Marcos 7, 12-23

ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, anulando la palabra de Dios por vuestra tradición que se os ha transmitido, y hacéis otras muchas cosas por el estilo. Llamando de nuevo a la muchedumbre, les decía: Oídme todos y entended: Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda mancharle; lo que sale del hombre, eso es lo que mancha al hombre." El que tenga oídos para oír, que oiga, Cuando se hubo retirado de la muchedumbre y entrado en casa, le preguntaron los discípulos por la parábola. El les contestó: ¿Tan faltos estáis vosotros de sentido? ¿No comprendéis — añadió, declarando puros todos los alimentos — que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede mancharle, porque no entra en el corazón, sino en el vientre y va al seceso? Decía, pues: Lo que del hombre sale, eso es lo que mancha al hombre, porque de dentro, del corazón del hombre, proceden los pensamientos malos, las fornicaciones, los hurtos, los homicidios, los adulterios, las codicias, las maldades, el fraude, la impureza, la envidia, la blasfemia, la altivez, la insensatez. Todas estas maldades proceden del hombre y manchan al hombre.
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