Jeremías  11 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 23 versitos |
1 Palabra que vino a Jeremías de la presencia de Yahweh, diciendo:
2 Escucha las palabras de este pacto y habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén,
3 diciéndoles: “Así dice Yahweh de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Maldito sea el hombre que no obedezca las palabras de este pacto
4 que mandé a sus padres el día en que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: “Escuchen mi voz y pongan por obra todo lo que les he ordenado, y ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios”.
5 ‘Confirmaré los juramentos que hice a sus padres, que a ustedes entregaría la tierra de la cual fluye leche y miel, como en este día’”. Entonces contesté, diciendo: Amén, oh Yahweh.
6 Entonces me dijo Yahweh: Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: “Escuchen las palabras de este pacto, y pónganlas por obra.
7 “Porque el día que los hice subir de la tierra de Egipto di testimonio a sus padres, y hasta el día de hoy y con anticipación les mandé decir: ‘Presten atención a mi voz’.
8 “Pero no prestaron atención ni inclinaron su oído; al contrario, cada uno anduvo de acuerdo a los apetitos de su malvado corazón. Por tanto, he traído sobre ellos todas las palabras de este pacto que ordené obedecer, pero no obedecieron”.
9 Entonces Yahweh me dijo: Ha sido descubierta una conspiración entre los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén.
10 Se tornaron a los pecados de sus primeros padres y no quisieron obedecer mis palabras, yendo en pos de otros dioses para servirles; los hijos de Israel y los hijos de Judá han estimado en nada mi pacto que hice con sus padres.
11 Por tanto, así dice Yahweh de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí, yo traeré sobre ellos un mal del que no podrán escapar, y me suplicarán, pero no los escucharé.
12 Luego marcharán las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén, y elevarán súplicas a los dioses a los cuales han quemado incienso, pero éstos de ninguna manera los librarán en el tiempo de su desgracia.
13 Pues tal como el número de tus ciudades han sido tus dioses, oh Judá, y de acuerdo al número de las calles de Jerusalén, así han sido los altares que has erigido para oprobio, altares para quemar incienso a Baal.
14 Tú, pues, no ores por este pueblo, ni intercedas ni supliques por ellos; porque no escucharé cuando me invoquen en el tiempo de su desgracia.
15 ¿Por qué ha cometido mi amada tanta abominación en mi casa? Por tanto, la carne consagrada pasará de ti, porque multiplicaste tu maldad.
16 Yahweh te puso por nombre Olivo Frondoso, de buenos frutos y bello aspecto. Con estruendo de gran proclamación prendieron fuego contra ella, el cual quemará sus ramas;
17 porque Yahweh de los ejércitos que te plantó ha decretado el mal contra ti, a causa de la maldad de la casa de Israel y de la casa de Judá, que han cometido para provocarme a ira al quemar incienso a Baal.
18 Yahweh me ha dado a conocer y lo sé; en verdad me ha declarado sus obras.
19 Pero yo era como un dócil cordero llevado al sacrificio, porque no estaba enterado de que tramaban complot en mi contra, diciendo: “Eliminemos el árbol con su alimento y exterminémoslo de la tierra de los vivientes, para que nunca más se recuerde su nombre”.
20 Oh Yahweh de los ejércitos, Juez justo, que escudriñas las entrañas y el corazón; mire yo tu venganza contra ellos, pues ante ti he expuesto mi causa.
21 Por tanto, así dice Yahweh respecto a los hombres de Anatot que pretenden darte muerte, diciendo: “No profetices en el nombre de Yahweh para que no mueras por nuestras manos”.
22 Por tanto, así dice Yahweh de los ejércitos: He aquí, yo los castigaré; los jóvenes morirán a espada, y también sus hijos e hijas morirán de hambre.
23 Y nadie sobrevivirá, pues traeré el mal contra los hombres de Anatot el año de su castigo.

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Introducción a Jeremías 

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