Jueces 11 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 40 versitos |
1 Y Jefté el galadita era un guerrero valiente. Él era hijo de una mujer prostituta. Así Galaad engendró a Jefté.
2 La esposa de Galaad le dio a luz hijos; y crecieron los hijos de su esposa y expulsaron a Jefté, pues decían: No heredará en la casa de nuestro padre, porque es hijo de otra mujer.
3 Entonces Jefté huyó ante sus hermanos, y habitó en la tierra de Tauta. Allí se unieron a Jefté hombres indignos que salían con él.
4 Y sucedió después de aquellos días que los amonitas lucharon contra los hijos de Israel.
5 Y cuando los amonitas luchaban contra los hijos de Israel, fueron los ancianos de Galaad a traer a Jefté de la tierra de Tauta.
6 Entonces dijeron a Jefté: Ven y sé nuestro jefe para que luchemos contra los amonitas.
7 Y Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No son ustedes lo que me aborrecieron y me expulsaron de la casa de mi padre? ¿Por qué vienen a mí ahora cuando están agobiados?
8 Entonces respondieron los ancianos de Galaad a Jefté: Por este motivo, he aquí que ahora venimos ante ti, para que vayas con nosotros y luches contra los amonitas y que seas el jefe de todos los habitantes de Galaad.
9 Y Jefté respondió a los ancianos de Galaad: Si ustedes me hacen volver para que combata contra los amonitas y Yahweh los entrega delante de mí, ¿yo seré su jefe?
10 Entonces los ancianos de Galaad le dijeron: Yahweh sea testigo entre nosotros; conforme a tu palabra, ciertamente así haremos.
11 Así fue Jefté con los ancianos de Galaad; y lo constituyeron en jefe y gobernante. Y Jefté habló todas sus palabras delante de Yahweh en Mizpa.
12 Entonces Jefté envió mensajeros al rey de los amonitas, diciéndole: ¿Qué hay entre tú y yo para que vengas a luchar a mi tierra?
13 Y respondió el rey de los amonitas a los mensajeros de Jefté: Es porque los hijos de Israel tomaron mi tierra cuando subían de la tierra de Egipto, desde Arnón hasta Jaboc y hasta el Jordán; ahora pues, que me la devuelvan en paz.
14 Y de nuevo Jefté volvió a enviar cartas y mensajeros al rey de los amonitas,
15 diciéndole: Así dice Jefté: “Israel no tomó la tierra de Moab, ni la tierra de los amonitas,
16 porque cuando subíamos de la tierra de Egipto, los hijos de Israel anduvieron por el desierto hasta el mar Rojo y llegaron a Raquim.
17 “Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom, diciéndole: ‘Pasaremos por tu tierra’, pero el rey de Edom no escuchó; así mismo, envió mensajeros al rey de Moab, pero él tampoco quiso; por eso Israel permaneció en Raquim.
18 “Después anduvieron por el desierto y rodearon la tierra de Edom y la tierra de Moab y se establecieron al otro lado de Arnón, pero no entraron al territorio de Moab, porque Arnón era territorio de Moab.
19 “Entonces Israel envió mensajeros a Sejón, rey de los amorreos y rey de Hesbón, e Israel le dijo: ‘Pasaremos por tu tierra para llegar a mi tierra’.
20 “Sin embargo, Sejón no tuvo confianza en Israel para que pasara por su territorio, y reunió Sejón a toda su gente y acamparon en Jahaz, y pelearon contra Israel.
21 “Pero Yahweh nuestro Dios entregó a toda su gente en poder de Israel. Así destruyó Israel la tierra de los amorreos;
22 y tomaron posesión de todo su territorio, desde Arnón hasta Jaboc, y desde el desierto hasta el Jordán.
23 “Y ahora que Yahweh ha destruido a los amorreos de delante de Israel, ¿vas a tomar posesión tú de ellos?
24 “¿No es lo que tu dios Quemós te ha dado en posesión lo que tú has poseído? Nosotros, pues, poseeremos lo que Yahweh nuestro Dios ha desposeído de delante de nosotros.
25 “Ahora, ¿eres tú mejor que Balac, hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Acaso él peleó contra Israel o él contendió contra ellos?
26 “Cuando Israel vivió en Hesbón y en sus poblados, y en Aroer y sus poblados y en todas las ciudades que se encontraban junto a Arnón durante trescientos años, ¿por qué no las recuperaron en ese tiempo?
27 “Ciertamente ahora yo no he cometido pecado contra ti, pero tú me haces mal al luchar contra mí. Yahweh, el Juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y la casa de los amonitas”.
28 Sin embargo, el rey de los amonitas no hizo caso a las palabras que Jefté le envió.
29 Entonces el Espíritu de Yahweh vino sobre Jefté, y él pasó por Galaad, por Manasés, por Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad cruzó hacia los amonitas.
30 Luego Jefté hizo un voto a Yahweh, diciendo: Si en verdad entregas a los amonitas en mis manos,
31 al que salga de la puerta de mi casa para encontrarme cuando haya venido en paz de los amonitas, será para Yahweh o lo ofreceré en holocausto.
32 Y cruzó Jefté hacia los amonitas para luchar contra ellos, y Yahweh los entregó en su mano,
33 hiriéndolos con una gran mortandad, desde Aroer hasta la entrada de Maquir, veinte ciudades, y hasta Abel-carmín. Así fueron derrotados los amonitas ante los hijos de Israel.
34 Entonces Jefté llegó a su casa en Miz-pa, y he aquí que su hija salió a su encuentro con panderos y tamboriles. Y ella era su única hija, pues no tenía hijo ni hija aparte de ella.
35 Al verla, rasgó sus ropas, y exclamó: ¡Ay, hija mía! Ciertamente me has abatido y estás entre los que me abaten, porque he aquí que yo he abierto mi boca ante Dios y no puedo retractarme.
36 Entonces su hija le respondió: Si has abierto tu boca ante Dios, haz conmigo conforme a lo que ha salido de tu boca, después de que Yahweh te ha vengado de tus enemigos, de los amonitas.
37 Además dijo a su padre: Solamente haz esto por mí: permíteme que vaya a caminar por los montes durante dos meses y llore por mi virginidad, yo y mis amigas íntimas.
38 Entonces él le dijo: Ve. Y la envió durante dos meses, y fueron ella y sus amigas íntimas. Así lloró por su virginidad por los montes.
39 Y después de dos meses vino a su padre, y él le hizo conforme al voto que había prometido. Y ella no conoció varón. Y ella llegó a ser una señal entre los hijos de Israel.
40 Y año tras año las hijas de Israel van a llorar y a lamentar durante cuatro días al año por causa de la hija de Jefté el galadita.

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