1
Complot para matar a Jesús Mc 14,1s; Lc 22,1s; cfr. Jn 11,47-57
Cuando terminó este discurso, Jesús dijo a sus discípulos: | 1 VII.Pasión y resurrección Conspiración contra Jesús. Y sucedió que, cuando acabó Jesús todos estos discursos, dijo a sus discípulos: |
2 – Ya saben que dentro de dos días se celebra la Pascua y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado. | 2 «Sabéis que dentro de dos días es la Pascua; y el Hijo del hombre va a ser entregado para ser crucificado.» |
3 Entonces se reunieron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo en casa del sumo sacerdote Caifás, | 3 Entonces los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el palacio del Sumo Sacerdote, llamado Caifás; |
4 y se pusieron de acuerdo para apoderarse de Jesús mediante un engaño y darle muerte. | 4 y se pusieron de acuerdo para prender a Jesús con engaño y darle muerte. |
5 Pero añadieron que no debía ser durante las fiestas, para que no se amotinara el pueblo. | 5 Decían sin embargo: «Durante la fiesta no, para que no haya alboroto en el pueblo.» |
6
Unción en Betania Mc 14,3-9; cfr. Lc 7,36-50; Jn 12,1-8
Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el Leproso, | 6 Unción en Betania. Hallándose Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, |
7 se le acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume de mirra carísimo y se lo derramó en la cabeza mientras estaba a la mesa. | 7 se acercó a él una mujer que traía un frasco de alabastro, con perfume muy caro, y lo derramó sobre su cabeza mientras estaba a la mesa. |
8 Al verlo, los discípulos dijeron indignados: –¿Por qué este derroche? | 8 Al ver esto los discípulos se indignaron y dijeron: «¿Para qué este despilfarro? |
9 Se podía haber vendido bien caro para dar el producto a los pobres. | 9 Se podía haber vendido a buen precio y habérselo dado a los pobres.» |
10 Jesús se dio cuenta y les dijo: –¿Por qué molestan a esta mujer? Ha hecho una obra buena conmigo. | 10 Mas Jesús, dándose cuenta, les dijo: «¿Por qué molestáis a esta mujer? Pues una “obra buena” ha hecho conmigo. |
11 A los pobres los tendrán siempre cerca, a mí no siempre me tendrán. | 11 Porque pobres tendréis siempre con vosotros, pero a mí no me tendréis siempre. |
12 Al derramar el perfume sobre mi cuerpo, estaba preparando mi sepultura. | 12 Y al derramar ella este ungüento sobre mi cuerpo, en vista de mi sepultura lo ha hecho. |
13 Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se proclame la Buena Noticia, se mencionará lo que ha hecho ella. | 13 Yo os aseguro: dondequiera que se proclame esta Buena Nueva, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho para memoria suya.» |
14
Traición de Judas Mc 14,10s; Lc 22,3-6
Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, se dirigió a los sumos sacerdotes | 14 Traición de Judas. Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes, |
15 y les propuso: –¿Qué me dan si lo entrego a ustedes? Ellos se pusieron de acuerdo en treinta monedas de plata. | 15 y les dijo: «¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?» Ellos le asignaron treinta monedas de plata. |
16 Desde aquel momento buscaba una ocasión para entregarlo. | 16 Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle. |
17
Pascua y Eucaristía Mc 14,12-16; Lc 22,7-13
El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: –¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua? | 17 Preparativos para la cena pascual. El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer la Pascua?» |
18 Él les contestó: – Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: El maestro dice: mi hora está próxima; en tu casa celebraré la Pascua con mis discípulos. | 18 Él les dijo: «Id a la ciudad, a un tal, y decidle: “El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos.”» |
19 Los discípulos prepararon la cena de Pascua siguiendo las instrucciones de Jesús. | 19 Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. |
20
Mc 14,17-21; Lc 22,21-23; cfr. Jn 13,21-30
Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. | 20 Anuncio de la traición de Judas. Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. |
21 Mientras comían, les dijo: – Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar. | 21 Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará.» |
22 Muy tristes, empezaron a preguntarle uno por uno: –¿Soy yo, Señor? | 22 Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?» |
23 Él contestó: – El que se ha servido de la misma fuente que yo, ése me entregará. | 23 Él respondió: «El que ha metido conmigo la mano en el plato, ése me entregará. |
24 El Hijo del Hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay de aquél por quien el Hijo del Hombre será entregado! Más le valdría a ese hombre no haber nacido. | 24 El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!» |
25 Le dijo Judas, el traidor: –¿Soy yo, maestro? Le respondió Jesús: – Tú lo has dicho. | 25 Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso, Rabbí?» Dícele: «Tú lo has dicho.» |
26
Mc 14,22-25; Lc 22,14-20; cfr. Jn 6,51-59; 1Cor 11,23-25
Mientras cenaban, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos diciendo: – Tomen y coman, esto es mi cuerpo. | 26 Institución de la Eucaristía. Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.» |
27 Tomando la copa, pronunció la acción de gracias y se la dio diciendo: – Beban todos de ella, | 27 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, |
28 porque ésta es mi sangre de la alianza, que se derrama por todos para el perdón de los pecados. | 28 porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. |
29 Les digo que en adelante no beberé de este fruto de la vid hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el reino de mi Padre. | 29 Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.» |
30
Anuncio del abandono Mc 14,26-31; Lc 22,31-34; cfr. Jn 13,36-38
Cantaron los salmos y salieron hacia el monte de los Olivos. | 30 Predicción de las negaciones de Pedro. Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. |
31 Entonces Jesús les dijo: – Esta noche todos van a fallar por mi causa, como está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño. | 31 Entonces les dice Jesús: «Todos vosotros vais a escandalizaros de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño . |
32 Pero cuando resucite, iré delante de ustedes a Galilea. | 32 Mas después de mi resurrección, iré delante de vosotros a Galilea.» |
33 Pedro le contestó: – Aunque todos fallen esta noche, yo no fallaré. | 33 Pedro intervino y le dijo: «Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.» |
34 Jesús le respondió: – Te aseguro que esta noche, antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces. | 34 Jesús le dijo: «Yo te aseguro: esta misma noche, antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces.» |
35 Pedro le replicó: – Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Lo mismo dijeron los demás discípulos. | 35 Dícele Pedro: «Aunque tenga que morir contigo, yo no te negaré.» Y lo mismo dijeron también todos los discípulos. |
36
Oración en el huerto Mc 14,32-42; Lc 22,39-46; cfr. Jn 18,1
Entonces Jesús fue con ellos a un lugar llamado Getsemaní y dijo a sus discípulos: – Siéntense aquí mientras yo voy allá a orar. | 36 Agonía de Jesús. Entonces va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: «Sentaos aquí, mientras voy allá a orar.» |
37 Tomó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y empezó a sentir tristeza y angustia. | 37 Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. |
38 Les dijo: – Siento una tristeza de muerte; quédense aquí, y permanezcan despiertos conmigo. | 38 Entonces les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo.» |
39 Se adelantó un poco y, postrado su rostro en tierra, oró así: – Padre, si es posible, que se aparte de mí esta copa. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. | 39 Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieres tú.» |
40 Volvió a donde estaban los discípulos. Los encontró dormidos y dijo a Pedro: –¿Será posible que no han sido capaces de estar despiertos una hora conmigo? | 40 Viene entonces a los discípulos y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo? |
41 Estén atentos y oren para no caer en la tentación. El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. | 41 Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.» |
42 Por segunda vez se alejó a orar: – Padre, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, que se haga tu voluntad. | 42 Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: «Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.» |
43 Volvió de nuevo y los encontró dormidos, porque tenían mucho sueño. | 43 Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados. |
44 Los dejó y se apartó por tercera vez repitiendo la misma oración. | 44 Los dejó y se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. |
45 Después se acercó a los discípulos y les dijo: –¡Todavía dormidos y descansando! Está próxima la hora en que el Hijo del Hombre será entregado en poder de los pecadores. | 45 Viene entonces a los discípulos y les dice: «Ahora ya podéis dormir y descansar. Mirad, ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. |
46 Levántense, vamos; ¡miren! se acerca el que me entrega. | 46 ¡Levantaos!, ¡vámonos! Mirad que el que me va a entregar está cerca.» |
47
Arresto de Jesús Mc 14,43-52; Lc 22,47-53; cfr. Jn 18,2-12
Todavía estaba hablando cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de gente armada de espadas y palos, enviada por los sacerdotes y los ancianos del pueblo. | 47 Prendimiento de Jesús. Todavía estaba hablando, cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo numeroso con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. |
48 El traidor les había dado una contraseña: Al que yo bese, ése es; arréstenlo. | 48 El que le iba a entregar les había dado esta señal: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es; prendedle.» |
49 Enseguida, acercándose a Jesús le dijo: –¡Buenas noches, maestro! Y le dio un beso. | 49 Y al instante se acercó a Jesús y le dijo: «¡Salve, Rabbí!», y le dio un beso. |
50 Jesús le dijo: – Amigo, ¿a qué has venido? Entonces se acercaron, le echaron mano y arrestaron a Jesús. | 50 Jesús le dijo: «Amigo, ¡a lo que estás aquí!» Entonces aquéllos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron. |
51 Uno de los que estaban con Jesús desenvainó la espada y de un tajo cortó una oreja al sirviente del sumo sacerdote. | 51 En esto, uno de los que estaban con Jesús echó mano a su espada, la sacó e, hiriendo al siervo del Sumo Sacerdote, le llevó la oreja. |
52 Jesús le dijo: – Envaina la espada: Quien a espada mata, a espada muere. | 52 Dícele entonces Jesús: «Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen espada, a espada perecerán. |
53 ¿Crees que no puedo pedirle al Padre que me envíe enseguida más de doce legiones de ángeles? | 53 ¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición más de doce legiones de ángeles? |
54 Pero entonces, ¿cómo se cumplirá lo que está escrito, que esto tiene que suceder? | 54 Mas, ¿cómo se cumplirían las Escrituras de que así debe suceder?» |
55 Entonces Jesús dijo a la multitud: – Como si se tratara de un asaltante han salido armados de espadas y palos para capturarme. Diariamente me sentaba en el templo a enseñar y no me arrestaron. | 55 En aquel momento dijo Jesús a la gente: «¿Como contra un salteador habéis salido a prenderme con espadas y palos? Todos los días me sentaba en el Templo para enseñar, y no me detuvisteis. |
56 Pero todo eso sucede para que se cumplan las profecías. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron. | 56 Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas.» Entonces todos los discípulos le abandonaron y huyeron. |
57
Jesús ante el Consejo Mc 14,53-65; Lc 22,54s.63-71; cfr. Jn 18,13s.19-24
Los que lo habían arrestado lo condujeron a casa del sumo sacerdote Caifás, donde se habían reunido los letrados y los ancianos. | 57 Jesús ante el Sanedrín. Los que prendieron a Jesús le llevaron ante el Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y los ancianos. |
58 Pedro le fue siguiendo a distancia hasta el palacio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los empleados para ver en qué acababa aquello. | 58 Pedro le iba siguiendo de lejos hasta el palacio del Sumo Sacerdote; y, entrando dentro, se sentó con los criados para ver el final. |
59 Los sumos sacerdotes y el Consejo en pleno buscaban un testimonio falso contra Jesús que permitiera condenarlo a muerte. | 59 Los sumos sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando un falso testimonio contra Jesús con ánimo de darle muerte, |
60 Y, aunque se presentaron muchos testigos falsos, no lo encontraron. Finalmente se presentaron dos | 60 y no lo encontraron, a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos. Al fin se presentaron dos, |
61 que declararon: –Éste ha dicho: Puedo derribar el santuario de Dios y reconstruirlo en tres días. | 61 que dijeron: «Éste dijo: Yo puedo destruir el Santuario de Dios, y en tres días edificarlo.» |
62 El sumo sacerdote se puso en pie y le dijo: –¿No respondes a lo que éstos declaran contra ti? | 62 Entonces, se levantó el Sumo Sacerdote y le dijo: «¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti?» |
63 Pero Jesús seguía callado. El sumo sacerdote le dijo: – Por el Dios vivo te conjuro para que nos digas si eres el Mesías, el Hijo de Dios. | 63 Pero Jesús callaba. El Sumo Sacerdote le dijo: «Te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.» |
64 Jesús le respondió: – Tú lo has dicho. Y añado que desde ahora verán al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Todopoderoso y llegando en las nubes del cielo. | 64 Dícele Jesús: «Tú lo has dicho. Pero os digo que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y viniendo sobre las nubes del cielo.» |
65 Entonces el sumo sacerdote, rasgándose sus vestiduras, dijo: –¡Ha blasfemado! ¿Qué falta nos hacen los testigos? Acaban de oír la blasfemia. | 65 Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestidos y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. |
66 ¿Cuál es el veredicto de ustedes? Respondieron: – Reo de muerte. | 66 ¿Qué os parece?» Respondieron ellos diciendo: «Es reo de muerte.» |
67 Entonces le escupieron al rostro, le dieron bofetadas y lo golpeaban | 67 Entonces se pusieron a escupirle en la cara y a abofetearle; y otros a golpearle, |
68 diciendo: – Mesías, adivina quién te ha pegado. | 68 diciendo: «Adivínanos, Cristo.¿Quién es el que te ha pegado?» |
69
Negaciones de Pedro Mc 14,66-72; Lc 22,56-62; cfr. Jn 18,15-18.25-27
Pedro estaba sentado fuera, en el patio. Se le acercó una sirvienta y le dijo: – Tú también estabas con Jesús el Galileo. | 69 Negaciones de Pedro. Pedro, entretanto, estaba sentado fuera en el patio; y una criada se acercó a él y le dijo: «También tú estabas con Jesús el Galileo.» |
70 Él lo negó delante de todos: – No sé lo que dices. | 70 Pero él lo negó delante de todos: «No sé qué dices.» |
71 Salió al portal, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: –Éste estaba con Jesús el Nazareno. | 71 Cuando salía al portal, le vio otra criada y dijo a los que estaban allí: «Éste estaba con Jesús el Nazoreo.» |
72 De nuevo lo negó jurando que no conocía a aquel hombre. | 72 Y de nuevo lo negó con juramento: «¡Yo no conozco a ese hombre!» |
73 Al poco tiempo se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: – Realmente tú eres uno de ellos, el acento te delata. | 73 Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: «¡Ciertamente, tú también eres de ellos, pues además tu misma habla te descubre!» |
74 Entonces empezó a echar maldiciones y a jurar que no lo conocía. En ese momento cantó el gallo | 74 Entonces él se puso a echar imprecaciones y a jurar: «¡Yo no conozco a ese hombre!» Inmediatamente cantó un gallo. |
75 y Pedro recordó lo que había dicho Jesús: Antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces. Y saliendo afuera, lloró amargamente. | 75 Y Pedro se acordó de aquello que le había dicho Jesús: «Antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces.» Y, saliendo fuera, lloró amargamente. |