Efesios  5, 22-24

Las casadas estén sometidas a sus maridos como a nuestro Señor, porque el marido es cabeza de la esposa, tal como el Cristo es cabeza de la Iglesia, y Él es el Salvador del cuerpo. Así que, tal como la Iglesia está sometida al Cristo, del mismo modo también las mujeres casadas lo estén a sus maridos en todo.
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