vidas, y por eso hemos hecho esto. Estamos en tus manos; trátanos como te parezca bueno y justo tratarnos.” Josué hizo de ellos lo que había dicho, y los libró de la mano de los hijos de Israel, para que no los matasen;" pero los destinó desde entonces a cortar la leña y a sacar el agua para la asamblea y para el altar de Yahvé, en el lugar que Yahvé eligiese, lo que hacen todavía hoy.
Ver contexto