Jeremías  6 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 30 versitos |
1 Dense prisa en retirarse de en medio de Jerusalén, oh benjamitas; toquen con sonido de trompeta y alcen estandarte sobre Bet-haquérem, porque del norte traigo el mal y gran quebranto.
2 A una tierna y delicada mujer te he comparado, oh hija de Sion;
3 hacia ella vendrán los pastores junto con sus rebaños; alrededor de ella pondrán sus tiendas; cada quien apacentará en su lugar.
4 Preparen guerra contra ella, y digan: “Levantémonos, ataquemos al mediodía. ¡Ay de nosotros, pues el día ha declinado, y se extendieron las sombras de la noche!
5 “Levantémonos, ataquémosla de noche y destruyamos sus palacios.
6 “Porque así dice Yahweh de los ejércitos: ‘Talen sus árboles, y pongan emboscadas a Jerusalén; ésta es la ciudad que ha sido castigada; toda su calumnia está en su interior.
7 ‘Como cisterna que preserva sus aguas, del mismo modo ella preserva su maldad; en ella se oye hablar de violencia y despojo delante de mí continuamente.
8 ‘Con enfermedades y azotes ha sido corregida Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, no sea que te transforme en desolación, como una tierra despoblada’”.
9 Así dice Yahweh de los ejércitos:
¡Rebusquen! Rebuscarán como en una vid al remanente de Israel; como el vendimiador al rebuscar las uvas, vuelve tu mano.
10 ¿A quién hablaré y advertiré de modo que escuchen? He aquí que sus oídos son incircuncisos y no pueden escuchar. He aquí que la palabra de Yahweh les es afrenta, y no se agradan de ella;
11 pero te llenaste de la ira de Yahweh y te fatigaste; contenla y derrámala a una sobre los niños en las calles y en las reuniones de muchachos; porque será capturado tanto el marido como la mujer, y el anciano junto con el infante.
12 Sus casas serán traspasadas a otros junto con los campos y las mujeres; porque alzaré mi mano contra los moradores del país —declara Yahweh;
13 pues desde el menor hasta el mayor de ellos, todos llevan a cabo estafas, y desde los falsos profetas hasta los sacerdotes, todos practican el engaño,
14 y sanan el quebranto de la hija de mi pueblo con mofas, diciendo: “Paz, paz”, pero no hay paz.
15 Se han avergonzado debido a la abominación que cometieron; sin embargo, del oprobio no se avergüenzan, ni han sabido contenerse. Por tanto, caerán junto con los que caigan, y en el tiempo que yo los castigue serán derribados —declara Yahweh.
16 Así dice Yahweh:
Párense en los caminos y vean; pregunten por los antiguos senderos, y miren cuál es la senda buena y anden por ella, y hallarán reposo para sus almas. Pero dijeron: “No andaremos por ella”.
17 También puse sobre ellos centinelas para que dijeran: “¡Presten atención al sonido de la trompeta!” Sin embargo, ustedes dijeron: “No prestaremos atención”.
18 Por eso, escuchen naciones, y conoce congregación lo que les sucederá.
19 Escucha, oh tierra: He aquí, yo acarreo calamidad contra este pueblo según el fruto de sus maquinaciones, pues no prestaron atención a mis palabras, y en cuanto a mi ley, la rechazaron.
20 ¿Para qué me traen ustedes incienso de Saba y caña aromática de un país distante? No me he complacido en sus holocaustos; sus sacrificios no son de mi agrado.
21 Por tanto, así dice Yahweh: “He aquí que yo pongo piedras de tropiezo a este pueblo, y tropezarán en ellas los padres y los hijos al mismo tiempo; el vecino y su prójimo morirán”.
22 Así dice Yahweh:
He aquí que viene un pueblo de la tierra del norte; una gran nación se despertará de los extremos de la tierra.
23 Están armados con arcos y lanzas; son crueles y no tienen compasión. Su estruendo ruge como el mar, montan a caballo y se disponen como guerreros para la guerra contra ti, oh hija de Sion.
24 Oímos de su fama, y nuestras manos se debilitaron; la angustia se apoderó de nosotros, dolores como de mujer que está de parto.
25 No salgan al campo, ni vayan por el camino, porque la espada del adversario ronda por todas partes. Oh hija de mi pueblo,
26 cíñete de cilicio y revuélcate en ceniza; haz lamentación como por hijo único, haz amarga lamentación porque vendrán de súbito destructores sobre ti.
27 Te he puesto como centinela en medio de mi poderoso pueblo para que conozcas y examines los caminos de ellos.
28 Todos sus gobernantes son rebeldes que andan con engaño; son como el bronce y el hierro. Todos ellos son depravados.
29 Falta el fuelle a su fuego, y de continuo se refina el plomo inútilmente, porque su maldad es sin fin.
30 Los llaman plata desechada porque Yahweh los ha desechado.

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Introducción a Jeremías 

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