Salmos 28 Nueva Traducción Viviente (Tyndale House, 2009) | 9 versitos |
1

Salmo de David.


A ti elevo mi oración, oh SEÑOR, roca mía; no cierres tus oídos a mi voz. Pues si guardas silencio, mejor sería darme por vencido y morir.
2 Escucha mi oración que pide misericordia, cuando clamo a ti por ayuda, cuando levanto mis manos hacia tu santo templo.
3 No me arrastres junto con los perversos —con los que hacen lo malo—, los que hablan con sus vecinos amablemente mientras traman maldades en su corazón.
4 ¡Dales el castigo que tanto merecen! Mídelo en proporción a su maldad. ¡Págales conforme a todas sus malas acciones! Hazles probar en carne propia lo que ellos les han hecho a otros.
5 No les importa nada lo que el SEÑOR hizo ni lo que sus manos crearon. Por lo tanto, él los derrumbará y, ¡jamás serán reconstruidos!
6 ¡Alaben al SEÑOR! Pues él oyó que clamaba por misericordia.
7 El SEÑOR es mi fortaleza y mi escudo; confío en él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias.
8 El SEÑOR le da fuerza a su pueblo; es una fortaleza segura para su rey ungido.
9 ¡Salva a tu pueblo! Bendice a Israel, tu posesión más preciada.* Guíalos como un pastor y llévalos en tus brazos por siempre.

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Introducción a Salmos

Autores: David, Asaf, los hijos de Coré, Salomón, Hemán, Etán y Moisés.

Fecha: Entre el tiempo de Moisés (alrededor del 1440 a.C.) y el cautiverio babilónico (586 a.C.)

Género: Poesía

Resumen: Los Salmos contienen una variedad de temas que cubren todas las áreas de la vida. Sin embargo, el tema central es la alabanza y la adoración a Dios, quien es amoroso y soberano. Además de ser una fuente de consuelo y de alabanza, los Salmos están repletos de profecías acerca de Jesucristo.

Fuente:

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Notas

Salmos 28,9

En hebreo Bendice a tu herencia.