Exodo  25 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 40 versitos |
1 El Señor habló a Moisés:
2 «Di a los hijos de Israel que me ofrezcan un tributo; aceptaréis el tributo de todos los que generosamente me lo ofrezcan.
3 Este es el tributo que podéis aceptarles: oro, plata y bronce,
4 púrpura violácea, roja y escarlata, lino y pelo de cabra,
5 pieles de carnero teñidas de rojo, pieles de tejón y maderas de acacia,
6 aceite para la lámpara, aromas para el óleo de la unción y para el incienso perfumado,
7 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral.
8 Hazme un Santuario y moraré en medio de ellos.
9 Lo harás conforme al modelo de morada y de utensilios que yo te mostraré.
10 Harás un arca de madera de acacia de un metro y cuarto de larga por setenta y cinco centímetros de ancha y otros tantos de alta.
11 La revestirás de oro puro, por dentro y por fuera, y le pondrás alrededor una cenefa de oro.
12 Fundirás cuatro anillas de oro y las colocarás en los cuatro pies, dos a cada lado.
13 Harás también varales de madera de acacia y los revestirás de oro.
14 Meterás los varales por las anillas laterales del Arca, para transportarla.
15 Los varales permanecerán en las anillas del Arca; no se sacarán de ellas.
16 Dentro del Arca guardarás el Testimonio que te daré.
17 Fabricarás también un propiciatorio de oro puro, de un metro y cuarto de largo por setenta y cinco centímetros de ancho.
18 Harás dos querubines cincelados en oro, para los dos extremos del propiciatorio.
19 Haz un querubín para un extremo y otro querubín para el otro; cada uno arrancará de un extremo del propiciatorio.
20 Los querubines extenderán sus alas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio. Estarán uno frente a otro, mirando al centro del propiciatorio.
21 Colocarás el propiciatorio encima del Arca y guardarás dentro del Arca el Testimonio que yo te daré.
22 Allí me encontraré contigo, y desde encima del propiciatorio, en medio de los querubines del Arca del Testimonio, te comunicaré todo lo que tienes que ordenar a los hijos de Israel.
23 Harás una mesa de madera de acacia, de un metro de larga por medio de ancha y setenta y cinco centímetros de alta.
24 La revestirás de oro puro y le pondrás alrededor una cenefa de oro.
25 Pondrás alrededor de ella un reborde de un palmo de ancho y alrededor del reborde una cenefa de oro.
26 Le harás cuatro anillas de oro y las colocarás en los ángulos de las cuatro patas.
27 Las anillas estarán sujetas al reborde; por ellas se meterán los varales para transportar la mesa.
28 Harás los varales de madera de acacia y los revestirás de oro. Con ellos se trasportará la mesa.
29 Harás también sus fuentes, sus navetas, sus jarras y copas para las libaciones; las harás de oro puro.
30 Sobre la mesa pondrás los panes presentados, para que estén continuamente ante mí.
31 Harás también un candelabro de oro puro. Cincelarás la base y el fuste del candelabro; sus copas, cálices y corolas formarán un cuerpo con él.
32 De sus lados arrancarán seis brazos: tres brazos del candelabro por un lado y tres por el otro.
33 Un brazo tendrá tres copas, como flores de almendro, con cáliz y corola; también el otro tendrá tres copas, como flores de almendro, con cáliz y corola; y así los seis brazos que arrancan del candelabro.
34 El candelabro tendrá cuatro copas, como flores de almendro, con cáliz y corola.
35 Un cáliz bajo dos brazos, formando cuerpo con él; otro cáliz bajo otros dos brazos, formando cuerpo con él, y otro cáliz bajo otros dos brazos, formando cuerpo con él; y así los seis brazos que arrancan del candelabro.
36 Sus cálices y sus fustes formarán cuerpo con el candelabro; el conjunto formará una pieza de oro puro cincelado.
37 Harás también siete lámparas y las colocarás sobre el candelabro, de modo que iluminen la parte delantera.
38 Sus despabiladeras y ceniceros serán de oro puro.
39 Se empleará un talento de oro puro para hacer el candelabro y todos sus utensilios.
40 Fíjate y hazlo conforme al modelo que se te ha mostrado en la montaña.

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Introducción a Exodo 

ÉXODO

El Éxodo -cuyo nombre significa «salida»- es uno de los libros bíblicos con mayor carga y densidad teológica. En él ocupan un puesto relevante cuestiones tan importantes como la liberación, la alianza, la teofanía, la ley o el santuario. En todas ellas aparece Dios, con un protagonismo indudable. El Dios del Éxodo aparece como el Señor (Éxo 3:15), el que salva; es un Dios comprometido en los acontecimientos que afectan a su pueblo, pues lo considera como su hijo primogénito (Éxo 4:22 s).

Tras la liberación de Egipto, y una vez convertido en soberano de Israel, el Señor guía y protege a su pueblo por el desierto, dándole el agua (Éxo 15:22-27; Éxo 17:1-7) y el alimento (Éxo 16:1-36) necesarios para sobrevivir; ayudándolo a superar otras dificultades externas e internas (Éxo 17:8-16; Éxo 18:1-27). Viene luego el Sinaí, escenario de la alianza entre Dios y su pueblo (véase especialmente Éxo 19:3-8; Éxo 24:3-8; Éxo 34:10-27). La alianza aparece aquí trabada primero con la teofanía y la ley (Éxo 19:3 - Éxo 24:11) y luego con el santuario (Éxo 24:12 - Éxo 40:38). Si el santuario pretende asegurar la presencia del Señor en medio de su pueblo, la alianza trata de establecer una relación entre ambos.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Exodo  25,1-40*19-40 Con la llegada al Sinaí se alcanza una meta importante en la marcha por del desierto. La montaña será el escenario de acontecimientos decisivos para el pueblo de Israel.


Exodo  25,1-40*24:12-40:38 Mientras que la primera y la última parte de la sección (Éxo 24:1-18; Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18 y Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38) giran en torno al Santuario, la parte central gravita en torno al becerro de oro y la alianza renovada (Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35). La nube y la gloria del Señor, símbolos de la presencia divina, abren y cierran la sección (Éxo 24:15-18 y Éxo 40:34-38).