Marcos 9 Reina Valera (SBU, 1960) | 50 versitos |
1 También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder.
2

La transfiguración

(Mat. 17.1–13; Luc. 9.28–36)

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos.a
3 Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos.
4 Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús.
5 Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
6 Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados.
7 Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado;b a él oíd.
8 Y luego, cuando miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo.
9 Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos.
10 Y guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de los muertos.
11 Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?c
12 Respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas; ¿y cómo está escrito del Hijo del Hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada?
13 Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él.
14

Jesús sana a un muchacho endemoniado

(Mat. 17.14–21; Luc. 9.37–43)

Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos.
15 Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.
16 El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?
17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,
18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.
19 Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.
20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.
21 Jesús preguntó al padre: Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.
22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.
23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.
27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.
28 Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?
29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
30

Jesús anuncia otra vez su muerte

(Mat. 17.22–23; Luc. 9.43–45)

Habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiese.
31 Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día.
32 Pero ellos no entendían esta palabra, y tenían miedo de preguntarle.
33

¿Quién es el mayor?

(Mat. 18.1–5; Luc. 9.46–48)

Y llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino?
34 Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor.d
35 Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.e
36 Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo:
37 El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.f
38

El que no es contra nosotros, por nosotros es

(Luc. 9.49–50)

Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía.
39 Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.
40 Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.g
41 Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.h
42

Ocasiones de caer

(Mat. 18.6–9; Luc. 17.1–2)

Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar.
43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,i
44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado,
46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,j
48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.k
49 Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal.
50 Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis?l Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.

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Introducción a Marcos

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Notas

Marcos 9,1

Tema:

Jesús anuncia su muerte

(Mt. 16.21–28; Lc. 9.22–27)


Marcos 9,2-13

Tema:

La transfiguración

(Mt. 17.1–13; Lc. 9.28–36)


Marcos 9,2-7

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos.a

a 2Pe 1:17-18.


Marcos 9,7

Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado;b a él oíd.

b Mat 3:17; Mar 1:11; Luc 3:22.


Marcos 9,11

Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?c

c Mal 4:5; Mat 11:14.


Marcos 9,14-29

Tema:

Jesús sana a un muchacho endemoniado

(Mt. 17.14–21; Lc. 9.37–43)


Marcos 9,30-32

Tema:

Jesús anuncia otra vez su muerte

(Mt. 17.22–23; Lc. 9.43–45)


Marcos 9,33-37

Tema:

¿Quién es el mayor?

(Mt. 18.1–5; Lc. 9.46–48)


Marcos 9,34

Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor.d

d Luc 22:24.


Marcos 9,35

Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.e

e Mat 20:26-27; Mat 23:11; Mar 10:43-44; Luc 22:26.


Marcos 9,37

El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.f

f Mat 10:40; Luc 10:16; Jua 13:20.


Marcos 9,38-41

Tema:

El que no es contra nosotros, por nosotros es

(Lc. 9.49–50)


Marcos 9,40

Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.g

g Mat 12:30; Luc 11:23.


Marcos 9,41

Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.h

h Mat 10:42.


Marcos 9,42-50

Tema:

Ocasiones de caer

(Mt. 18.6–9; Lc. 17.1–2)


Marcos 9,43

Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,i

i Mat 5:30.


Marcos 9,47

Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,j

j Mat 5:29.


Marcos 9,48

donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.k

k Isa 66:24.


Marcos 9,50

Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis?l Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.

l Mat 5:13; Luc 14:34-35.