Jueces 18, 11-28

Salieron, pues, de Sora y Estaol seiscientos hombres de las familias de Dan, armados en guerra, y subiendo, acamparon en Quiriat-Jearim, de Judá, por lo cual se llamó hasta hoy este lugar Majane Dan, al occidente de Quiriat-Jearim. Pasaron de allí a los montes de Efraím y llegaron hasta la casa de Mica. Los cinco hombres que habían ido a explorar la tierra de Lais dijeron a sus hermanos: “¿Sabéis que en esta casa hay un efod, y “terafim,” y una imagen tallada y chapeada? Ved vosotros lo que se ha de hacer.” Pasaron adelante; y entrando en la casa del joven levita, la casa de Mica, le preguntaron por su salud." Los seiscientos hombres de los hijos de Dan, armados en guerra, se quedaron a la entrada de la puerta. Subieron los cinco exploradores y entraron para apoderarse del efod, de los terafim,” y de la imagen chapeada, mientras estaba el sacerdote a la entrada de la puerta con los seiscientos hombres armados en guerra. Después que entraron en la casa de Mica, se apoderaron del efod, de los “terafim,” y de la imagen tallada y chapeada, les dijo el sacerdote: “¿Qué hacéis?” Ellos le dijeron: “Cállate; ponte la mano en la boca; vente con nosotros y serás nuestro padre y nuestro sacerdote. ¿Qué te es mejor, ser sacerdote de la casa de un solo hombre o serlo de una tribu y de una familia de Israel”?" Alégresele al sacerdote el corazón, y, tomando el efod, los “terafim,” y la imagen tallada, se fue con aquella gente. Pusiéronse en marcha de nuevo, llevando por delante a los niños, a los animales y las cosas de precio;" y estaban ya lejos de la casa de Mica, cuando éste y los hombres que habitaban las casas vecinas de la de Mica se reunieron para salir en persecución de los hijos de Dan. Gritaron a los hijos de Dan; y éstos, volviendo la cara, dijeron a Mica: “¿Qué te ocurre, para que nos vengas dando voces?” El contestó: “Mi dios, el que yo he hecho, me lo habéis quitado junto con el sacerdote, y os marcháis. ¿Qué me queda entonces? ¿Y todavía me preguntáis qué me ocurre?” Dijéronle los hijos de Dan: “No nos hagas oír más tu voz si no quieres que hombres irritados se arrojen sobre vosotros y pierdas tu vida y la de los de tu casa.” Prosiguieron los hijos de Dan su camino; y Mica, viendo que eran más fuertes que él, se volvió y tornó a su casa." Lleváronse, pues, lo que había hecho Mica y el sacerdote que tenía, y marcharon contra Lais, contra el pueblo tranquilo y confiado, y los pasaron a filo de espada y prendieron fuego a la ciudad. No hubo quien la librara, por lo lejos que estaba Sidón y por no tener relación con la Siria. Estaba en el valle que se extiende hacia Bet Rejobot. Los hijos de Dan reedificaron la ciudad y habitaron en ella,
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