Genesis 21, 2-22

y concibió Sara, y dio a Abraham un hijo en su ancianidad, al tiempo que le había dicho Dios. Dio Abraham el nombre de Isaac a su hijo, el que le nació de Sara. Circuncidó Abraham a Isaac, su hijo, a los ocho días, como se lo había mandado Dios. Era Abraham de cien años de edad cuando le nació Isaac, su hijo. Y dijo Sara: “Me ha hecho reír Dios, y cuantos lo sepan reirán conmigo.” Y añadió: “¿Quién había de decir a Abraham: Amamantará hijos Sara? Pues yo le he dado un hijo en su ancianidad.” Creció el niño, y le destetaron, y dio Abraham un gran banquete el día del destete de Isaac. Y vio Sara al hijo de Agar, la egipcia, el que había ella parido a Abraham, burlándose (de su hijo Isaac);" y dijo a Abraham: “Echa a esa esclava y a su hijo, pues el hijo de una esclava no ha de heredar con mi hijo, con Isaac.” Muy duro se le hacía esto a Abraham, por causa de su hijo;" pero le dijo Dios: “No te dé pena por el niño y la esclava; haz lo que te dice Sara, que es por Isaac por quien será llamada tu descendencia." También al hijo de la esclava le haré un pueblo, por ser descendencia tuya.” Se levantó, pues, Abraham de mañana y, cogiendo pan y un odre de agua, se lo dio a Agar, poniéndoselo a la espalda, y con ello al niño, y la despidió. Ella se fue y erraba por el desierto de Bersabé. Se acabó el agua del odre, y echó al niño bajo un arbusto, y fue a sentarse frente a él a la distancia de un tiro de arco, diciéndose: “No quiero ver morir al niño”; y se sentó enfrente del niño, que lloraba en voz alta." Oyó Dios al niño, y el ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos, diciendo: “¿Qué tienes, Agar? No temas, que ha escuchado Yahvé la voz del niño, que ahí está. Levántate, toma al niño y cógele de la mano, pues he de hacerle un gran pueblo.” Y abrió Dios los ojos de Agar, haciéndola ver un pozo, adonde fue y llenó el odre de agua, dando de beber al niño. Fue Dios con el niño, que creció y habitó en el desierto, y de mayor fue arquero. Habitó en el desierto de Farán, y su madre tomó para él mujer de la tierra de Egipto. Sucedió por entonces que Abimelec y Picol, jefe de su ejército, dijo a Abraham: “Dios está contigo en todo cuanto haces.
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