Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
28. Ruina de Samaría.
Los capítulos 28-35 suelen considerarse como un grupo especial de profecías caracterizadas por empezar todas por la palabra conminatoria ¡Ay!
Los capítulos 28-33 están constituidos por oráculos del tiempo de Ezequías, mientras que los capítulos 34-35 son de tipo escatológico.
La autenticidad del c.28 es generalmente admitida, si bien algunos exceptúan los v.5-6, por razones métricas y de estilo. La parte relativa a Samaría (1-4) se supone que es anterior a la caída de ésta en el 721 antes de Cristo, si bien no es posible precisar si es del tiempo de la guerra siro-efraimita (733) o posterior, cuando estaban ya cerca las tropas de Salmanasar V, dispuestas a atacar a Samaría. Como no se menciona a Damasco, aliada de Samaría contra Jerusalén, se supone que la profecía es más bien de los tiempos inmediatos a la caída de aquélla.
Amenaza contra Samaría (1-4).
1 Ay de la corona soberbia, de los ebrios de Efraím y de la flor marchita de su esplendoroso ornato, que (se alza) sobre la cima del fértil valle, de los que se atracan de vino. 2 He aquí que el Señor dispone de un fuerte y poderoso, como turbonada de granizo, como huracán devastador, como chaparrón impetuoso de aguas torrenciales, que derriba a tierra con violencia. 3 Será hollada con los pies en la corona soberbia de los ebrios de Efraím, 4y la flor marchita de su esplendoroso ornato, que (se alza) sobre la cima del fértil valle, será como breva tempranera que se adelanta a la cosecha, que, en viéndola, apenas se la tiene en la mano, se la traga. El oráculo se abre con un apostrofe contra Samaría:
corona soberbia. sobre la cima de un fértil valle, que es la mejor definición de su posición geográfica, sobre una colina redonda, con sus calles escalonadas, rodeada por otras colinas, formando como una
corona o guirnalda, colocada sobre la cabeza de los ebrios, entregados a todos los excesos sensuales (cf.
Sab_2:7ss: coronémonos de rosas.). La corrupción sensual de los nobles de Efraím (tribu principal del reino del norte, que aparece como sinónima de éste y de su capital, Samaría) había sido desenmascarada unos años antes por Amos (
Sab_6:1ss). Por eso, la frase
ebrios de Efraím adquiere todo su realismo en esta descripción. Samaría es como una
corona adornada con flores
marchitas de los entregados a la orgía. Es una
flor marchita (v.1) porque está próxima a la ruina y a perder su orgulloso esplendor. Los palacios de Samaría eran famosos por sus labores de marfil y por su fastuosidad. La corrupción moral consiguiente al período de prosperidad debido a Jeroboam II llegó a su colmo pocos años antes de su ruina. Las dinastías se sucedieron con rapidez increíble, porque no había más ley que la fuerza y la espada. El castigo sobre la ciudad corrompida vendrá enviado por Dios, que tiene reservado un instrumento punitivo (
un fuerte y poderoso, como turbonada de granizo., v.a), que es el ejército asirio, que ya entonces había tomado Siria y se disponía a emprender sus incursiones por Palestina. Teglatfalasar III había sido el iniciador de las grandes conquistas en la costa del Mediterráneo. Su sucesor, Salmanasar V (727-722), las continuaría, y pondría sitio a Samaría (722); pero el conquistador real de ésta sería Sargón II (721-705). Y Samaría será para los conquistadores asirios como una
breva tempranera (v.4), que se come con toda ilusión por ser las primicias de los frutos, y aparecer unos dos meses antes de los otros normales (en junio, mientras que el fruto normal de la higuera madura en agosto en Palestina). Samaría, pues, sería las primicias de las conquistas de los asirios en Palestina, y por eso su conquista constituía una verdadera ilusión para los asirios l
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La gloria de los tiempos mesiánicos (5-6).
5 En aquel día Yahvé de los ejércitos será corona de gloria y diadema de hermosura para las reliquias de su pueblo, 6 espíritu de juicio para el que se sienta en juicio, y de valentía para los que rechazan la batalla hasta la puerta. La idea de la
corona le trae, por asociación de ideas y por contraste, la verdadera
corona de gloria, que es Yahvé para su pueblo. De nuevo el profeta, después de anunciar un castigo inminente para su pueblo,
se vuelve a los tiempos mesiánicos para sembrar esperanza y confianza en Dios. Todas las crisis nacionales son limitadas, porque hay una promesa de gloria para el pueblo elegido. Para que el auditorio no se dejara llevar demasiado por el horizonte negro de castigo que acababa de presentar, les pone ante los ojos esta nueva perspectiva gloriosa. En toda catástrofe nacional se salvará un resto (
las reliquias de su pueblo),
que será heredero de las promesas de rehabilitación y núcleo de resurrección nacional en los tiempos mesiánicos. Y en la época mesiánica habrá un
ambiente de equidad, porque Yahvé infundirá un espíritu de juicio (cf.
Isa_11:2) en los gobernantes (v.6), de modo que juzguen conforme a justicia y no se dejen llevar del cohecho o de la acepción de personas. Además, Yahvé infundirá espíritu
de valentía a los guerreros que se vean obligados a rechazar al enemigo hasta la puerta fuera de la ciudad (
los que rechazan la batalla hasta la puerta, v.6) 2.
Corrupción de los sacerdotes y profetas (7-8).
7 Y también ellos se tambalean por el vino y vacilan por los licores. Sacerdotes y profetas se tambalean por los licores, se ahogan en vino, titubean por los licores, vacilan por las bebidas fuertes, se tambalean en la visión, tropiezan en los juicios. 8 Porque todas las mesas están llenas de vómitos e inmundicias, no hay lugar para más.
El profeta había expuesto la situación de orgía entre los jefes de Samaría, pero también en Jerusalén se respira el mismo ambiente (v.7). Sobre todo, los que tenían más obligación de dar ejemplo y dirigir al pueblo son los más degenerados. Eran los enemigos de la predicación de los verdaderos profetas, que preconizaban una política de abandono en Dios y no alianza con potencias extranjeras. La descripción es sumamente plástica. Por efecto del vino, los
profetas no aciertan a dar el sentido de sus
visiones, e.d., no pueden comunicar el oráculo divino, que era privativo de los profetas, ni los
sacerdotes pueden dar rectos juicios (v.8). Según
Deu_17:8;
Deu_19:17, los sacerdotes eran los encargados de las cuestiones judiciales.
Diálogo entre Isaías y sus adversarios (9-13).
9 ¿A quién va a enseñar ciencia y a quién hará entender los oráculos? 3 ¿A los recién destetados, a los arrancados de los pechos? 10 Porque: Tsaw latsaw, tsaw latsaw, qaw laqaw, qaw laqaw, zer sham, zer sham4 11Pues por balbucientes de labios y con lengua extranjera hablará a este pueblo. 12Aquel que les dijo: Este es el reposo, dad reposo al fatigado, y éste es el descanso; pero no quisieron escuchar, 13 y será para ellos palabra de Yahvé: Tsaw latsaw, tsaw latsaw, qaw laqaw, qaw laqaw, zer sham, zer sham, para que anden y caigan de espaldas y sean quebrantados, tomados en el lazo y aprisionados. Los sacerdotes y profetas se sienten heridos en su amor propio ante la acusación de Isaías contra su depravada conducta, y por eso dicen:
¿A quién va a enseñar ciencia? Este oficio era privativo de ellos, y por eso consideran a Isaías como un ingenuo intruso en sus oficios. Y los profetas, por su parte, le dicen:
¿A quién hará entender los oráculos? lo que era privativo de los
profetas, públicamente reconocidos por el Estado como ellos. El profeta Isaías transcribe con ironía materialmente los balbuceos de esos sacerdotes y profetas en estado de embriaguez y atolondramiento:
tsaw, latsaw. No obstante, las traducciones de estas palabras han sido variadísimas entre los comentaristas5. Sin embargo, parece que Isaías recoge las palabras burlonas de sus adversarios y les anuncia un castigo terrible; pues si ellos ahora balbucean irónicamente con palabras entre dientes e ininteligibles, esto será un anticipo del balbuceo de unos invasores que hablan lenguas extrañas, los asirios. Dios les hablará, pero
por balbucientes de labios y con lengua extranjera, e.d., traerá un ejército como instrumento de su justicia, que los castigará, profiriendo palabras para ellos ininteligibles (v.11). Y a continuación enuncia sus principios de política internacional: En vez de fatigarse yendo de aquí para allá en busca de alianzas extranjeras, lo mejor es que estén tranquilos confiando en Yahvé (
éste es el reposo., v.12), dejando tranquilo al pobre pueblo,
fatigado de tantos tributos para preparativos bélicos. Pero, puesto que no han querido entender este lenguaje sencillo de
reposo del Señor, éste les hablará en un lenguaje que remedará ese lenguaje burlón que han empleado con el profeta (
tsaw, latsaw., ?.13), es decir, les enviará a un ejército que habla una lengua extraña, que los hará caer de espaldas, y serán tomados prisioneros.
Falsa presunción de los jefes israelitas (14-22).
14 Oíd, pues, burlones, la palabra de Yahvé; dominadores de este pueblo que está en Jerusalén. 15 Porque dijisteis: Hemos hecho pacto con la muerte, nos hemos concertado con el seol; el azote desencadenado pasará sin llegar a nosotros, porque nos hemos hecho de la mentira abrigo, de la perfidia refugio. 16 Por eso dice el Señor Yahvé: He aquí que he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, piedra angular, de precio, sólidamente asentada; el que en ella se apoye no titubeará. 17 Y del derecho haré regla, y de la justicia haré nivel. Y la granizada echará abajo el abrigo de la mentira, y las aguas torrenciales inundarán el refugio. 18 Vuestro pacto con la muerte será roto 7, y vuestra convención con el seol no subsistirá; cuando el azote desencadenado pase, os aplastará; 19 siempre que pase, os tomará y pasará todas las mañanas, de día y de noche, y su espantoso terror os servirá de lección 8. 20 Porque la cama será corta para estirarse, y la manta demasiado estrecha para envolverse. 21 Porque se alzará Yahvé como en el monte de Perasim, y rugirá la cólera como en el valle de Gabaón, para realizar su obra, obra extraordinaria; para hacer su obra, obra inaudita. 22 Y ahora no os burléis, no sea que se aprieten vuestras ataduras, pues decretada está la ruina sobre toda la tierra. Yo se lo he oído al Señor, Yahvé de los ejércitos. El profeta se encara con sus adversarios, que hacen mofa de su ministerio profético. Se consideran superiores a él y como dominando la situación. Su loca autosuficiencia les hace creer que se hallan a salvo de todo peligro, y consideran a Isaías como a profeta de mal agüero. No: creen que les alcanzará el
azote, porque han hecho
pacto con la muerte,., con el seol, para que les respete sus vidas. El
seol, como morada de la muerte, era insaciable en su exigencia de vidas humanas; por eso se le llama el insaciable9. Pero los jefes de Jerusalén creen que no les afectará el peligro de muerte. En todo esto hay un fuerte dejo de ironía 10. Además han acudido a todos los medios diplomáticos de falsedad para librarse del peligro, sin excluir la traición:
Hemos hecho de la mentira abrigo, de la perfidia refugio (v. 15). Dios va a poner una
piedra angular probada (v.16) como fundamento de un nuevo edificio, que es la nueva teocracia establecida en Sión; y esa piedra simboliza el
resto de bendición o núcleo de restauración sobre
el que se asentará el reino de Dios en su nueva fase definitiva. Esa piedra llevará una inscripción:
El que en ella se apoye no titubeará. Esa piedra es
probada quién acepta a Dios. Ha pasado por la prueba de la tribulación y aceptada con complacencia por parte de Dios, y será la base del nuevo edificio que Yahvé va a edificar
n. Pero ese edificio estará asentado sobre la equidad y la justicia, ya que Dios utilizará como regla y plomada en su edificación el
derecho y la justicia (v.17). Y ese edificio permanecerá en medio de las tormentas, mientras que el abrigo
de la mentira que se han construido los adversarios del profeta desaparecerá cuando llegue el turbión. Los que se libren de uno serán presa de otro. Y de nada les servirán entonces los medios escogidos para librarse del peligro:
la cama será corta para estirarse, y la manta demasiado estrecha para envolverse (v.20), frase proverbial para indicar la escasez de medios de liberación que tendrán a mano. Tendrán que aguantar el turbión a la intemperie y como encogidos por la estrechez material en que se verán. Dios mismo intervendrá en este castigo, como lo hizo en el monte de
Perasim y en Gabaón ayudando a David en la batalla contra los filisteos (
2Sa_5:12-20) 12. Pero ahora Dios hace una obra
extraordinaria e inaudita, e.d., se pondrá al frente de los enemigos de Israel, los asirios invasores, para caer sobre su pueblo. Y el profeta termina con una reconvención por bien de ellos: que no sigan pecando,
burlándose de él, no sea que se aprieten más sus
ataduras (v.22), el yugo asirio. Mientras más prosigan en su política de buscar auxilio en Egipto, olvidándose de Dios, más dura será la represión por parte de los futuros vencedores asirios, que el profeta ve venir ya sobre Palestina. Dios ha decidido ya la invasión asiría, y no resta sino someterse pacíficamente, sin tomar parte en aventuras políticas.
Parábola agrícola (23-29).
23 Atended y oíd mi voz, prestad atención y oíd mi palabra: 24 ¿Acaso está el labrador arando todo el día para sembrar, abriendo y rastrillando su tierra? 25 Después de allanar la superficie, ¿no siembra la neguilla o esparce el comino, o echa el trigo en líneas o la cebada en su sitio y la avena en sus lindes? 26 Su Dios le instruye y le enseña cómo ha de hacer. 27 Pues no se trilla la neguilla con el trillo ni se hace pasar sobre el comino la rueda de la carreta, sino que la neguilla se bate con el palo, y el comino se bate con la vara. 28 Y el trigo, ¿se muele acaso? No, es pisado sin cesar, se hace pasar sobre él la rueda de su carro, pero no se muele. 29 También esto proviene de Yahvé de los ejércitos, cuyo consejo es admirable y cuya sabiduría es grande.
En esta hermosa parábola, tomada de la agricultura, el profeta da una gran lección teológica sobre la marcha de la Providencia divina sobre su pueblo. Dios no obra ciegamente, sólo con el fin de castigar y aniquilar a su pueblo, sino que hace las cosas según las circunstancias exigidas por cada momento. Como el labrador no está siempre cavando o trillando, sino que alterna sus labores según las necesidades, y como no trata igual el trigo que la avena o la neguilla, así Dios en su proceder con el pueblo israelita le trata según merezca en cada momento. El labrador sabe lo que conviene en cada caso, y esta enseñanza la recibió del mismo Dios (v.26). Según los antiguos, la agricultura había sido enseñada por la misma divinidad. Era un oficio tan importante y complicado, que no podía tener el hombre otro instructor que Dios (
Eco_7:15ss) 13. Así, Yahvé dirige el curso de la historia y sabe lo que conviene al pueblo de Israel, y si le castiga no es por capricho, sino por exigencias de su justicia y sabiduría, para hacerlos volver al buen camino. Como el labrador no rotura la tierra por capricho, sino con vistas a la cosecha, así Dios castiga para bien de su pueblo, para prepararlos a la era de justicia y paz mesiánicas, que es la meta del pueblo escogido. Tal es la gran lección de esta bellísima parábola.
1 La imagen con este sentido es corriente en los Profetas (cf.
Ose_9:10;
Miq_7:1;
Nah_3:12;
Jer_24:2. 2 Algunos autores, por razones métricas, creen que estos dos versículos son adición posterior, pero la psicología profética es muy especial, y no siempre sigue nuestras categorías lógicas occidentales. 3 Literalmente en hebreo, lo que se oye, e.d., el comunicado divino u oráculo. 4 Muchos autores prefieren traducir estas palabras de un supuesto balbuciente; así Skin-ner traslada: porque precepto sobre precepto, regla sobre regla, un poco aquí, un poco allá (223). También lo entiende así Dennefeld (o.c., 108). En ese caso, el sentido sería que los adversarios del profeta, cansados de sus oráculos y preceptos, le contestarían en un tono balbuciente, en conformidad con su estado de embriaguez: ya estamos cansados de que nos trates como niños destetados, dándonos preceptos y reglas sin fin.. 5 El texto griego traduce: tribulación sobre tribulación, esperanza sobre esperanza, aún un poco, aún un poco. La Peshitta: excremento sobre excremento, excremento sobre excremento, deyección sobre deyección, un poco aquí, un poco allá. La Vulgata: Manda remanda, manda remanda, expecta, reexpecta, modicum ibi, modicum ibi. Y San Jerónimo comenta: Praecipe, impera. exspecta paulisper. venient quae futura praediximus (cf. Condamin, o.c., 182). 7 Literalmente en hebreo, será cubierto. Con un ligero cambio de letras tenemos será roto, que se adapta bien al contexto. 8 Otros traducen: y el entender el oráculo infundirá terror. 9 Cf.
Pro_27:20;
Pro_30:15.' 10 No parece probable la interpretación que supone que ese pacto con la muerte y el seol se refiera a ritos religiosos por los qué se pusieran bajo la protección dé ósiris é Isi.s, divinidades egipcias de la muerte. Esto repugna a la más elemental sensibilidad religiosa hebrea. 11
La tradición ha considerado esa piedra angular como tipo del Mesías, en cuanto que es la culminación del pueblo israelita, el instaurador del nuevo Israel de Dios, que empalmaba con el resto fiel del A.T. 12 Cf.
1Cr_14:11ss (Baal Perasim). Se suele identificar
Perasim con Ras-en Nadir, entre Jerusalén y Jaffa, cerca de Aim Karim. Y
Gabaón con el actual
ed-Gib (véase Vincent,
Jerusalem I p.119). 13 Cf. Virg., Geor. 1.147.