Genesis 7, 2-13

Toma contigo siete parejas —macho y hembra— de cada animal que yo he aprobado para comer y para el sacrificio,* y toma una pareja de cada uno de los demás. Toma también siete parejas de cada especie de ave. Tiene que haber un macho y una hembra en cada pareja para asegurar que sobrevivan todas las especies en la tierra después del diluvio. Dentro de siete días, haré que descienda la lluvia sobre la tierra; y lloverá durante cuarenta días y cuarenta noches, hasta que yo haya borrado de la tierra a todos los seres vivos que he creado». Así que Noé hizo todo tal como el SEÑOR le había ordenado. Noé tenía seiscientos años cuando el diluvio cubrió la tierra. Subió a bordo de la barca para escapar del diluvio junto con su esposa, sus hijos y las esposas de ellos. Con ellos estaban todas las diferentes especies de animales —los aprobados para comer y para el sacrificio, y los no aprobados— junto con todas las aves y los animales pequeños que corren por el suelo. Entraron en la barca por parejas —macho y hembra— tal como Dios había ordenado a Noé. Después de siete días, las aguas del diluvio descendieron y cubrieron la tierra. Cuando Noé tenía seiscientos años, el día diecisiete del mes segundo, todas las aguas subterráneas entraron en erupción, y la lluvia cayó en grandes torrentes desde el cielo. La lluvia continuó cayendo durante cuarenta días y cuarenta noches. Ese mismo día Noé había entrado en la barca con su esposa y sus hijos —Sem, Cam y Jafet— y las esposas de ellos.
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