Genesis 3, 7-14

Abriéronse los ojos de ambos, y, viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores. Oyeron a Yahvé Elohim, que se paseaba por el jardín al fresco del día, y se escondieron de Yahvé Elohim, Adán y su mujer, en medio de la arboleda del jardín. Pero llamó Yahvé Elohim a Adán, diciendo: “Adán, ¿dónde estás?” Y éste contestó: “Te he oído en el jardín, y, temeroso, porque estaba desnudo, me escondí,” “¿Y quién, le dijo, te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol que te prohibí comer?” Y dijo Adán: “La mujer que me diste por compañera me dio de él y comí.” Dijo, pues, Yahvé Elohim a la mujer: “¿Por qué has hecho eso?” Y contestó la mujer: “La serpiente me engañó y comí.” Dijo luego Yahvé Elohim a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita serás entre todos los animales y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu pecho y comerás el polvo todo el tiempo de tu vida.
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