Marcos 16,916 Los versículos Mar 16:9-20 sí aparecen en el texto Peshitta. Aunque su autenticidad e inclusión al final del Evangelio de Marcos han causado polémica y debate en las traducciones contemporáneas, siendo la Peshitta uno de los textos más antiguos, nos da la certeza de la existencia de esta porción desde los albores del cristianismo. Otros testimonios fidedignos de su antigüedad y existencia son los siguientes: Taciano los incluye en el Diatessaron, una armonía de los cuatro evangelios del siglo II (aprox. 170 d. C.), y aparecen también en los manuscritos del Antiguo Siriaco (aprox. 110 d. C.), ambas obras en arameo antecesoras de lo que sería el texto Peshitta. Ireneo (130-200 d. C.) los cita en uno de sus escritos. Justino, un autor del siglo II, escribió esta porción en paráfrasis en una de sus apologías cerca del 140 d. C. Todos estos testimonios son de siglos antes de la compilación de los manuscritos utilizados como argumentos en contra de la existencia de estos versículos. Se ha puesto en duda que el propio Marcos haya escrito este pasaje final de su Evangelio, pero esto es aplicable también para otros libros y epístolas del Nuevo Testamento, que aunque su autoría se atribuye a un escritor, porciones interiores o finales de esas obras fueron hechas por otros autores. No obstante, esto no demerita la existencia, antigüedad e inspiración de este pasaje, independientemente de su autor.