Se le dieron tres mil hombres a Simón para la campaña de Galilea y ocho mil a Judas para la de Galaad.
(I Macabeos 5, 20) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)
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Golpe de mano contra Idumea (5:1-3).
1 Cuando las naciones de alrededor oyeron que el altar había sido reedificado y restaurado como antes el santuario, se enfurecieron sobremanera, 2 y decidieron destruir a los de la raza de Jacob que vivían en medio de ellos, comenzando a ejecutar matanzas y destrucciones en el pueblo. 3 Comenzó Judas por hacer la guerra a los hijos de Esaú, y se apoderó de Acrabatana, en Idumea, desde donde hostigaban constantemente a Israel. Les infligió una gran derrota, humillándolos y llevándose sus despojos.
Los idumeos fueron aliados del imperio seléucida. Establecidos al sur de Palestina, trataron siempre de ensanchar sus fronteras hacia el norte y por la parte de la costa del Mediterráneo. La recuperación religiosa y militar de Israel amenazaba constantemente sus ambiciones territoriales, por lo cual se aliaron con los sirios y otros enemigos de los judíos con el fin de permanecer en el territorio. Enterados ahora de la derrota de Lisias y de la restauración del templo y de Jerusalén, temieron por su porvenir, descargando sus iras contra los indefensos judíos que habitaban en medio de ellos. Judas corrió en ayuda de sus connacionales y se apoderó de Acrabatana, al sudeste del mar Muerto. En la Vulgata este territorio es llamado ascensus scorpionis, o de Acrabim (Num_34:4; Jos_15:3).
Acción contra Bayán (Jos_5:4-5).
4 Se acordó de la maldad de los hijos de Bayán, que tendían lazos y emboscadas en los caminos. 5 Les obligó a encerrarse en sus torres, los cercó y, dándolos al anatema, puso fuego a las torres, que ardieron con todos los que en ellas había.
No existen datos suficientes para identificar el emplazamiento de Bayán. En Num_32:3, los LXX traducen Beón por Bayán, ciudad que corresponde al actual Jirbet es Sar, cabe al camino de Ammán a Araq el Emir, en TransJordania. Parece que se trata de un clan ru-benita que habitaba al sur de Jericó (Abel) o en el valle del Jordán (Bévenot). Judas los aniquiló aplicándoles la ley del herem (Deu_7:28; Deu_20:14; 1Sa_15:3). Según 2Ma_10:155, murieron quemados en sus torres.
Encuentros con Aman (2Ma_5:6-8).
6 Pasó a los hijos de Arnón, y se encontró con un ejército fuerte y un pueblo numeroso, y a Timoteo por jefe. 7 Tuvo con ellos muchos encuentros, hasta que los derrotó y deshizo totalmente. 8 Se apoderó de Jazer y sus aldeas y se volvió luego a Judea.
Atravesó Judas el río Jordán (diepérasen) para ir al encuentro de los amonitas, que tenían por capital a Rabbath-Amón, la actual Ammán. En este territorio se refugiaron judíos apóstatas (2Ma_4:26), pero habitaban también allí otros que seguían fieles a la Ley. El jefe del territorio se llamaba Timoteo, príncipe indígena con nombre griego. Tomó Judas la ciudad de Jazer, con sus hijas, es decir, sus dependencias (Num_21:25; Jos_15:45) 2.
Noticias alarmantes llegan de Galaad (Jos_5:9-13).
9 Los gentiles de Galaad se conjuraron contra los israelitas que moraban en su territorio, con el propósito de aniquilarlos, pero ellos huyeron a la fortaleza de Diatema. 10 Escribieron a Judas y a sus hermanos, diciéndoles: Se han juntado contra nosotros las naciones de nuestro contorno, que se proponen destruirnos; 11 están dispuestas a venir y apoderarse de la fortaleza en que nos hemos refugiado; tienen a Timoteo por jefe de su ejército. 12 Ven, pues, y líbranos de sus manos, porque muchos de los nuestros han caído ya, 13 y todos nuestros hermanos de la región de Tobi han sido muertos, y robadas sus mujeres, sus hijos y sus bienes, pereciendo allí unos seis mil hombres.
También los judíos de Galaad sufrieron represalias por parte de los habitantes del país, viéndose obligados a concentrarse en Diatema, localidad que no aparece en otros textos bíblicos ni profanos. Algunos (Vagcari, Bévenot) se inclinan por identificarla con Jaraca (2Ma_12:17); otros, con el Hosn 3 u otra localidad de Basan. Por Galaad debe entenderse propiamente el territorio de Transjordania, al norte del Yarmuc. Timoteo parece ser el jefe de los amonitas (2Ma_12:2). Aunque vejados por los habitantes del país, pudieron los judíos comunicarse con el exterior y escribir a Judas Ma-cabeo exponiendo la situación apurada en que se hallaban. En peores condiciones vivían, al parecer, los judíos de Tobi. Se excluye que esta región deba identificarse con la de los Tobiadas en el Araq el Emir 4. Algunos creen que es la región contigua al lago de Ge-nesaret. Según Abel5, esta región se hallaba en Tob (Jue_11:3-5; 2Ma_10:6-8), entre Bosra y Dera.
Noticias poco halagüeñas de Galilea (2Ma_5:14-16).
14 Estaban leyendo estas cartas, cuando llegaron, rasgadas las vestiduras, otros mensajeros de Galilea, 15los cuales comunicaron que se habían juntado contra ellos gentes de Tolemaida, y de Tiro y de Sidón, y toda la Galilea de los gentiles, para aniquilarlos. 16Cuando Judas y el pueblo oyeron semejantes noticias, se reunió una gran asamblea, y deliberaron sobre lo que habían de hacer por sus hermanos, que se hallaban en grave aprieto, combatidos por los gentiles.
Las tres ciudades marítimas, Tolemaida, nombre que recibió Acco en el año 261 por Tolomeo II; Tiro y Sidón, hicieron causa común con los de Galilea para perder a los judíos. Tolemaida adquirió gran importancia después de la destrucción de Tiro. En 219 pasó bajo el poder de los seléucidas, acuñando moneda propia en tiempo de Antíoco Epifanes. Tiro perdió su independencia en tiempos de Alejandro Magno (332 a.C.), pasando a depender de los seléucidas y consiguiendo más tarde (año n1) la independencia (2Ma_11:59; 2Ma_4:18-20), que confirmaron los romanos6. La expresión Galilea de los gentiles es ya conocida por otros textos viejotestamentarios (Isa_8:23) y del Nuevo (Mat_4:15). Por ser un territorio fronterizo con naciones paganas, muchos gentiles fijaron allí su residencia.
División de fuerzas (Mat_5:17-20).
17 Dijo Judas a Simón, su hermano: Toma gente contigo y ve a librar a nuestros hermanos de Galilea; yo y mi hermano Jonatán iremos a Galaad. 18 A José, el de Zacarías, y a Azarías les dejó por jefes del pueblo con el resto del ejército para la defensa de Judea, 19 dándoles esta orden: Quedaos al frente del pueblo, pero no trabéis lucha con los gentiles hasta nuestra vuelta. 20 Tomó Simón tres mil hombres para ir a Galilea, y Judas ocho mil para ir a Galaad.
Los Macabeos tienen que multiplicarse para acudir a las demandas de auxilio. Como representantes suyos en Jerusalén dejan a José, hijo de Zacarías, y a Azarías, con la prohibición de entablar combate con los gentiles hasta su regreso, lo que no cumplieron (v.55-64). Parece que Azarías ejercía la suprema autoridad civil, mientras que en el terreno militar compartía el mando con José.
Simón en Galilea (Mat_5:21-23).
21 Partió Simón para Galilea, y después de muchos encuentros con los gentiles, los derrotó y persiguió hasta las puertas de Tolemaida, 22 quedando en el campo unos tres mil de los gentiles y apoderándose Simón de sus despojos. 23 Tomó luego a los que moraban en Galilea y en Arbata, con sus mujeres, hijos y cuanto tenían, y los trajo con júbilo a Judea.
No conocemos el lugar donde se desarrollaron los combates, en terreno montañoso o en las llanuras de Esdrelón y de el-Battof. En la lucha cayeron tres mil gentiles, huyendo los restantes a Tolemaida, perseguidos de cerca por Simón. Es curioso observar que el número de caídos corresponde al contingente de tropas mandadas por Simón. Siendo muy numeroso el número de los gentiles con relación a los yahvistas fieles a sus leyes, Simón tomó la decisión de llevarse consigo a los judíos de Galilea y de Arbata, y los trajo con gran júbilo a Judea. Durante la guerra judía en el año 70, Arbata servía de refugio a los judíos que eran molestados en Cesárea.
Judas se entrevista con los nabateos (Mat_5:24-37).
24 Judas el Macabeo y Jonatán, su hermano, atravesaron el Jordán y caminaron durante tres días por el desierto, 25 encontrándose con los nabateos, que los recibieron amigablemente y les contaron cuanto a sus hermanos había sucedido en la región de Galaad, 26 y cómo muchos de ellos se hallaban prisioneros en Bosora, en Bosor, en Alema, en Casfor, en Maqued y en Carnaím, ciudades todas fuertes y grandes; 27 que también en las demás ciudades de Galaad había prisioneros, y habían ordenado los enemigos para el día siguiente atacar las plazas fuertes, tomarlas y acabar con todos los judíos en un solo día.
Salió Judas al frente de sus tropas camino de Galaad. Al cabo de tres días de camino encontró a unos comerciantes nabateos procedentes de Siria y en viaje de regreso hacia su capital, Petra. El encuentro, según 2Ma_12:10-12, caso de que se aluda al mismo hecho, no fue nada amistoso. Hechas las paces, Judas informóse de los lugares que habían recorrido. Cuentan que en las poblaciones de Bosora, Bosor, Alema, Casfor, Maqued y Carnaím había muchos prisioneros judíos, a los que tenían decidido matar en un mismo día. Todas estas ciudades fuertes y grandes se encuentran al pie y en las proximidades del macizo volcánico Gebel-ed-Druz. Nada le dicen acerca de la situación de los judíos en Diatema, que fueron los primeros y únicos en dar la voz de alarma. Es posible que los judíos huyeran de Galaad, atrincherándose en Diatema. Terminada la entrevista, Judas y los suyos se dirigieron a Bosora (actual Busra, a é ßï kilómetros al sur de Damasco y a 40 al este de Dera).
Llegar y vencer (2Ma_5:28-36).
28 Judas, con su ejército, atravesando el desierto, se encaminó a Bosora. Se apoderó de la ciudad, pasó a filo de espada a todos los varones, se adueñó de todos sus despojos y la puso fuego. 29 Levantando el campo por la noche, marchó hacia la fortaleza de Diatema. 30Al amanecer alzó los ojos y vio una muchedumbre innumerable con escalas y máquinas de guerra, dispuesta a atacar y tomar la fortaleza. Entendió Judas que el ataque comenzaba, y oyó que de la ciudad subía al cielo un gran griterío y sonido de trompetas. 32 Dijo entonces a los de su ejército: Luchad hoy por vuestros hermanos. 33 Y en tres secciones se dirigieron por la espalda, tocando las trompetas y clamando al cielo en oración. 34 Cuando el ejército de Timoteo se dio cuenta de que era el Macabeo, emprendieron la fuga. Les infligió una gran derrota, quedando aquel día en el campo hasta ocho mil hombres. 35 Luego se volvió Judas contra Mas-fa, la atacó, adueñándose de ella, matando a todos sus hombres, tomando sus despojos y entregando la ciudad a las llamas. 36 Partiendo de allí, tomó a Casfor, Maqued, Bosor, con las demás ciudades de Galaad.
Llegó Judas de improviso a Bosora, que, conforme a las leyes del herem (Num_31:7-12), destruyó totalmente. De noche marchó a la fortaleza de Diatema, al noroeste de Bosora, donde los judíos de la región se habían refugiado. La cuestión del emplazamiento de Bosora y Diatema es importante para poder conocer la distancia existente entre ambas localidades, que los soldados de Judas salvaron en una noche. Si Bosora estaba emplazada en el lugar conocido hoy por Bosra eski-Scham y Diatema en la localidad de Jaraca, existía entre las dos ciudades la distancia de unos veinte kilómetros, que Judas y su ejército pudieron salvar en una noche. Llegó Tudas a Diatema en un momento decisivo. Mientras los gentiles se preparaban para el asalto, del interior de la fortaleza subía al cielo un gran griterío de los judíos, que oraban en voz alta, y sonido de trompetas (Jer_4:5; Jer_6:1). De los asaltantes cayeron ocho mil, tantos como el número de soldados de Judas.
Nueva victoria sobre Timoteo (Jer_5:37-44).
37 Después de esto juntó Timoteo otro ejército y vino a acampar enfrente de Rafón, del otro lado del torrente. 38 Envió Judas a explorar el campo, y le trajeron estas noticias: Se han juntado con Timoteo todos los gentiles de alrededor, y forman un ejército muy grande. 39 Además, han tomado a sueldo a los árabes como auxiliares, y están acampados del otro lado del torrente, prontos a venir contra ti. Salió Judas al encuentro de ellos. 40 Timoteo había dado estas instrucciones a sus capitanes: Si al llegar Judas al torrente le permitiéramos pasar hasta nosotros, no podríamos resistirle, porque tiene una fuerza incontrastable; 41 mas, si por temor acampara al otro lado del torrente, iremos contra él y le venceremos. 42 Cuando Judas se acercó al torrente, colocó a los escribas del pueblo a lo largo del mismo y les dio esta orden: No permitáis que se quede nadie en el campo; que vayan todos a luchar. 43 Y atravesó el primero contra los enemigos, y todo el pueblo en pos de él. Fueron deshechos los gentiles, que tiraron las armas y huyeron al santuario de Carnaím. 44 Pero los de Judas se apoderaron de la ciudad y pusieron fuego al santuario, que ardió con todos los que en él había. Así fue abatida Carnaím, sin que los enemigos pudieran hacer frente a Judas.
Después de los combates mencionados, concedió Judas un relativo descanso a sus soldados, que se dedicaron a vivaquear por la región, ayudando quizá a los judíos de allí a reunirse en un lugar céntrico para emigrar a Jerusalén. Timoteo, entre tanto, aprovechó aquel descanso para reforzar su ejército con nuevos elementos. Acampó frente a Rafón, junto a Nahr el-Ehreir, afluente septentrional del Yarmuc. No pensaba Timoteo que los judíos se atrevieran a vadear el profundo lecho del torrente, calculando que aquel obstáculo natural frenaría el ímpetu que solía poner Judas en sus ataques bélicos. Quizá tuvo éste noticia de la concepción estratégica de su adversario, por lo que dio órdenes severas a los escribas (grammateis) de que nadie quedara en el campo. Entre los oficiales del ejército había escribas encargados de pasar revista a las tropas, cuidar de los registros, transmitir órdenes y amonestar a los soldados, a la manera de los capellanes militares de hoy día. Así lo ordenaban antiguas leyes (Deu_20:5-8; Jos_1:10; Jos_3:2).
El ejército de Timoteo huyó a la desbandada, buscando asilo en el santuario de Garnaím, a unos quince kilómetros al sudeste de er-Rafeh. El santuario recibía este nombre del culto que se tributaba allí a la diosa Atergates, Astarté, que se representaba con cuernos (qarnaim) de vaca. Ningún respeto sentían los judíos por este lugar idolátrico, por lo cual lo condenaron a sufrir la suerte del herem. Sobre este episodio habla largamente el autor de 2Ma_12:20-26.
De Galaad a Jerusalén (2Ma_5:45-54).
45 Juntó Judas a todos los israelitas que moraban en Galaad, desde el pequeño hasta el grande, a sus mujeres e hijos y su hacienda, una muchedumbre muy grande, para traerlos a la tierra de Judá. 4Ó Al llegar a Efrón, ciudad grande y muy fuerte en la entrada de un desfiladero, no podían desviarse ni a la derecha ni a la izquierda, sino que habían de pasar por en medio de ella. 47 Los de la ciudad se encerraron, y muraron a cal y canto las puertas. Les envió Judas un mensaje de paz, 48 diciéndoles: Permitidnos atravesar por vuestra tierra camino de la nuestra; nadie os molestará; sencillamente pasaremos a pie. Pero no quisieron abrirle. 49 Ordenó Judas entonces pregonar en todo el campo que hiciesen todos alto en el sitio en que estaban. 50 Los hombres de guerra tomaron posiciones y atacaron a la ciudad todo aquel día y la noche siguiente, hasta que se rindió. 51 Pasó al filo de la espada a todos los varones, arrasó la ciudad y se apoderó de sus despojos, atravesándola luego por encima de los cadáveres. 52 Pasado el Jordán, llegaron a la gran llanura de Betsán. 53 Judas, que mandaba la retaguardia, iba exhortando al pueblo todo el camino, hasta llegar a la tierra de Judá. 54 Con gran gozo y alegría subieron al monte de Sión y ofrecieron holocaustos por no haber caído ninguno de ellos y haber vuelto todos en paz.
Desde Galaad, la caravana de judíos se dirigió hacia el Jordán, con el intento de cruzarlo a las alturas de Betsán. Pero antes de vadear el río toparon con la resistencia de Efrón (et-Taibe), que se negó a autorizarles el paso. No pudiendo vencer por las buenas la resistencia de los efronitas, Judas recurrió a las armas. Según 2Ma_12:28, en la lucha murieron veinticinco mil de los que estaban dentro.
Atravesado el Jordán, llegaron a la ciudad de Betsán. Las sospechas que podía abrigar Judas sobre el comportamiento de los escitopolitanos para con los judíos fueron neutralizadas por la intervención de los judíos del país (2Ma_12:30). De esta famosa ciudad hasta llegar a Jerusalén debían recorrer todavía unos cien kilómetros. No se dice que los galileos hostigaran a la numerosa caravana de repatriados, ni tenemos noticia de ningún incidente ocurrido a su paso a través de la Samaría. Judas protegía la retaguardia, mujeres, niños y ancianos, contra los posibles ataques de las tribus y clanes hostiles que bordeaban el camino. La llegada a Jerusalén, que coincidió con la fiesta de Pentecostés (2 Mac 12:31), fue apoteósica y emocionante.
Revés de José y de Azarías (5:55-64).
55 En los días en que Judas y Jonatán estaban en Galaad y Simón en Galilea, frente a Tolemaida, 56 llegaron a oídos de José, el de Zacarías, y Azarías, jefes del ejército, las hazañas y las batallas que llevaban a cabo, 57 y se dijeron: Hagamos también nosotros célebre nuestro nombre peleando contra las naciones de alrededor. 58 Y dieron orden al ejército que con ellos tenían de emprender la marcha hacia Jamnia. 59 Pero les salió al paso Gorgias con su gente, 60 que derrotaron a José y Azarías, persiguiéndolos hasta los confines de Judea. Dos mil hombres cayeron aquel día del pueblo de Israel. Acaeció este gran descalabro 61 por no haber obedecido a Judas y a sus hermanos, creyéndose capaces de grandes hazañas. 62 Pero no eran ellos de la raza a que fue dado salvar a Israel. 63 Por el contrario, el heroico Judas y sus hermanos alcanzaron gran gloria ante Israel y ante todos los pueblos a cuyos oídos llegó su fama, 64 y en medio de aclamaciones todos los rodeaban.
Día tras día llegaban noticias a Jerusalén de las resonantes victorias de los tres hermanos en Galilea y Galaad. José y Azarías querían también hacerse célebres, y para ello decidieron mandar su tropa contra el general Gorgias, creyendo que les sería fácil vencerlo después del castigo que le infligió Judas (4:1). Pero era Gorgias un general muy experto en el arte de guerrear (2Ma_8:9). Salió al encuentro de los soldados de José y de Azarías y los derroto con facilidad. Este revés aconteció no tanto por la calidad y número de los combatientes como por haberse arrogado ellos un privilegio que solamente estaba reservado a la familia de los Macabeos.
Razzias contra I d ume a y la Filistea (2Ma_5:65-68).
65 Partieron luego Judas y sus hermanos en campaña contra los hijos de Esaú hacia el mediodía y se apoderaron de Hebrón y de sus aldeas, destruyeron su fortaleza y quemaron las torres de su recinto. 66 En seguida se dirigió contra la tierra de los filisteos, atravesando por Maresa. 67 Cayeron aquel día en la batalla algunos sacerdotes, que inconsideradamente salieron a luchar, queriendo dar pruebas de su valentía. 68 Se dirigió luego a Azoto, en tierra de filisteos, y destruyó sus altares, quemó las estatuas de sus dioses y se volvió a la tierra de Judá.
Los idumeos dominaban en Hebrón, desde donde hostigaban a la guarnición que Judas había establecido en Betsur con el fin de proteger la ciudad de Jerusalén. Ante las repetidas incursiones, marchó Judas contra Hebrón, que tomó, destruyendo sus fortificaciones.
De Hebrón marchó a Maresa (Jos_15:44); 1a ciudad pertenecía al territorio de los idumeos (2Ma_12:32-36). Para Judas era Maresa lugar de paso para atacar a los filisteos de Azoto. Unos sacerdotes, imitando el ejemplo de José y Azarías, quisieron dar pruebas de su valentía, atacando a los habitantes del lugar, que repelieron la agresión, dejando en el campo de batalla el cadáver de algunos de ellos. Este hecho prueba una vez más que cualquiera que se arrogara el privilegio de salvar a Israel por medio de las armas, no perteneciendo a la familia de los Macabeos, sería vencido fatalmente.
1 Ant. lud. 12:5-5-
2 Ant. lud, 12:7.1,
3 Hist, 5:8,
4 Véase Bíckermann, Instituthns des Sdéucidcs 40-42; G, Corradi, Studi hellenistici (Turín 1929) 318-343.
5 Confess. 8:29.
6 Flavio Josefo, Ant. /ud. 12:7:4.
1 Cf. Bévenot, 30-31.
2 Prevalece la opinión de emplazar dicha ciudad en el actual Jirbet Gazzir, a cuatro kilómetros al sur de es-Salt (Abel, Céographie II 356-357; R. De Vaux, Exploration de laregion de es-Salt: Revue Biblique, 47 [1938] 405)·
3 Abel, Topographie des campagnes machabeénnes: RB, 32 (1923) 516.
4 Vincent, La Palestine dans les papyrus ptolémaiques de Gerza: RB 29 (1920) 188.
5 Géographie II 10.
6 E. N. Wright, Neus about Oíd Tyre: BA 2 (1929) 20-22.