Levítico 21, 6-8

Serán santos para su Dios y no profanarán su nombre, pues son ellos los que ofrecen las combustiones de Yahvé, pan de su Dios, y han de ser santos. No tomarán mujer prostituida o deshonrada, ni desposada, ni mujer repudiada por su marido, porque el sacerdote está consagrado a su Dios. Por santo le tendrás, pues él ofrece el pan de tu Dios, y será santo para ti, porque santo soy yo, Yahvé, que lo santifico.
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