Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
8. Nuevos anuncios de castigo.
Israel, maduro para el castigo (1-3).
1 El Señor, Yahvé, me dio a ver esto: He aquí que había un cestillo de fruta madura, 2 y me dijo: ¿Qué es lo que ves, Amos? Yo le respondí: Un cestillo de fruta madura. Yahvé me dijo: Ha llegado el fin a mi pueblo, Israel. No le perdonaré ya más tiempo. 3 En aquel día se trocarán en lamentaciones los cantos del templo1 oráculo del Señor, Yahvé ; serán muchos los cadáveres, que serán arrojados en silencio en cualquier lugar. Esta visión sigue la línea de las anteriores del c.7. En éstas se había hecho resaltar la longanimidad de Yahvé, que pacientemente perdona a su pueblo; pero la medida de la prevaricación de Israel se ha colmado, y, por tanto, no puede tardar la intervención de la justicia divina, ya que Israel está
maduro para su castigo. La suerte de Israel es expresada en un juego de palabras en hebreo. El profeta ve un
cestillo de fruta (
qayis), que simbolizará el
fin (
qés)
de Israel:
Ha llegado el fin a mi pueblo (v.2). Que pudiéramos parafrasear con un juego aproximado en nuestra lengua: el profeta ve un cestillo de
frutas maduras (es la significación exacta de
qayis),
porque
maduro está Israel para el castigo.
Yahvé no puede soportar más sus reiterados pecados: No
le perdonaré ya mas tiempo. Es el anuncio de la venganza divina, que se manifestará trayendo la ruina al pueblo de Israel. Días de duelo esperan a Israel por sus continuas transgresiones: se
trocaran en lamentaciones los cantos del templo (v.3). Desaparecerán las solemnidades gozosas, porque por doquier se encontrará el macabro espectáculo de los
cadáveres. arrojados en silencio en cualquier lugar 2. La consternación será general, y aun faltarán los tradicionales lamentos de las plañideras. Un
silencio trágico sustituirá las ruidosas solemnidades de los entierros, pues los cadáveres serán
arrojados en cualquier lugar por el invasor asirio.
Voracidad insaciable de los ricos (4-7).
4 Escuchad esto los que aplastáis al pobre y aniquiláis a los desgraciados del país, 5 diciendo: ¿Cuándo pasará el novilunio para que vendamos el trigo, y el sábado para que abramos los graneros, achicaremos el efá, y agrandaremos el siclo, y falsearemos fraudulentamente las balanzas, 6 compraremos por dinero a los débiles, y a los pobres por un par de sandalias, y venderemos hasta las ahechaduras del trigo? 7 Yahvé ha jurado por el orgullo de Jacob: ¡No olvidaré jamás vuestras obras! El profeta vuelve de nuevo a la carga contra las injusticias sociales, como en los primeros capítulos, y presenta a los ricos insaciables de Israel nerviosos por adquirir nuevas ganancias. En su impaciencia por acumular riquezas, se les hacen largos los días feriados del
novilunio (primero de mes) y del
sábado, en que estaban prohibidas las transacciones 3. Además, procuraban hacer todos los fraudes posibles:
achicaremos el efá (medida de áridos, equivalente a unos 39 litros), para dar menos de lo debido, y
agrandaremos el siclo (unos 13 gramos), para exigir más a los compradores (dar menos cantidad a más precio); además se proponen falsear las
balanzas (v.5).
No se puede reflejar mejor la avaricia sin conciencia de las clases pudientes. Abusando de su situación privilegiada, trafican con las conciencias de los pobres, comprándoles
por un par de sandalias (v.6). Aprovechándose de la situación angustiosa de los desheredados por deudas mínimas, les embargan los pocos bienes que tienen y aun los someten a la esclavitud:
compraremos por dinero a los débiles. En contraste con este crimen de pisar la personalidad de los demás comprándola al precio mínimo, se atreven a vender
hasta las ahechaduras del trigo. Todo esto está clamando por la intervención de la mano justiciera de Dios. Por eso
ha jurado por el orgullo de Jacob 4, es decir, a causa de la insolencia y obstinación pecadora de Israel, que no echará en
olvido sus
obras pecaminosas. Su paciencia se está agotando, y aunque aparentemente parece que
olvida las transgresiones de Jacob-Israel, sin embargo, todo, es tenido en cuenta
. para el día de la ira
El día del duelo nacional (8-14).
8 ¿No ha de estremecerse por esto la tierra? En duelo quedarán cuantos la habitan. Alzaráse toda ella como el Nilo, temblará y se abajará como el río de Egipto. 9 Aquel día, dice el Señor, Yahvé, haré que se ponga el sol al mediodía, y en pleno día tenderé tinieblas sobre la tierra. 10 Tornaré en duelo vuestras solemnidades y en elegías vuestros cantos; haré que todos cubran de saco sus ríñones y se rapen las cabezas. Será duelo como el duelo por unigénito, y su remate será un día amargo. 11
Vienen días, dice Yahvé, en que mandaré yo sobre la tierra hambre, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Yahvé, 12 y andarán errantes de mar a mar y de norte al oriente en busca de la palabra de Yahvé, y no la hallarán. 13 Aquel día las hermosas doncellas y los mancebos desfallecerán de sed. 14 Los que juran por el pecado de Samaría y dicen: Vive tu Dios, ¡oh Dan! y Vive tu protector, ¡oh Bersabé! sucumbirán para no levantarse jamás. Los crímenes de Samaría están clamando justicia, y por eso no puede estar lejano el día de Yahvé en que se manifieste la ira divina: ¿No
ha de estremecerse por esto la tierra? (v.8). Antes había aludido a un terremoto 5, y ahora afirma que esto es lo menos que puede suceder por tanta iniquidad. El profeta compara a la tierra con-mocionada por el terremoto a las ondulaciones del Nilo, que sube y baja en tiempo de las crecidas anuales. Estas convulsiones de la tierra irán acompañadas de otras conmociones cósmicas, como eclipses de sol. Los autores recuerdan a este propósito un eclipse total de sol visible en Palestina en el 784 a.C., poco antes de la predicación de Amos, que pudo sugerir la descripción del profeta. Según Driver, hubo también un eclipse de sol visible en Jerusalén en 763 a.C.
En todo caso, la descripción de Amos puede ser meramente literaria, presentando las cosas al estilo apocalíptico 6, sin que ello suponga necesariamente alusión a hechos reales históricos. El profeta lo que quiere destacar es el duelo general, del que participará hasta la misma naturaleza. Desaparecerán las
solemnidades o fiestas bullangueras y todos los signos de alegría, que serán sustituidos por externas manifestaciones de duelo: todos se vestirán de saco y se rasurarán la cabeza, ritos externos tradicionales expresivos de máximo idolor7. Todos los habitantes se sentirán abandonados de Yahvé en medio de una orfandad glacial, y, al verse solos, andarán ansiosos buscando a su Dios:
habrá no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Yahvé (v.11). Ahora rehúsan escuchar a los mensajeros de Dios, los profetas; pero llegarán días que pandarán en busca de un enviado de Yahvé que les comunique algo en su, nombre, y no lo encontrarán;
Como en tiempos de sequía las gentes andan sedientas en busca, de. agua, de un lugar a otro? así entonces
andarán errantes dé mar a mar (del Mediterráneo.al mar Muerto: ,de oeste. a este)
y. del norte al oriente (v.12). Hasta las nuevas generaciones, que constituyen la esperanza de la nación (
las hermosas doncellas y los mancebos, v.13), sentirán la necesidad de la palabra de Yahvé, y, al no encontrarla,
desfallecerán de sed. En estos términos, Amos anuncia que llegarán días muy críticos para la nación, y entonces buscarán consejos y aliento en algún profeta, que les transmita la
palabra de Yahvé, pero no la hallarán.
Es la hora de la invasión del ejército asirio, escogido por Dios como instrumento de castigo sobre el reino infiel de Israel. Sobre todo, los pecados de idolatría reclaman el castigo divino; por eso, los que juran por
el pecado de Samarla (v.14), es decir, el ídolo llamado en
Ose_8:6 el
becerro de Samaría, y los que en general frecuentan los lugares de culto, como Dan (
vive tu Dios, ¡oh Dan!),
en el extremo norte, y de Bersabé (
vive tu protector, ¡oh Bersabé!),
en el sur de Palestina 9,
sucumbirán para no levantarse jamás. Es el anuncio de la ruina total a los habitantes de Israel.
1 Hoonacker, siguiendo a los LXX y a la Vg, traduce: los artesonados del templo se lamentarán en ese día, oráculo de Yahvé (leyendo
shoderot en vez de
shirot). En ese caso, por prosopopeya, se asociarían los artesonados del templo en ruinas a la catástrofe de la ciudad. La  ib.
de Jér.: los cantores del templo se lamentarán. 2 La palabra hebrea Has, que hemos traducido por
en silencio, como construcción adverbial, es traducida por otros comentaristas por
¡silencio! como imperativo. 3 Cf.
2 Rev_4:23. 4 Algunos autores prefieren traducir
por la gloria de Jacob; pero, como en 6:8 se trata abiertamente del
orgullo de Jacob, parece que debemos mantener también aquí la misma traducción. 5 Cf 1:1; 4:11. 6 Cf.
Sof_1:14;
Isa_13:10;
Joe_2:2. 7 Cf.
Isa_3:24;
Miq_1:16;
Jer_6:26;
Zac_12:10. 8 Cf. 4:8. 9 Lit. el TM dice: Vive el camino de Bersabé, aludiendo a la ruta de peregrinos que afluiría a este lugar. Hoonacker, corrigiendo
derej en
dodja, lee tu patrón. Cf. lagrange: RB ßï (1901) p-533·