Levítico 5, 15-16

“Si uno por ignorancia prevaricase, pecando contra las cosas santas que son de Yahvé, ofrecerá por el delito un carnero sin defecto, tomado del ganado, estimado en siclos, según el peso del siclo del santuario, y restituirá el daño causado, con el recargo de un quinto, entregándolo al sacerdote, quien hará por él la expiación del reato, y le será perdonado.
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