II Samuel  20 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 26 versitos |
1 Se sublevó allí un hombre inicuo cuyo nombre era Samo, hijo de Bicri, de Benjamín, que tocó la trompeta, y dijo:
No tenemos parte con David ni heredad junto con el hijo de Isaí. ¡Vaya cada uno a su morada!
2 Entonces todos los de la casa de Israel dejaron de ir en pos de David y fueron en pos de Samo, hijo de Bicri; pero los hijos de Judá se adhirieron a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén.
3 Cuando llegó David a su palacio en Jerusalén, el rey tomó a las diez mujeres concubinas que había dejado cuidando el palacio, y las recluyó en una casa bajo custodia y las sustentó, pero no se allegó a ellas; y permanecieron recluidas como viudas hasta el día en que murieron.
4 Luego el rey dijo a Amasa: Convócame a reunión a los de la casa de Judá para dentro de tres días, y tú mismo preséntate aquí.
5 Y fue Amasa a convocar a reunión a los de la casa de Judá, pero se retrasó en el tiempo que se le había fijado.
6 Y David dijo a Joab: Ahora Samo, hijo de Bicri, nos perjudica más que Absalón; pero toma contigo a los siervos de tu señor y persíguelo, no sea que encuentre ciudades fortificadas para sí, se subleve también en ellas y nos saque los ojos.
7 Entonces salieron a perseguirlo los compañeros de Joab, los nobles, los soldados y todos los hombres valientes; salieron desde Jerusalén y persiguieron a Samo, hijo de Bicri.
8 Y cuando llegaron a la gran piedra que está en Gabaón, Amasa se presentó ante ellos. Joab estaba vestido con ropa de guerra, y traía sujeta una espada ceñida a sus lomos como una daga; y cuando él salía, empuñó su espada.
9 Entonces Joab dijo a Amasa: La paz sea contigo, hermano mío. Luego Joab tomó con su mano la barba de Amasa y lo besó,
10 pero Amasa no se percató de la espada que empuñaba Joab, y éste lo hirió con ella en su vientre, y sus entrañas cayeron al suelo, y murió sin necesidad de un segundo golpe. Después Joab y su hermano Abisai continuaron persiguiendo a Samo, hijo de Bicri.
11 Y un hombre de los siervos de Joab fue y se paró junto a él, y le preguntó: ¿De quién eres? ¿De los de David que siguen a Joab?
12 Pero Amasa yacía revolcándose en su sangre en medio del camino. Cuando el hombre se dio cuenta de que todo el pueblo se paraba a mirarlo, arrastró a Amasa, lo apartó del camino y lo arrojó en un campo; luego, al darse cuenta de que todos los que pasaban se detenían, le echó un manto encima.
13 Cuando Amasa fue arrastrado fuera del camino, siguieron adelante todos los hombres del pueblo tras Joab para perseguir a Samo, hijo de Bicri.
14 Y habiendo cruzado por todas las tribus de Israel, por Abel-bet-maaca y por todo Barim, lo persiguieron
15 e incursionaron y lo sitiaron en Abel-bet-maaca, poniendo emboscadas contra la ciudad, y colocándola bajo asedio. Y toda la gente que acompañaba a Joab arremetía contra el muro para derribarlo.
16 Entonces una mujer prudente exclamó desde el muro de la ciudad, diciendo: ¡Escuchen, escuchen; digan a Joab que se acerque acá para hablar con él!
17 Cuando Joab se acercó a la mujer, ella le preguntó: ¿Eres tú Joab? Y él le respondió: Yo soy. Entonces ella le dijo: Presta atención a las palabras de tu sierva. Y él respondió: Escucho.
18 Entonces ella, volviendo a hablar, dijo: Antiguamente se decía: “Inquieran exhaustivamente a los profetas, y después destruyan”.
19 ¿Soy yo la que hice restitución a Israel, para que pretendas matar al niño y a su madre en Israel, a fin de hundir la heredad de Yahweh?
20 Pero Joab respondió, diciéndole: ¡Lejos esté de mí que yo hunda o destruya!
21 No es así, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, cuyo nombre es Samo, hijo de Bicri, ha extendido las manos contra el rey David; sólo entréguenmelo, y yo me retiraré de la ciudad. La mujer dijo a Joab: Ahora mismo te será arrojada su cabeza desde el muro.
22 Luego la mujer se dirigió a todo el pueblo con su prudencia, y ellos le cortaron la cabeza a Samo, hijo de Bicri, y se la arrojaron desde el muro a Joab. Entonces Joab tocó la trompeta, y ellos se retiraron de la ciudad, y cada uno se fue a su morada. Después Joab volvió ante el rey en Jerusalén.
23 Y Joab estuvo al mando de todo el ejército de Israel, y Benaías, hijo de Joyada, estaba al mando de los nobles y los trabajadores;
24 Adoniram estaba a cargo del tributo, y Josafat, hijo de Ajilud, era el cronista;
25 Seraías era el escriba, y Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes.
26 También Ara, de Jatir, era sacerdote de David.

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Introducción a II Samuel 

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Notas