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El siervo corrió a su encuentro y le dijo: «Dame un poco de agua de tu cántaro.» (Genesis 24, 17) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יָּ֥רָץ‎(רוּץ)

Hebrew|yyˌāroṣ|run

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H7323] [t.bq.aa] [2137]
[רוץ] [GES7285] [BDB8020] [HAL7935]

הָ‎(הַ)

Hebrew|hā|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

עֶ֖בֶד‎(עֶבֶד)

Hebrew|ʕˌeveḏ|servant

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5650] [p.ac.ab] [1553a]
[עבד] [GES5599] [BDB6193] [HAL6113]

לִ‎(לְ)

Hebrew|li|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

קְרָאתָ֑הּ‎(קָרָא)

Hebrew|qᵊrāṯˈāh|encounter

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: unknown
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: infinitive (construct)
Verbal stem: qal


[H7125] [s.cz.aa] [2064]
[קרא] [GES7087] [BDB7790] [HAL7719]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֹּ֕אמֶר‎(אָמַר)

Hebrew|yyˈōmer|say

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

הַגְמִיאִ֥ינִי‎(גָּמָא)

Hebrew|haḡmîʔˌînî|swallow

Part-of-speech: verb
Gender: feminine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: hif‘il


[H1572] [c.ch.aa] [358]
[גמא] [GES1467] [BDB1672] [HAL1691]

נָ֛א‎(נָא)

Hebrew|nˈā|yeah

Part-of-speech: interjection
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4994] [n.ab.aa] [1269]
[נא] [GES4908] [BDB5492] [HAL5375]

מְעַט‎(מְעַט)

Hebrew|mᵊʕaṭ-|little

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4592] [m.cx.ab] [1228a]
[מעט] [GES4505] [BDB5026] [HAL4940]

מַ֖יִם‎(מַיִם)

Hebrew|mˌayim|water

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4325] [m.bt.aa] [1188]
[מים] [GES4250] [BDB4737] [HAL4661]

מִ‎(מִן)

Hebrew|mi|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

כַּדֵּֽךְ‎(כַּד)

Hebrew|kkaddˈēḵ|pitcher

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3537] [k.an.ab] [953a]
[כד] [GES3427] [BDB3822] [HAL3796]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



24. Matrimonio de Isaac.
E ste relato maravilloso nos traslada a los tiempos patriarcales de Oriente, donde lo pintoresco y la poesía se dan la mano. Rebeca aparece como hija de Najor, hermano de Abraham, mientras que en el v.24 se dice que es hija de Batuel, hijo de Najor1.

Juramento de Eliecer a Abraham (1-9).
1Era Abraham ya viejo, muy entrado en años, y Yahvé le había bendecido en todo. 2Dijo, pues, Abraham al más antiguo de los siervos de su casa, el que administraba cuanto tenía: Pon, te ruego, tu mano bajo mi muslo, 3y júrame por Yahvé, Dios de los cielos y de la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos, en medio de los cuales habito, 4sino que irás a mi tierra, a mi parentela, a buscar mujer para mi hijo Isaac. 5Y le dijo el siervo: Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿habré de llevar allá a tu hijo a la tierra de donde saliste? 6Díjole Abraham: Guárdate muy bien de llevar allá a mi hijo. 7Yahvé, Dios de los cielos, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mi nacimiento, que me ha hablado y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, enviará a su ángel ante ti y traerás de allí mujer para mi hijo. 8 Si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de este juramento; pero de ninguna manera volverás allá a mi hijo. 9Puso, pues, el siervo la mano bajo el muslo de Abraham, su señor, y le juró.

Aunque Abraham se había despedido de Jarrán para no volver a él ni juntarse con los parientes que allí había dejado, no por eso los tenía olvidados. Las caravanas que de allí bajaban por Canaán hacia Egipto debían traerle, de vez en cuando, noticias de sus parientes de Siria, y por esto, al tratar de buscar esposa para su hijo, no quiso tornarla de entre las cananeos, raza para él extraña y, además, adoradores de otros dioses que el suyo. Abraham parece, igual que en las páginas precedentes, como un gran señor, llegado ya a aquella edad longeva que los hebreos miraban como una bendición de Dios. Debía de tener muchos siervos, y en esta ocasión llama a sí al principal, al que tenía como intendente de su casa y hacienda, para enviarle con una comisión grave a la tierra de su familia. Y para darle a entender el aprecio que él hacía del asunto, le pide un juramento de que cumplirá su misión. El rito del juramento es extraño: el siervo debe poner su mano bajo el muslo eufemismo para designar los órganos sexuales, considerados como algo sagrado, en cuanto que son los transmisores de la vida, el beneficio por excelencia de Dios. En algunas tribus árabes parece que aún se cumple este rito primitivo2. Teodoreto dice que el gesto alude a la circuncisión, señal de su alianza con Dios3.
él patriarca insiste, como si hablara con su albacea, que no case a Isaac con una mujer de la tierra una lección para sus descendientes y, además, que no le vuelva a la de su familia en Jarrán, lo que significaría renunciar a la promesa que Dios le había hecho sobre la tierra de Canaán. En la Ley mosaica se prohibirá el matrimonio con mujeres cananeas para evitar el peligro de la idolatría4. Por esta misma razón, Jacob irá a casarse con sus primas a Siria5. Aunque la familia de Abraham en Siria fuera politeísta Raquel se llevará los terafim o dioses domésticos, pero sin duda que el nivel moral era más alto que el de los cananeos, y, por otra parte, dada la lejanía en que se hallaba de la familia de Abraham, en Canaán no había posibilidad de influencia funesta sobre ésta. Aunque Abraham era oriundo de Ur de los Caldeos, en la Baja Mesopotamia, sin embargo consideraba como su segunda patria el país de Jarrán, en la Alta Mesopotamia, donde había vivido algunos años y donde permanecían sus parientes más cercanos. Por eso habla a Eliecer de su patria, el país de su parentela (v.4). Pero el siervo prevé el caso de que la mujer de su pariente, la que busca para Isaac, no quiera bajar a vivir a Canaán (v.5). Según las leyes asirias, la mujer casada podía permanecer en la casa paterna6. Es este caso previsto por Eliecer: que Isaac tuviera que ir a tomar domicilio en la casa paterna de Rebeca. Abraham rechaza de plano esta hipótesis (v.6). Piensa en las promesas divinas, y el retorno de su descendencia a Mesopotamia era renunciar a ellas y oponerse a los designios divinos. Su experiencia pasada y las comunicaciones familiares con Dios le dan garantía de que esas promesas deben cumplirse y que él no debe oponerse a ellas. Yahvé, Dios del cielo y de la tierra la expresión es enfática, para respaldar la seguridad de las promesas, le ha sacado de su parentela para darle una nueva, tierra a su posteridad. Por eso está seguro que enviará su ángel, que le acompañe y proteja, llevando a buen término su cometido7. Pero, en todo caso, si la mujer no quiere bajar a Canaán, el siervo queda libre de su juramento (v.8). Aclarada esta posibilidad, Eliecer presta juramento conforme al ritual consuetudinario de la época.
Es de notar en todo esto cómo el padre, conforme a las costumbres orientales, trata de buscar esposa a su hijo sin consultarle para nada a Isaac. Es una cuestión familiar, y es al jefe-cabeza de familia a quien le corresponde escoger compañera para que su hijo le dé sucesión. Aun hoy día éste es el sistema seguido en las tribus árabes para formar matrimonios. Sin embargo, veremos cómo Esaú y Jacob se buscaron esposa por su cuenta; pero esto aparece como excepción.

En Busca de Novia Para Isaac (10-21).
10Tomó el siervo diez de los camellos de su señor y se puso en camino, llevando consigo cuanto de bueno tenía su señor, y se dirigió a Aram Naharayim, a la ciudad de Najor. 11Hizo que los camellos doblasen sus rodillas fuera de la ciudad junto a un pozo de aguas, ya de tarde, a la hora de salir las que van a coger agua, 12y dijo: Yahvé, Dios de mi amo Abraham, haz que me salga ahora buen encuentro, y muéstrate benigno con mi señor Abraham. 13Voy a ponerme junto al pozo de agua mientras las mujeres de la ciudad vienen a buscar agua; 14la joven a quien yo dijere: Inclina tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella me respondiere: Bebe tú y daré también de beber a tus camellos, sea la que destinas a tu siervo Isaac, y conozca yo así que te muestras propicio a mi señor. 15Y sucedió que, antes que él acabara de hablar, salía con el cántaro al hombro Rebeca, hija de Batuel, hijo de Melca, la mujer de Najor, hermano de Abraham. 16La joven era muy hermosa y virgen, que no había conocido varón. Bajó al pozo, llenó su cántaro y volvió a subir. 17Salióle al encuentro el siervo, y le dijo: Dame, por favor, a beber un poco de agua de tu cántaro. 18Bebe, señor mío, le contestó ella, y, bajando el cántaro, lo tomó con sus manos y le dio a beber. 19Cuando hubo él bebido, le dijo: También para tus camellos voy a sacar agua, hasta que hayan bebido lo que quieran. 20Y se apresuró a vaciar el cántaro en el abrevadero, y corrió de nuevo al pozo a sacar más agua, hasta que hubo sacado para todos los camellos. 21El hombre la contemplaba en silencio y se preguntaba si había prosperado Yahvé su camino o no.

El siervo de Abraham parte como enviado de un gran señor. Lleva diez camellos, que no van de vacío, porque en ellos cargó cuanto de bueno había en la casa de su amo. Son los regalos que ha de dar a la novia y a sus parientes como precio de compra, según las antiguas costumbres orientales8. El país adonde se dirige Eliecer es Aram Naharayim (v.10), traducido por los LXX y la Vulgata por Mesopotamiam. Es el Naharin o Naharima de los textos de Tell-Amarna (s.XV a.C.), y designa la región superior de Mesopotamia. Naharayim significa los dos ríos, es decir, la región comprendida entre el Tigris y el Eufrates, o mejor, entre el Eufrates y el Orontes en Siria... La ciudad de Najor es, sin duda, Jarrán, donde moraba la familia de Abraham9. Como hemos visto comentando la tabla etnográfica (11:31), existe una ciudad que lleva el nombre de Najiri en los textos cuneiformes capadocios, precisamente localizada por esta zona10.
El autor sagrado no nos dice nada de las incidencias del largo viaje emprendido por Eliecer; podemos suponer que subió por la via maris, bordeando la costa palestina, internándose después por encima del lago de Genesaret, Damasco, Alepo, siguiendo el itinerario caravanero de la época y el actual ferrocarril de Damasco a Mesopotamia. El hagiógrafo tiene prisa por relatar el resultado de la misión del criado de Abraham, y así lo coloca ya a las afueras de la ciudad donde moraban los parientes del patriarca. Llega de tarde a la ciudad y se dirige al pozo para abrevar sus camellos y para buscar ocasión de entablar conversación con las muchas mujeres jóvenes que salen a aprovisionarse de agua, para enterarse sobre los parientes de su amo. La escena es típicamente oriental y encantadora. Aún hoy día, al atardecer, se pueden ver numerosas jóvenes que van con sus cántaros al pozo de la localidad11. Eliecer, con un sentido profundo de la providencia divina sobre los asuntos de su amo, pide a Dios que muestre su voluntad para elegir él conforme a ella a la que ha de ser esposa de Isaac. El mismo propone un signo que exprese la voluntad divina: la joven que le ofrezca de beber a él y a sus camellos es la que Dios escogerá (v.14). Que una joven le ofrezca a él de beber, teniendo en cuenta su edad y venir fatigado, sería un hecho corriente; pero que se ofrezca a tomarse el sacrificio de bajar varias veces al pozo para abrevar a sus diez camellos, será algo fuera de lo normal y un signo de que Dios quiere que sea ella la elegida de Dios para Isaac. Al punto aparece una joven, llamada Rebeca, con su cántaro sobre la espalda (v.15). Era la resobrina de Abraham12. El hagiógrafo la describe como extremadamente bella, joven y virgen13. Esta desciende a la fuente por las escaleras del pozo y sube al punto con su cántaro lleno. Eliecer le pide amablemente le dé de beber. Esta no sólo accede a ello, sino que se ofrece a abrevar a los camellos (v. 18-20). Esto le hace pensar al siervo de Abraham: ¿no era la señal propuesta por él mismo? Queda perplejo, y quiere saber si esta joven pertenece a la parentela de Abraham, que era la condición impuesta por el patriarca a su mayordomo (v.23).

Identificación de Rebeca (22-48).
22Cuando hubieron acabado de beber los camellos, tomó el siervo un arillo de oro de medio siclo de peso y dos brazaletes de diez siclos, también de oro, y, dándoselos, 23le preguntó: ¿De quién eres hija tú? Dime, por favor, si no habría lugar en casa de tu padre para pasar allí la noche. 24Ella contestó: Soy hija de Batuel, el hijo que Melca dio a Najor. 25Y añadió: Hay en nuestra casa paja y heno en abundancia y lugar para pernoctar. 26Postróse entonces el hombre y adoró a Yahvé, 27diciendo: Bendito sea Yahvé, Dios de mi señor Abraham, que no ha dejado de hacer gracia y mostrarse fiel a mi señor, y a mí me ha conducido derecho a la casa de los hermanos de mi señor. 28Corrió la joven a contar en casa de su madre lo que había pasado. 29Tenía Rebeca un hermano de nombre Labán, que se apresuró a ir al pozo en busca del hombre. 30Había visto el arillo y los brazaletes en la mano de su hermana y le había oído decir: Así me ha hablado el hombre. Vino, pues, a él, que seguía con sus camellos junto a la fuente, 31y le dijo: Ven, bendito de Yahvé; ¿por qué te estás ahí fuera? Ya he preparado yo la casa y lugar para los camellos. 32Fue, pues, el hombre a casa. Labán desaparejó los camellos, dio a éstos paja y heno, y agua al hombre y a los que le acompañaban, para lavarse los pies, 33y después le sirvió de comer; pero el hombre dijo: No comeré mientras no diga lo que tengo que decir. Respondióle: Di. 34 Este dijo: Yo soy siervo de Abraham. 35Yahvé ha bendecido largamente a mi señor y le ha engrandecido, dándole ovejas y bueyes, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. 36Parióle Sara, la mujer de mi señor, un hijo en su ancianidad, y a él le ha dado todos sus bienes. 37Mi señor me ha hecho jurar: No tomarás para mi hijo mujer de entre los hijos de los cananeos, de la tierra en que habito; 38sino que irás a la casa de mi padre, a mi parentela, y de allí traerás mujer para mi hijo. 39Yo dije a mi señor,: Quizá no quiera venir conmigo la mujer; 40y él me contestó: Yahvé, ante quien yo ando, mandará contigo su ángel y hará que tu camino tenga buen éxito, y tomarás mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre. 41 Quedarás desligado del juramento si fueses a mi parentela y no te la dieren; libre quedarás entonces. 42Llegué hoy a la fuente y dije: Yahvé, Dios de mi señor Abraham, te ruego que, si en verdad quieres prosperar el camino que traigo, 43hagas que, mientras yo me quedo junto a la fuente, la joven que salga a buscar agua y a quien diga yo: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro, 44y me diga ella: Bebe, y sacaré también para tus camellos, sea la mujer que Yahvé ha destinado para esposa del hijo de mi señor. 45 No había yo acabado de decir esto en mi corazón, cuando salía Rebeca con su cántaro al hombro, bajó a la fuente y sacó agua. Yo le dije: Dame de beber, te lo ruego. 46Bajó ella en seguida el cántaro de sobre su hombro y dijo: Bebe, y daré también de beber a tus camellos; y bebí yo, y ella dio también de beber a mis camellos. 47Yo le pregunté: ¿De quién eres hija? Ella me respondió: Soy hija de Batuel, el hijo de Najor, que le dio Melca. Entonces puse yo el arillo en su nariz, y los brazaletes en sus manos, 48y me incliné, postrándome ante Yahvé, y bendije a Yahvé, Dios de mi señor Abraham, que me había traído por camino derecho para tomar a la hija de su hermano para mujer de su hijo.

Inmediatamente Eliecer tomó la iniciativa, ofreciendo un arillo de oro (v.22). Es el nezem, que aún las beduinas llevan en la nariz 14, y dos brazaletes de diez siclos de oro (el siclo son unos 13 gr.). Estos regalos eran desproporcionados al servicio que la joven había prestado; por eso ella, sin duda turbada, midió el alcance de ellos, suponiendo la intención del extranjero, que le pregunta por su casa y parentela (v.23). Al mismo tiempo muestra su interés en pasar la noche en su casa. La respuesta de la joven fue generosa, en conformidad con las leyes de la hospitalidad en Oriente. En su casa hay lugar para él y, además, aprovisionamiento suficiente para los camellos (v.25). Ante esta respuesta satisfactoria, Eliecer reconoce en ello la mano de Dios, y, prosternándose, le rinde gracias. Se ha encontrado con una joven de la parentela de Abraham, que es la más indicada para ser esposa de Isaac. La joven, por su parte, fue a comunicar la novedad a la casa de su madre, lo que supone que es huérfana de padre. En su lugar tiene un hermano llamado Labán, que al punto sale a buscar al misterioso forastero. En el asunto del matrimonio de su hermana, Labán hará las veces de su padre. Según el Código de Hammurabi, cuando muere el padre, la viuda puede permanecer en la casa de su marido difunto, y corresponde a los hermanos buscar esposa para el hermano más joven15. En el caso actual, Labán tiene particular interés en albergar al rico forastero, pues, a la vista de los regalos hechos a su hermana, tendría también él derecho a esperar algo bueno en premio a su hospitalidad (v.30). Por eso, al punto prepara el alojamiento y saluda halagando a su huésped: Bendito de Yahvé (v.31). Sin duda que había oído de Rebeca la oración solemne que el forastero había hecho a su Dios: Bendito sea Yahvé, Dios de mi señor Abraham... (v.27). Los enviados del rey Abimelec saludarán también a Isaac como el bendito de Yahvé,16 es decir, el protegido de Dios.
Llegado a casa de Labán, Eliecer es recibido con todos los honores de la hospitalidad: agua para sus pies y de sus acompañantes (mencionados ahora por primera vez), provisiones para las bestias y comida para los huéspedes. Pero el enviado de Abraham no quiere perder tiempo, y dice que no comerá nada hasta que haya comunicado el fin de su viaje (v.33). Con gran tacto diplomático les comunica que viene enviado de un amo que es inmensamente rico gracias a las copiosas bendiciones de Dios. Quería impresionar a Labán, que ya estaba interesado por la imponente caravana camellera cargada de regalos, de cuyas primicias había disfrutado ya su hermana. Eliecer sigue redondeando su discurso, diciendo que su rico amo tiene un hijo único, heredero de una inmensa fortuna, y dando detalles del modo como Abraham le encomendó la misión de buscar una esposa de su parentela para su hijo. Después narra las vicisitudes del encuentro feliz con Rebeca, recordando las coincidencias habidas al ofrecerle agua para él y los camellos, como él deseaba, y que él consideraba como un signo de la benevolencia divina. De este modo insinúa se le permita llevar a Rebeca para esposa de Isaac.

Rebeca es Entregada como Esposa de Isaac (49-60).
49Ahora, si queréis hacer gracia y fidelidad a mi señor, decídmelo; si no, decídmelo también, y me dirigiré a la derecha o a la izquierda. 50Labán y su casa contestaron, diciendo: De Yahvé viene esto; nosotros no podemos decirte ni bien ni mal. 51Ahí tienes a Rebeca, tómala y vete, y sea la mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Yahvé. 52Cuando el siervo de Abraham hubo oído estas palabras, se postró en tierra ante Yahvé; 53y, sacando objetos de plata y oro y vestidos, se los dio a Rebeca, e hizo también presentes a su hermano y a su madre. 54Pusiéronse luego a comer y a beber, él y los que con él venían, y pasaron la noche. A la mañana, cuando se levantaron, dijo el siervo: Dejad que me vaya a mi señor. 55El hermano y la madre de Rebeca dijeron: Que esté la joven con nosotros todavía algunos días, unos diez, y después partirá. 56El les contestó: No retraséis mi vuelta, ya que Yahvé ha hecho feliz el éxito de mi viaje; dejadme partir, para que vuelva a mi señor. 57Dijéronle, pues: Llamemos a la joven y preguntémosle lo que ella quiere. 58Llamaron a Rebeca y le preguntaron: ¿Quieres partir luego con este hombre? Y ella respondió: Partiré. 59Dejaron, pues, ir a Rebeca, su hermana, y a su nodriza con el siervo de Abraham y sus hombres, 60y bendecían a Rebeca, diciendo: Hermana nuestra eres; que crezcas en millares de millares y se adueñe tu descendencia de las puertas de tus enemigos.

Con toda franqueza les plantea ahora la petición: quiere que le digan si acceden (hacer gracia y fidelidad) a la petición de Abraham; en caso contrario, desea que se lo digan tajantemente, para saber a qué atenerse: y me dirigiré a la derecha o a la izquierda (v.50). Caso de que no accedan, volverá a Abraham para después buscar otra solución viable. Labán, en nombre de la familia 17, como hermano mayor, responde afirmativamente. Las circunstancias son tan providenciales, que ellos no tienen lugar a elegir: De Yahvé viene esto, no podemos decirte ni bien ni mal (v.50). Sin consultar a Rebeca se ha tomado el acuerdo. Era un asunto que decidía la familia, y Labán en su representación. Pero después, cuando se trata de partir, piden la opinión de Rebeca (v.57)18. Eliecer, una vez conseguida la entrega de Rebeca como esposa de Isaac, ofrece los regalos tradicionales a la novia, al hermano y a su madre19. Era el mohâr20, equivalente al tirjatu babilónico; es decir, regalos que eran como el precio por la novia. Eliecer ofrece a la novia joyas, oró, plata y vestidos. En una carta de Tell Amarna figuran como objetos de cambio, junto a la plata y el oro, vestidos21.
Después tuvo lugar el banquete, y Eliecer, fiel servidor de su amo, no quiere dilatar el regreso para comunicarle el feliz éxito del viaje (v.54). Pero los familiares de Rebeca se resisten a dejarla tan pronto, y quieren retenerla por algún tiempo. Eliecer insiste, y entonces se pide la opinión a la propia Rebeca, la cual también, deseosa de conocer a su nuevo esposo, decide emprender el viaje sin tardanza. La madre y el hermano la despiden con ternura, deseándola una fecundidad dichosa (v.60)22. En su suerte será asociada a las bendiciones hechas por Dios sobre la descendencia de Abraham: Y se adueñe tu descendencia de las puertas de tus enemigos.

Encuentro de Rebeca e Isaac (61-67).
61Montaron, pues, Rebeca, sus doncellas y su nodriza en los camellos, y se fueron tras el hombre, y éste se partió con Rebeca. 62Volvía un día Isaac del pozo de Jai-Roi, pues habitaba entonces en el Negueb, 63y había salido por la tarde para pasearse por el campo, y, alzando los ojos, vio venir camellos. 64También Rebeca alzó sus ojos, y, viendo a Isaac, se apeó del camello, 65y preguntó al siervo: ¿Quién es aquel hombre que viene por el campo a nuestro encuentro? El siervo le respondió: Es mi señor. Ella cogió el velo y se cubrió. 66El siervo contó a Isaac cuanto había ocurrido, 67e Isaac condujo a Rebeca a la tienda de Sara, su madre; la tomó por mujer y la amó, consolándose de la muerte de su madre.

La caravana emprendió el regreso llevando a Rebeca con sus doncellas y nodriza. No se dice a dónde se encaminan, pero es de suponer que a Hebrón, donde habían dejado a Abraham; pero, sin dar explicaciones, la caravana pasa de largo y se dirige hacia el Negueb, al sur de Bersabé. Y allí estaba Isaac junto al pozo de Jai-Roi (Viviente que ve), cuyo nombre recordaba la aparición de Dios a Agar23. Era por la tarde, cuando Isaac salía a pasear por la campiña24. De lejos ve la caravana, sin darse cuenta que eran los camellos de su padre. Tampoco Rebeca le conoce. Al decirle el siervo que es Isaac, su señor, Rebeca se cubrió con el velo (v.65). Según las antiguas costumbres orientales aún vigentes entre beduinos, el novio no puede ver a su novia hasta después del matrimonio25. Eliecer narró a Isaac todo lo ocurrido, y éste condujo a Rebeca a la tienda de Sara, su madre (v.67), aceptándola por esposa y amándola, consolándose de la muerte de su madre (v.67).
Es sorprendente que no se mencione para nada al patriarca Abraham, lo que indica que ya había muerto mientras el viaje de Eliecer. Es inconcebible que no hubiera parado la caravana en Hebrón, junto a la tienda del patriarca, y se dirigiera hacia el sur para encontrarse con Isaac. La muerte de Abraham es narrada en el c.25; 7-10 en un relato donde se habla de otros hijos de Abraham habidos de Quetura. Sin duda esta perícopa debe ponerse antes de la narración del c.24 sobre el viaje de Eliecer. Pues en 25:5 se dice que Abraham dio todas las cosas a Isaac, que es exactamente lo que dice Eliecer a Labán en 24:36. Por otra parte, según 25:11, Isaac habitó después de la muerte de su padre en Jai-Roi, que es donde Rebeca le encuentra. En este supuesto, muchos autores creen que la frase consolándose de la muerte de su madre (amô) se ha de cambiar: de la muerte de su padre (abô), que estaría reciente, pues la de Sara era ya lejana en la memoria de Isaac.
Lo hecho por Abraham, considerado a la luz de la legislación posterior de Israel, tiene gran importancia, pues no podemos dudar de la intención del autor sagrado de proponer el ejemplo de los patriarcas a los hijos, que tan inclinados se mostraban hacia los cananeos a pesar de la Ley, que les decía: No pactes con los habitantes de esta tierra, no sea que, al prostituirse ellos ante sus dioses, ofreciéndoles sacrificios, te inviten y comas de sus sacrificios y tomes a sus hijas para tus hijos, y sus hijas, al prostituirse ante sus dioses, arrastren también a tus hijos a prostituirse.26 Los libros de Esdras y Nehemías nos muestran con cuánto rigor se impuso esta ley en los siglos posteriores a la cautividad27. Aparte de esta gran lección de conducta a los israelitas, el autor sagrado quiere hacer brillar la Providencia sobre la vida de los patriarcas, como lo hará más tarde el autor del libro de Tobías.

1 Según el texto sacerdotal de 25,20 y 28,2-5, Rebeca era hija de Batuel, es decir, resobrina de Abraham. 2 Musil, Arabia Petrea III 319.340.343. Citado por P. Heinisch, Das Buch Genesis (Bonn 1930) 273. 3 PG 80,183. 4 Exo_34:15-16; 5 Gen_28:2s, 6 Colección de leyes asirias, arts.25.26.27.30.33.36.38. Véase R. d e Vaux, arte.: RB (1949) 29. 7 En Gen_28:15 y 46:4 es Dios personalmente el que acompaña a los que protege. Aquí; en cambio, como en Exo_23:20; Exo_32:34 y Tob_5:17; Tob_5:22, es un ángel enviado por Dios. Algunos autores. Creen que aquí ángeles una inserción posterior para salvar la trascendencia divina. 8 Cf. Gen_34:12; Exo_22:16; 1Sa_18:25. 9 Cf. Gen_27:43; Gen_28:10; Gen_29:4; Num_22:5. 10 Véase R. De Vaux, arte.c: RB (1948) 323. 11 Cf. Exo_2:16; 1Sa_9:11; Jua_4:7. 12 La indicación coincide con Gen_25:20; Gen_28:2-5 (documento sacerdotal). En el v.48, Rebeca aparece como sobrina de Abraham, aunque el término aj (hermano) tenga un sentido amplio de pariente. 13 Encontramos aquí el nombre específico para indicar virgen: betulah (cf. Exo_22:15; Deu_22:14-21; Deu_22:23-28). En el v.43 es llamada almah, que, más que virginidad, indica juventud: mujer nubil. 14 Cf. Isa_3:18-21. 15 Código de Hammurabi art.166. 16 Gen_26:29. 17 El TM añade Batuel, lo que evidentemente es una glosa. Se suele leer, siguiendo a Kittel, su casa (wabaito en vez de Betuel). 18 En algunos contratos de Nuzu se dice en un caso similar en que por falta de padre lleva el hermano las negociaciones para casar a la hermana: Con mi consentimiento (de la hermana que se casa), mi hermano me ha dado como mujer a tal. Véase R. De Vaux, art.c.: KB (1949) 29. 19 Según el Código de Hammurabi, el regalo a la novia debía ser equivalente al nudunun, o don del marido a la esposa (art.150, 171b y 172). 20 Cf. Gen_34:12; Exo_22:16; 1Sa_18:25. 21 Sobre esto véase Cruveilhier, Le droit de la femme dans la Genése et dans le recueil des lois assyriennes: RB (1927) 357-359. 22 Gunkel ha visto un iuego de palabras entre miles (rebabah) y Rebeqah. 23 Véase com. a Gen_16:13-14. 24 La palabra del TM lasúaj es de sentido incierto. Los LXX traducen: conversar; Vg: ad meditandum. Leyendo lasut tenemos pasear. Es la lectura de la Peshitta; es también la traducción propuesta por la Bibl. de Jér. 25 Véase R. De Vaux, Sur le voile des femmes dans l'Orient ancien: RB (1935) 408. 26 Exo_34:15; cf. Deu_7:3s. 27 Esd 9-10; Neh_13:23-31.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXIIII.

[Care to prouide a wife for Isaac.]



1 Abraham sweareth his seruant. 10 The seruants iourney: 12 His prayer: 14 His signe. 15 Rebekah meeteth him, 18 fulfilleth his signe, 22 receiueth iewels, 23 sheweth her kinred, 25 and inuiteth him home. 26 The seruant blesseth God. 28 Laban enterteineth him. 34 The seruant sheweth his message. 50 Laban and Bethuel approue it. 58 Rebekah consenteth to goe. 62 Isaac meeteth her.
1 And Abraham was olde and [ Hebrew: gone into dayes.] well stricken in age: And the LORD had blessed Abraham in all things.
2 And Abraham said vnto his eldest seruant of his house, that ruled ouer all that he had, [ Gen_47:29 .] Put, I pray thee, thy hand vnder my thigh:
3 And I will make thee sweare by the LORD the God of heauen, and the God of the earth, that thou shalt not take a wife vnto my sonne of the daughters of the Canaanites amongst whom I dwell.
4 But thou shalt go vnto my countrey, and to my kinred, and take a wife vnto my sonne Isaac.
5 And the seruant said vnto him, Peraduenture the woman will not bee willing to follow mee vnto this land: must I needes bring thy sonne againe, vnto the land from whence thou camest?
6 And Abraham said vnto him, Beware thou, that thou bring not my sonne thither againe.
7 The LORD God of heauen which tooke mee from my fathers house, and from the land of my kindred, and which spake vnto mee, and that sware vnto me, saying, [ Gen_12:7 ; Gen_13:15 ; Gen_15:18 ; Gen_26:4 .] Unto thy seed will I giue this land, he shall send his Angel before thee, and thou shalt take a wife vnto my sonne from thence.
8 And if the woman wil not be willing to follow thee, then thou shalt bee cleare from this my othe: onely bring not my sonne thither againe.
9 And the seruant put his hand vnder the thigh of Abraham his master, and sware to him concerning that matter.
10 And the seruant tooke ten camels, of the camels of his master, and departed, ([ Or, And.] for all the goods of his master were in his hand) and he arose, and

[Care to prouide a wife for Isaac.]

went to Mesopotamia, vnto the citie of Nahor.
11 And he made his camels to kneele downe without the citie, by a well of water, at the time of the euening, euen the time [ Hebrew: that wome which draw water, goe foorth .] that women goe out to draw water.
12 And he said, O LORD, God of my master Abraham, I pray thee send me good speed this day, and shew kindnesse vnto my master Abraham.
13 Behold, [ Gen_24:43 .] I stand here by the well of water; and the daughters of the men of the Citie come out to draw water:
14 And let it come to passe, that the damsell to whom I shall say, Let downe thy pitcher, I pray thee, that I may drinke, and she shall say, Drinke, and I will giue thy camels drinke also; let the same be shee that thou hast appointed for thy seruant Isaac: and thereby shall I know that thou hast shewed kindnesse vnto my master.
15 And it came to passe before hee had done speaking, that behold, Rebekah came out, who was borne to Bethuel, sonne of Milcah, the wife of Nahor Abrahams brother, with her pitcher vpon her shoulder.
16 And the damsell was [ Hebrew: good of countenance.] very faire to looke vpon, a virgine, neither had any man knowen her; and shee went downe to the wel, and filled her pitcher, and came vp.
17 And the seruant ranne to meete her, and said, Let mee (I pray thee) drinke a little water of thy pitcher.
18 And she said, Drinke, my lord: and she hasted, and let downe her pitcher vpon her hand, and gaue him drinke.
19 And when shee had done giuing him drinke, she said, I will draw water for thy camels also, vntill they haue done drinking.
20 And she hasted and emptied her pitcher into the trough, and ranne againe vnto the well to draw water, and drew for all his camels.
21 And the man wondering at her, helde his peace, to wit, whether the LORD had made his iourney prosperous, or not.
22 And it came to passe as the camels had done drinking, that the man tooke a golden [ Or, iewell for the forehead.] eare-ring, of halfe a shekel weight, & two bracelets for her handes, of ten shekels weight of gold,
23 And said, whose daughter art

[Abrahams seruant, and Rebekah.]

thou? tell mee, I pray thee: is there roome in thy fathers house for vs to lodge in?
24 And she said vnto him, I am the daughter of Bethuel the sonne of Milcah, which she bare vnto Nahor:
25 She said moreouer vnto him, We haue both straw & prouender ynough, and roome to lodge in.
26 And the man bowed downe his head, and worshipped the LORD.
27 And hee saide, Blessed bee the LORD God of my master Abraham, who hath not left destitute my master of his mercy, and his trueth: I being in the way, the LORD led me to the house of my masters brethren.
28 And the damsell ranne, and told them of her mothers house, these things.
29 And Rebekah had a brother, and his name was Laban: and Laban ranne out vnto the man, vnto the well.
30 And it came to passe when he saw the eare-ring, and bracelets vpon his sisters hands, and when hee heard the wordes of Rebekah his sister, saying, Thus spake the man vnto me, that he came vnto the man; and behold, hee stood by the camels, at the well.
31 And he said, Come in, thou blessed of the LORD, wherefore standest thou without? for I haue prepared the house, and roome for the camels.
32 And the man came into the house: and he vngirded his camels, and gaue straw and prouender for the camels, and water to wash his feet, and the mens feet that were with him.
33 And there was set meat before him to eate: but he said, I will not eate, vntill I haue tolde mine errand. And hee said, Speake on.
34 And he said, I am Abrahams seruant.
35 And the LORD hath blessed my master greatly, and hee is become great: and hee hath giuen him flocks, and heards, and siluer, and gold, and men seruants, and mayd seruants, and camels, and asses.
36 And Sarah my masters wife bare a sonne to my master when shee was old: and vnto him hath hee giuen all that he hath.
37 And my master made me sweare, saying, Thou shalt not take a wife to my sonne, of the daughters of the Canaanites, in whose land I dwell:
38 But thou shalt goe vnto my fathers

[Abrahams seruant, and Rebekah.]

house, and to my kinred, and take a wife vnto my sonne.
39 And I said vnto my master, Peraduenture the woman will not followe me.
40 And hee saide vnto me, The LORD, before whom I walke, will send his Angel with thee, and prosper thy way: and thou shalt take a wife for my sonne, of my kinred, and of my fathers house.
41 Then shalt thou bee cleare from this my oath, when thou commest to my kinred, and if they giue not thee one, thou shalt be cleare from my oath.
42 And I came this day vnto the well, and said, O LORD God of my master Abraham, if now thou doe prosper my way, which I goe:
43 [ Gen_24:13 .] Behold, I stand by the well of water; and it shall come to passe, that when the virgine commeth foorth to draw water, and I say to her, Giue me, I pray thee, a litle water of thy pitcher to drinke;
44 And she say to me, Both drinke thou, and I will also draw for thy camels: let the same be the woman, who the LORD hath appointed out for my masters sonne.
45 And before I had done speaking in mine heart, behold, Rebekah came forth, with her pitcher on her shoulder; and she went downe vnto the well, and drew water: and I said vnto her, Let me drinke, I pray thee.
46 And she made haste, & let downe her pitcher from her shoulder, and saide, Drinke, and I will giue thy camels drinke also: so I dranke, and she made the camels drinke also.
47 And I asked her, and said, whose daughter art thou? and she said, The daughter of Bethuel, Nahors sonne, whom Milcah bare vnto him: and I put the earering vpon her face, and the bracelets vpon her hands.
48 And I bowed downe my head, and worshipped the LORD, and blessed the LORD God of my master Abraham, which had led mee in the right way to take my masters brothers daughter vnto his sonne.
49 And now if you wil deale kindly and truely with my master, tell me: and if not, tell me, that I may turne to the right hand, or to the left.
50 Then Laban and Bethuel answered and said, The thing proceedeth

[She becommeth wife to Isaac.]

from the LORD: we cannot speake vnto thee bad or good.
51 Behold, Rebekah is before thee, take her, and goe, and let her be thy masters sonnes wife, as the LORD hath spoken.
52 And it came to passe, that when Abrahams seruant heard their words, he worshipped the LORD, bowing himselfe to the earth.
53 And the seruant brought foorth [ Hebrew: vessels.] iewels of siluer, and iewels of gold, and raiment, and gaue them to Rebekah: He gaue also to her brother, and to her mother precious things.
54 And they did eate and drinke, he and the men that were with him, and taried all night, and they rose vp in the morning, and he said, [ Gen_24:56 ; Gen_24:59 .] Send me away vnto my master.
55 And her brother and her mother said, Let the damsell abide with vs [ Or, a full yeere, or, ten moneths.] a few dayes, at the least ten; after that, she shall goe.
56 And he said vnto them, Hinder me not, seeing the LORD hath prospered my way: send me away, that I may goe to my master.
57 And they said, wee will call the Damsell, and enquire at her mouth.
58 And they called Rebekah, and said vnto her, Wilt thou go with this man? and she said, I will goe.
59 And they sent away Rebekah their sister, and her nurse, and Abrahams seruant, and his men.
60 And they blessed Rebekah, and said vnto her, Thou art our sister, bee thou the mother of thousands of millions, and let thy seed possesse the gate of those which hate them.
61 And Rebekah arose, and her damsels, & they rode vpon the camels, and followed the man: and the seruant tooke Rebekah, and went his way.
62 And Isaac came from the way of the [ Gen_16:14 ; Gen_25:11 .] well Lahai-roi, for he dwelt in the South countrey.
63 And Isaac went out, to [ Or, to pray.] meditate in the field, at the euentide: and hee lift vp his eyes, and saw, and behold, the camels were comming.
64 And Rebekah lift vp her eyes, and when she saw Isaac, she lighted off the camel.
65 For she had said vnto the seruant, What man is this that walketh in the field to meet vs? and the seruant had said, It is my master: therefore shee

[She becommeth wife to Isaac.]

tooke a vaile and couered her selfe.
66 And the seruant tolde Isaac all things that he had done.
67 And Isaac brought her into his mother Sarahs tent, and tooke Rebekah, and she became his wife, and he loued her: and Isaac was comforted after his mothers death.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



El llamado de Rebeca al matrimonio

La muerte y sepultura de Sara fue seguida inmediatamente por las de Abraham. Por lo menos esa es la perspectiva del cap. 24; en 25:7 se implica un período mucho más largo entre los dos fallecimientos. En el v. 1 Abraham parece estar en su lecho de muerte y para la época en que el siervo regresa con Rebeca Isaac está solo y es el jefe de la familia (65).

Como es digno de alguien que ha dado su vida al cumplimiento de las promesas, las últimas palabras de Abraham expresan su preocupación de que esta debería ser también la prioridad familiar una vez que él muriera. Hizo que su siervo le jurara que iba a encontrar una esposa para Isaac, un prerrequisito si se había de cumplir la promesa de muchos descendientes. Ella no debía ser una cananea sino de los parientes de Abraham y, como Abraham, debía estar dispuesta a establecerse en Canaán (5-9).

El siervo era un modelo de lealtad y de habla persuasiva, y que ensalzó los intereses de su amo en palabra y acción. Sus discursos fueron elaborados finamente a fin de persuadir a la familia de Rebeca para que la dieran en matrimonio al desconocido Isaac (34-39). Luego, cuando al día siguiente quisieron demorar la partida inmediata de ella, el siervo rehusó tener un no como respuesta e insistió en que partieran (54-58). Pero por encima de todos sus dones naturales, el siervo era un hombre de oración. Descansó en Dios, no sobre la casualidad o su propia habilidad. Al llegar al pozo de agua oró: Oh Jehovah ... haz que hoy ocurra algo en mi presencia; y, como sucede muchas veces, su oración fue respondida en la forma más rápida (él aún no había acabado de hablar) y completa (Rebeca ... que le había nacido a Betuel ... era muy hermosa) de lo que había anticipado.

Rebeca no sólo superó las expectativas del siervo sino que demostró ser la esposa perfecta para Isaac (cf. Prov. 31:10-31). Era diligente (corrió a dar agua a los diez camellos; v. 20), hospedadora (dispuesta a recibir al siervo en su hogar; v. 28) y, sobre todo, una mujer de fe (lista, como Abraham, a dejar su casa y familia para ir a la tierra prometida; v. 57, cf. Mat. 19:29).

Notas. 10 Siria mesopotámica es una zona al norte de la Siria actual, al este del Eufrates. La ciudad de Nacor probablemente sea Harán (cf. 11:31) o una ciudad cercana. 15 Para una genealogía completa véase 22:20-24. 53 Estos regalos para la familia, en otros lugares llamado precio matrimonial (Exo. 22:16, 17), sellaron el acuerdo de bodas. 62 Sobre Beer-lajai-roé véase 16:14.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Boda de Isaac. El ciclo de Abrahán se aproxima a su final. Al nacimiento de Isaac y los ritos pertinentes de ponerle un nombre y circuncidarlo (21,4) le sigue la viudez del patriarca (23,1-20), pero es muy importante que antes de morir quede concertado el matrimonio de Isaac, su hijo. Llama la atención de inmediato la decisión de no mezclar su sangre con la de los habitantes de Canaán, condición que le impone a su esclavo bajo un juramento muy solemne (3s). La exagerada extensión del relato nos da idea de la forma como acostumbraban los orientales a narrar sus acontecimientos. En el fondo, este largo episodio tiene dos ideas centrales que revelan el comportamiento histórico del pueblo de Israel: no tomar por esposas a las nativas de Canaán (3s.37s) y no regresar al país de origen de Abrahán (7s). De ahí el énfasis en la promesa divina de la tierra (7).
Desde el punto de vista religioso, este relato, además de ser una muestra del modo como se acordaban los matrimonios en la antigüedad, va revelando cómo en ese entramado sorprendente de la historia humana, la fe del pueblo reconoce que «Dios conduce», «Dios bendice», «Dios hace o hizo prosperar». El relato constituye, además, una pieza clave en el cumplimiento de la promesa divina sobre la numerosa descendencia y la posesión de un territorio, lo cual se deja ver en las palabras de Abrahán.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*12:1-25:18 Abrahán es el gran antepasado de Israel. Con él comienza una nueva etapa en la historia de la salvación. Desde los primeros pasos de la humanidad, la historia avanza hacia Abrahán, de quien Dios hará una gran nación (Gén 12:2). Abrahán es el padre de todo Israel, como Adán lo es de toda la humanidad. Lo que hace de Abrahán un personaje realmente distinto y singular es la llamada de Dios a romper con su pasado (Gén 12:1) y a emprender una nueva aventura (Gén 12:2 s), a la par que su fe y obediencia al mandato divino (Gén 12:4).

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



2. "Coloca tu mano debajo de mi muslo": este es un gesto simbólico que confiere mayor solemnidad al juramento. El contacto con las partes genitales parece implicar la amenaza de esterilidad o la pérdida de la descendencia, si se quebrantaba el juramento.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 24.22 Y se lo puso a ella en la nariz: según el texto samaritano del Pentateuco. En el texto hebreo no aparece esta frase, pero cf. v. 47.

Torres Amat (1825)



[2] Gen 47, 29.

[14] Buscó esta señal por particular instinto del Espíritu Santo; señal de buena índole y de ser hacendosa.

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Jn 4:7