Romanos  9, 6-13

Y no es que la palabra de Dios haya quedado sin efecto; es que no todos los nacidos de Israel son Israel," ni todos los descendientes de Abraham son hijos de Abraham, sino que “por Isaac será tu descendencia,” Esto es, no los hijos de la carne son hijos de Dios, sino los hijos de la promesa son tenidos por descendencia. Los términos de la promesa son éstos: “Por este tiempo volveré y Sara tendrá un hijo.” Ni es sólo esto; también Rebeca concibió de un solo varón, nuestro padre Isaac. Pues bien," cuando aún no habían nacido ni habían hecho aún bien ni mal, para que el propósito de Dios, conforme a la elección, permaneciese no por las obras, sino por el que llama, le fue a ella dicho: “El mayor servirá al menor”;" según lo que está escrito: “Amé a Jacob más que a Esaú.”
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