Lucas 6, 6-10

Otro sábado, entrando en la sinagoga, enseñaba; y había allí un hombre que tenía una mano seca." Le observaban los escribas y fariseos para ver si curaría en día de sábado, a fin de tener de qué acusarle. El, que conocía los pensamientos suyos, dijo al hombre de la mano seca: Levántate y ponte en medio. El, levantándose, se quedó en pie. Díjoles Jesús: Voy a haceros una pregunta: si es lícito hacer bien o mal en sábado, salvar un alma o perderla. Y dirigiendo su mirada a todos ellos, les dijo: Extiende tu mano. El lo hizo, y su mano quedó sana.
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