Isaías 10 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 34 versitos |
1 ¡Ay de aquellos que promulgan decretos fraudulentos y dictan decretos de iniquidad
2 para apartar del juicio a los pobres, para privar del derecho a los menesterosos de mi pueblo, para llevar cautivas a las viudas y para despojar a los huérfanos!
3 ¿Qué harán el día de la retribución y de la tormenta que procede de lejos? ¿A quién huirán a pedir auxilio, y a quién dejarán su honra?
4 Puesto que no se inclinarán bajo los cautivos, caerán bajo los que han sido muertos. A pesar de todo esto, no se habrá apartado su furor, y su mano aún estará alzada.
5 ¡Ay del asirio, la vara de mi ira, azote en cuyas manos está mi ofensa! Lo enviaré contra un pueblo profano,
6 y le daré órdenes en contra de una nación iracunda, para que lleve cautivos y tome despojo, a fin de que sean pisoteados como el lodo de las calles.
7 Pero él no lo imagina así, ni piensa de tal modo en su corazón; al contrario, según su corazón destruirá y exterminará a muchas naciones.
8 Pues él dice: He aquí, los príncipes son reyes al mismo tiempo.
9 ¿No es Calne como Carquemis, Hamat como Arfad y Samaria como Damasco?
10 Tal como mi mano alcanzó los reinos de los ídolos y de esculturas de Jerusalén y de Samaria,
11 tal como traté a Samaria y a sus ídolos, así trataré a Jerusalén y a sus ídolos.
12 Pero sucederá que cuando Yahweh haya acabado todas sus obras en el monte de Sion y en Jerusalén, castigará el fruto del soberbio corazón del rey de Asiria y la honra de sus ojos altivos,
13 pues ha dicho:
“Con el poder de mi mano y con mi sabiduría lo he hecho, porque soy muy inteligente. He eliminado las fronteras de las naciones, he saqueado sus riquezas y he subyugado a las ciudades pobladas.
14 “Mi mano encontró como a un nido las riquezas de las naciones. Como el que junta huevos abandonados, así junté a toda la tierra, y no hubo quien moviera un ala o abriera su pico para gorjear”.
15 ¿Acaso el hacha hará alarde sobre el que corta con ella? ¿O se enaltecerá la sierra sobre el que corta con ella? ¿O se ensoberbecerá el bastón sobre el que lo levanta?
16 Por tanto, Yahweh, el Dios de los ejércitos, enviará destrucción a sus robustos, y en vez de su gloria encenderá su ardor como llama de fuego.
17 La luz de Israel será por fuego y sus santos por llama, y quemará y devorará sus espinos y sus zarzas en un día.
18 Consumirá el esplendor de su bosque y de su fértil terreno; desde el alma hasta la carne consumirá, y llegarán a ser como si nunca hubieran existido.
19 Los árboles que queden en su bosque serán tan pocos que hasta un niño los podrá contar.
20 Y sucederá en aquel día que un remanente de Israel y los que sean librados de la casa de Jacob, nunca más confiarán en aquel que los hirió, sino que verdaderamente pondrán su confianza en Yahweh, el Santo de Israel.
21 Un remanente volverá, el remanente de Jacob, al Dios poderoso.
22 Aunque tu pueblo Israel sea como la arena del mar, sólo un remanente de él volverá; menguado y mutilado, pero rebosante en justicia.
23 Porque Yahweh de los ejércitos ejecutará exterminio y juicios sobre toda la tierra.
24 Así dice Yahweh de los ejércitos:
Oh pueblo mío que moras en Sion, no tengas temor del asirio que te hiere con su vara y alza su bordón contra ti a la manera de Egipto;
25 porque dentro de muy poco será consumada mi indignación y mi furor a causa de su devastación.
26 Yahweh de los ejércitos alzará una vara contra él, como en la matanza de Madián en el monte Horeb; y alzará su bordón sobre el mar, como en el camino de Egipto.
27 Y sucederá en aquel día que eliminará su opresión de tu hombro y su yugo de tu cerviz. El yugo será destruido a causa de sus dimensiones.
28 Él ha venido contra Ayat, ha cruzado por Migrón y en Micmas ha puesto su bagaje.
29 Atravesó por el cruce de Geba hacia Bet-betán; Ramá tuvo miedo, Gabaa de Saúl huyó.
30 ¡Alza tu voz, oh hija de Galim! ¡Presta atención, oh Lais! ¡Contesta, oh Anatot!
31 Marmana fue quitada; los habitantes de Gebim han prevalecido.
32 Todavía hoy permanece él en Nob; sacude su mano contra el monte de la hija de Sion, y contra las colinas de Jerusalén.
33 He aquí que Yahweh, el Dios de los ejércitos, derribará a los gloriosos con poder; serán derribados los de gran altura, y los altivos serán abatidos.
34 Él talará con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá con su esplendor.

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Introducción a Isaías

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