Oseas  2, 1-23

(TEXTO OMITIDO) (4) Protestad de vuestra madre, porque ni ella es mi mujer ni yo soy su marido. Que deje de su rostro sus fornicaciones y de entre sus pechos sus prostituciones, (5) no sea que yo la despoje, y, desnuda, la ponga como el día en que nació, y la convierta en desierto, en tierra árida, y la haga morir de sed. (6) Y no tendré piedad de sus hijos, porque son hijos de prostitución. (7) Su madre se prostituyó; la que los concibió se deshonró y dijo: Me iré tras de mis amantes, que ellos me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. 6 (8) Por eso voy yo a cercar sus caminos con zarzas y a alzar un muro para que no pueda ya hallar sus sendas." (9) Irá en seguimiento de sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, mas no los hallará, y se dirá: Voy a volverme con mi primer marido, pues mejor me iba entonces que me va ahora." (10) No ha querido reconocer que era yo quien le daba el trigo, el mosto y el aceite, y la plata que yo pródigamente le di, igual que el oro, se lo consagró a Baal. (11) Por eso voy a recobrar mi trigo a su tiempo y mi mosto a su sazón, y me tomaré mi lana y mi lino, que habían de cubrir su desnudez, (12) y voy a descubrir sus vergüenzas a los ojos de sus amantes. Nadie la librará de mi mano. (13) Haré cesar todas sus alegrías, sus fiestas, sus novilunios, sus sábados y todas sus solemnidades. (l4) Talaré sus viñas y sus higuerales, de los que decía: Es el salario que mis amantes me dan. La reduciré a un matorral y la devorarán las bestias del campo. (15) La castigaré por los días en que incensaba a los baales y, adornándose con sus anillos y sus collares, se iba con sus amantes y me olvidaba a mí, dice Yahvé. (16) Así, la atraeré y le llevaré al desierto y le hablaré al corazón, (17) y fuera ya de allí, yo le daré sus viñas y el valle de Acor como puerta de esperanza, y allí cantará como cantaba los días de su juventud, como en los días en que subió de la tierra de Egipto” (18) Entonces, dice Yahvé, me llamará”!shí,” no me llamará “Baalí.” (19) Quitará de su boca los nombres de los baales, para que rio vuelva nunca a mencionarlos por su nombre. (20) En aquel día haré en favor de ellos concierto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra, y quebraré en la tierra arco, espada y guerra, y haré que reposen seguros. (21) Seré tu Esposo para siempre y te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordias y piedades, (22) y yo seré tu Esposo en fidelidad, y tú reconocerás a Yahvé. (23) En aquel día yo seré propicio, dice Yahvé, a los cielos, y los cielos serán propicios a la tierra, (24) la tierra, propicia al trigo, al mosto y al aceite, y éstos, propicios a Jezrael. (25) Yo sembraré en la tierra para mí, y me compadeceré de “Lo-Rujamá
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