Esdras  6, 1-15

Entonces el rey Darío ordenó que investigaran en los registros que había en la tesorería allí en Babilonia, y se encontró un rollo en la provincia de Acmetán, la cual está en Media; y así estaba escrito en el rollo: “En el primer año del rey Ciro, el rey Ciro expidió un decreto, y ordenó que el templo de Dios que está en Jerusalén fuera reconstruido como un lugar donde se ofrecieran sacrificios, con sus cimientos de sesenta codos de alto por veinte codos de ancho, con tres hileras de piedras y la puerta de madera nueva; además, que el gasto sea pagado por la casa del rey; y también los utensilios de oro y de plata del templo de Dios, los cuales el rey Nabucodonosor había sacado y traído a Babilonia, que sean entregados y llevados a su lugar, al templo que está en Jerusalén, a su tierra, y sean depositados en el templo de Dios”. Por tanto, Tatnai, el gobernador del otro lado del río, y Estanabozán y sus compañeros los oficiales del otro lado del río, aléjense de allí; dejen que los judíos lleven a cabo la obra del templo de Dios, y que los judíos del cautiverio reconstruyan el templo de Dios en su lugar. De parte mía se expide este decreto. ¿Por qué entonces tendrán conflicto con los judíos del cautiverio a causa de la reconstrucción del templo de Dios? Que los gastos sean pagados de los bienes del rey, de los tributos del otro lado del río, y que sean entregados a estos hombres para que no suspendan la obra. Entréguenles lo que ellos quieran; que nada les falte: novillos, carneros y ovejas para el holocausto al Dios del Cielo, y trigo, sal, vino y aceite conforme a lo que soliciten los sacerdotes que están en Jerusalén; que se les suministre diariamente, sin falta, a fin de que ellos presenten ofrendas al Dios del Cielo, y oren por el rey y sus hijos. Además, de parte mía se expide un decreto: Cualquiera que altere este decreto, que se desmonte una viga de su casa, se haga con ella una horca, y sea colgado de ella, y que su casa sea entregada para muladar por causa de esto. Y que el Dios cuyo Nombre hemos hallado allí, habite allí; en cuanto a cualquier rey o pueblo que extienda su mano para alterar o destruir este templo de Dios que está en Jerusalén, yo, Darío, he expedido este decreto: Que sea ejecutado de inmediato. Entonces Tatnai, el gobernador del otro lado del río, y Estanabozán y sus compañeros, pusieron de inmediato por obra lo que había sido enviado como decreto. Entonces los judíos del cautiverio actuaron y prosperaron conforme a la profecía del profeta Hageo y de Zacarías, descendiente de Ido; así reconstruyeron y terminaron conforme al estatuto del Dios de Israel, y según el decreto de Ciro y de Darío, y del decreto de Artajerjes, rey de Persia. Y este templo fue terminado en el tercer día del mes de Adar, del sexto año del reinado del rey Darío.
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