Genesis 25, 23-34

Y Yahweh le respondió:br/Dos pueblos hay en tus entrañas; dos naciones se dividirán desde tus entrañas. Una nación será más fuerte que la otra, y el mayor servirá al menor. Y habiéndose cumplido el tiempo de su alumbramiento, he aquí que había mellizos en su vientre. Salió el primero, y era rojizo y lleno de cabello rizado, y le pusieron por nombre Esaú. Después de él salió su hermano, con su mano aferrada al talón de Esaú, y le pusieron por nombre Jacob. Isaac tenía sesenta años de edad cuando ella los dio a luz. Y habiendo crecido los niños, Esaú llegó a ser un hombre diestro en la cacería, hombre de campo; y Jacob era un hombre íntegro y habitaba en una tienda. Mientras Isaac amaba a Esaú porque le gustaba comer lo que él cazaba, Rebeca amaba a Jacob. Aconteció que habiendo preparado Jacob un guisado, he aquí, su hermano Esaú vino del campo, exhausto. Entonces Esaú dijo a Jacob: Permíteme probar ese guisado rojo, porque estoy exhausto. Por eso fue llamado Edom. Pero Jacob le respondió: Véndeme hoy tu primogenitura. Entonces Esaú dijo desde su corazón: He aquí, voy a morir; ¿para qué me aprovecha la primogenitura? Luego Jacob le dijo: Júramelo hoy; y él se lo juró, y vendió su primogenitura a Jacob. Entonces Jacob le permitió comer a Esaú pan y guisado de lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se marchó. Así menospreció Esaú la primogenitura.
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