Exodo  40 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 38 versitos |
1 El Señor habló a Moisés:
2 «El día uno del mes primero erigirás la Morada de la Tienda del Encuentro.
3 Pondrás en ella el Arca del Testimonio y la cubrirás con el velo.
4 Meterás la mesa y dispondrás los panes; meterás el candelabro y encenderás las lámparas.
5 Colocarás el altar de oro del incienso delante del Arca del Testimonio y colgarás la cortina de la entrada de la Morada.
6 Pondrás el altar de los holocaustos delante de la entrada de la Morada de la Tienda del Encuentro.
7 Colocarás la pila entre la Tienda del Encuentro y el altar, y le echarás agua.
8 Alrededor dispondrás el atrio y colocarás el tapiz a la entrada del atrio.
9 Después tomarás el óleo de la unción y ungirás la Morada y cuanto hay en ella; la consagrarás con todos sus utensilios y será sacrosanta.
10 Ungirás asimismo el altar de los holocaustos con todos sus utensilios; consagrarás el altar y será sacrosanto.
11 Ungirás también la pila con su peana y los consagrarás.
12 Luego mandarás acercarse a Aarón y a sus hijos a la entrada de la Tienda del Encuentro y los harás lavarse con agua.
13 Revestirás a Aarón con los ornamentos sagrados, lo ungirás y lo consagrarás para que ejerza mi sacerdocio.
14 Después mandarás acercarse a sus hijos y les vestirás las túnicas.
15 Los ungirás, como ungiste a su padre, para que ejerzan mi sacerdocio. Su unción les conferirá un sacerdocio perpetuo, de generación en generación».
16 Moisés hizo todo conforme a lo que el Señor le había mandado.
17 El día uno del mes primero del segundo año fue erigida la Morada.
18 Moisés erigió la Morada, colocó las basas, puso los tablones con sus travesaños y plantó las columnas;
19 montó la tienda sobre la Morada y puso la cubierta sobre la tienda; como el Señor se lo había mandado a Moisés.
20 Luego colocó el Testimonio en el Arca, sujetó los varales al Arca y puso el propiciatorio encima del Arca.
21 Después trasladó el Arca a la Morada, puso el velo de separación para cubrir el Arca del Testimonio; como el Señor había mandado a Moisés.
22 Colocó también la mesa en la Tienda del Encuentro, en la parte norte de la Morada y fuera del velo.
23 Sobre ella dispuso los panes presentados al Señor; como el Señor había mandado a Moisés.
24 Colocó el candelabro en la Tienda del Encuentro, en la parte sur del Santuario, frente a la mesa,
25 y encendió las lámparas en presencia del Señor; como el Señor había mandado a Moisés.
26 Puso el altar de oro en la Tienda del Encuentro, frente al velo;
27 y sobre él quemó el incienso perfumado; como el Señor había mandado a Moisés.
28 Después colocó la cortina a la entrada de la Morada.
29 Puso el altar de los holocaustos a la entrada de la Morada de la Tienda del Encuentro, y sobre él ofreció el holocausto y la ofrenda, como el Señor había mandado a Moisés.
30 Colocó la pila entre la Tienda del Encuentro y el altar, y le echó agua para las abluciones.
31 Moisés, Aarón y sus hijos se lavaban manos y pies;
32 cuando iban a entrar en la Tienda del Encuentro y al acercarse al altar, se lavaban, como el Señor había mandado a Moisés.
33 Alrededor de la Morada y del altar levantó el atrio, y colocó el tapiz a la entrada del mismo. Y así acabó la obra Moisés.
34 Entonces la nube cubrió la Tienda del Encuentro y la gloria del Señor llenó la Morada.
35 Moisés no pudo entrar en la Tienda del Encuentro, porque la nube moraba sobre ella y la gloria del Señor llenaba la Morada.
36 Cuando la nube se alzaba de la Morada, los hijos de Israel levantaban el campamento, en todas las etapas.
37 Pero cuando la nube no se alzaba, ellos esperaban hasta que se alzase.
38 De día la nube del Señor se posaba sobre la Morada, y de noche el fuego, en todas sus etapas, a la vista de toda la casa de Israel.

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Introducción a Exodo 

ÉXODO

El Éxodo -cuyo nombre significa «salida»- es uno de los libros bíblicos con mayor carga y densidad teológica. En él ocupan un puesto relevante cuestiones tan importantes como la liberación, la alianza, la teofanía, la ley o el santuario. En todas ellas aparece Dios, con un protagonismo indudable. El Dios del Éxodo aparece como el Señor (Éxo 3:15), el que salva; es un Dios comprometido en los acontecimientos que afectan a su pueblo, pues lo considera como su hijo primogénito (Éxo 4:22 s).

Tras la liberación de Egipto, y una vez convertido en soberano de Israel, el Señor guía y protege a su pueblo por el desierto, dándole el agua (Éxo 15:22-27; Éxo 17:1-7) y el alimento (Éxo 16:1-36) necesarios para sobrevivir; ayudándolo a superar otras dificultades externas e internas (Éxo 17:8-16; Éxo 18:1-27). Viene luego el Sinaí, escenario de la alianza entre Dios y su pueblo (véase especialmente Éxo 19:3-8; Éxo 24:3-8; Éxo 34:10-27). La alianza aparece aquí trabada primero con la teofanía y la ley (Éxo 19:3 - Éxo 24:11) y luego con el santuario (Éxo 24:12 - Éxo 40:38). Si el santuario pretende asegurar la presencia del Señor en medio de su pueblo, la alianza trata de establecer una relación entre ambos.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Exodo  40,1-38*19-40 Con la llegada al Sinaí se alcanza una meta importante en la marcha por del desierto. La montaña será el escenario de acontecimientos decisivos para el pueblo de Israel.


Exodo  40,1-38*24:12-40:38 Mientras que la primera y la última parte de la sección (Éxo 24:1-18; Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 28:1-43; Éxo 29:1-46; Éxo 30:1-38; Éxo 31:1-18 y Éxo 35:1-35; Éxo 36:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31; Éxo 39:1-43; Éxo 40:1-38) giran en torno al Santuario, la parte central gravita en torno al becerro de oro y la alianza renovada (Éxo 32:1-35; Éxo 33:1-23; Éxo 34:1-35). La nube y la gloria del Señor, símbolos de la presencia divina, abren y cierran la sección (Éxo 24:15-18 y Éxo 40:34-38).