Sabiduría 7 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 29 versitos |
1 También yo soy un hombre mortal como todos | y descendiente del primero, formado de la tierra. | En el vientre materno fue modelada mi carne,
2 durante diez meses me fui consolidando en su sangre, | a partir de la simiente viril y del placer compañero del sueño.
3 Al nacer, también yo respiré el aire común | y al caer en la tierra que a todos recibe, | lo primero que hice, como todos, fue llorar.
4 Me criaron con mimos, entre pañales.
5 Ningún rey empezó de otro modo su existencia:
6 la entrada y la salida de la vida son iguales para todos.
7 ° Por eso, supliqué y me fue dada la prudencia, | invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría.
8 La preferí a cetros y tronos | y a su lado en nada tuve la riqueza.
9 No la equiparé a la piedra más preciosa, | porque todo el oro ante ella es un poco de arena | y junto a ella la plata es como el barro.
10 La quise más que a la salud y la belleza | y la preferí a la misma luz, | porque su resplandor no tiene ocaso.
11 Con ella me vinieron todos los bienes juntos, | tiene en sus manos riquezas incontables.
12 Disfruté de todos, porque la sabiduría los trae, | aunque yo ignoraba que ella era su madre.
13 Sin engaño la aprendí, sin envidia la comparto | y no escondo sus riquezas;
14 porque es un tesoro inagotable para los hombres: | los que lo adquieren se ganan la amistad de Dios, | pues los dones de la instrucción los recomienda.
15 Que Dios me conceda hablar con conocimiento | y tener pensamientos dignos de sus dones, | porque él es el mentor de la sabiduría | y el adalid de los sabios.
16 En sus manos estamos nosotros y nuestras palabras, | toda prudencia y toda inteligencia práctica.
17 Él me concedió la verdadera ciencia de los seres, | para conocer la estructura del cosmos y las propiedades de los elementos,
18 el principio, el fin y el medio de los tiempos, | la alternancia de los solsticios y la sucesión de las estaciones,
19 los ciclos del año y la posición de las estrellas,
20 la naturaleza de los animales y el instinto de las fieras, | el poder de los espíritus y los pensamientos de los hombres, | las variedades de las plantas y las virtudes de las raíces.
21 He llegado a conocerlo todo, lo oculto y lo manifiesto, | porque la sabiduría, artífice de todo, me lo enseñó.
22 ° La sabiduría posee un espíritu inteligente, santo, | único, múltiple, sutil, ágil, penetrante, inmaculado, | diáfano, invulnerable, amante del bien, agudo,
23 incoercible, benéfico, amigo de los hombres, | firme, seguro, sin inquietudes, | que todo lo puede, todo lo observa, | y penetra todos los espíritus, | los inteligentes, los puros, los más sutiles.
24 La sabiduría es más móvil que cualquier movimiento | y en virtud de su pureza lo atraviesa y lo penetra todo.
25 Es efluvio del poder de Dios, | emanación pura de la gloria del Omnipotente; | por eso, nada manchado la alcanza.
26 Es irradiación de la luz eterna, | espejo límpido de la actividad de Dios | e imagen de su bondad.
27 Aun siendo una sola, todo lo puede; | sin salir de sí misma, todo lo renueva | y, entrando en las almas buenas de cada generación, | va haciendo amigos de Dios y profetas.
28 Pues Dios solo ama a quien convive con la sabiduría.
29 Ella es más bella que el sol | y supera a todas las constelaciones. | Comparada con la luz del día, sale vencedora, | porque la luz deja paso a la noche, | mientras que a la sabiduría no la domina el mal.

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Introducción a Sabiduría

SABIDURÍA

Es este el último libro, cronológicamente hablando, del Antiguo Testamento. Su autor, que se presenta en la primera parte como el rey Salomón (un nuevo caso de ficción literaria), fue un judío profundamente religioso de la diáspora alejandrina. Abierto a la cultura griega y auténtico conocedor de la tradición de sus antepasados, escribió su obra probablemente en Alejandría de Egipto en los primeros años del reinado de Augusto (30 a.C.-14 d.C.). Se dirige en primer lugar a sus compatriotas judíos, cuya fidelidad al yahvismo estaba en peligro por el auge de la civilización alejandrina (escuelas filosóficas, religiones mistéricas, astrología, hermetismo, cultos populares) y también al mundo pagano, especialmente a los ambientes más sensibles a la problemática religiosa. Aunque en su composición se sirve de conceptos, categorías y términos de la filosofía platónica, del estoicismo y del epicureísmo para trasmitir su mensaje, su principal fuente de inspiración es, sin duda alguna, el Antiguo Testamento: Ley, Profetas y Escritos. Es un sabio de Israel, cuyo pensamiento se nutre de la Escritura y cuya máxima preocupación es exhortar a la búsqueda de la sabiduría como camino para llegar a Dios.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Sabiduría 7,1-30*6-9 Estos capítulos forman la segunda parte del libro, dedicada a la sabiduría. Para dar más autoridad a sus palabras y poder dirigirse con mayor facilidad a los reyes y gobernantes, el autor se transforma en el rey Salomón, el rey sabio por excelencia según la tradición. Después de una exhortación de carácter universalista destinada a los que dirigen las naciones, Salomón hace un elogio de la sabiduría (Sab 7:1-30; Sab 8:1-21) y eleva una oración al Señor en la que le pide el don de la sabiduría para gobernar y juzgar al pueblo con justicia (Sab 9:1-18).


Sabiduría 7,7-14*7:7-14 Este pasaje evoca el episodio del «sueño de Gabaón», narrado en 1Re 3:4-15 y 2Cr 1:1-13, y presenta la sabiduría como un don del Señor fruto de la oración.
Sabiduría 7,22-30*7:22-8:21 Texto fundamental del libro, el autor hace el elogio de la sabiduría, que consiste en explicar su naturaleza, origen y acciones. En Sab 7:22-24 identifica la sabiduría con el espíritu que hay en ella; dicho espíritu presenta veintiún atributos (el resultado de 3x7, dos números que indican la máxima perfección) que se aplican a la misma sabiduría. En Sab 7:25 s pone de manifiesto la estrecha relación entre Dios y la sabiduría. En Sab 7:27-30; Sab 8:1 revela la doble acción de la sabiduría: gobernar el mundo y formar a los amigos de Dios y a los profetas.