Santiago 2 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 26 versitos |
1 Hermanos míos, lleven la gloriosa fe de nuestro Señor Jesucristo sin hacer acepción de personas,
2 porque si entra en su congregación alguno con anillos de oro y atuendo elegante, y también entra un pobre con ropa harapienta,
3 y muestran preferencia por el que lleva el atuendo elegante, y le dicen: “Tú siéntate aquí, en un buen lugar”, pero al pobre le dicen: “Tú quédate a lo lejos”, o: “Siéntate aquí, al estrado de nuestros pies”,
4 he aquí, ¿no hacen discriminación entre ustedes mismos y se convierten en jueces con criterios malos?
5 Mis amados hermanos, presten atención: ¿No ha escogido Dios a los pobres del mundo, pero ricos en fe, para que sean herederos en el reino, el cual Dios ha prometido a los que lo aman?
6 Pero ustedes han despreciado al pobre. ¿No son los ricos los que se engrandecen sobre ustedes y los llevan por la fuerza a los tribunales?
7 He aquí, ¿no blasfeman ellos el Nombre precioso por el cual ustedes son llamados?
8 Si ustedes cumplen la ley de Dios en esto, como está escrito: “AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO”, hacen bien;
9 pero si hacen discriminación, pecan, y son condenados por la ley como transgresores de la ley;
10 porque el que cumple toda la ley, pero tropieza en un punto, es culpable de toda la ley,
11 porque Aquel que dijo: “NO ADULTERARÁS”, también dijo: “NO MATARÁS”. Ahora bien, si no adulteras, pero matas, te has hecho transgresor de la ley.
12 Así hablen y así actúen, como quienes han de ser juzgados por la ley de la libertad,
13 porque se hará juicio sin misericordia contra el que no muestre misericordia. Por misericordia ustedes serán exaltados sobre el juicio.
14 Hermanos míos, ¿qué provecho hay si alguno dice: “Yo tengo fe”, pero no tiene obras? ¿Podrá acaso su fe salvarlo?
15 Si un hermano o hermana están desnudos y carentes del sustento diario,
16 y alguno de ustedes les dice: “Vayan en paz, caliéntense y sáciense”, pero no les dan lo que necesitan para el cuerpo, ¿qué provecho hay?
17 De la misma manera, también la fe sola, sin obras, está muerta.
18 Pero alguno dirá: “Tú tienes fe y yo tengo obras”. Muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
19 Tú crees que Dios es uno. Haces bien; los espíritus malignos también creen y tiemblan.
20 Pero, ¿quieres saber, oh hombre débil, que la fe sin obras está muerta?
21 Nuestro padre Abraham, ¿no fue justificado por las obras al ofrecer a su hijo Isaac sobre el altar?
22 Tú ves que su fe fue respaldada por sus obras, y mediante ese hecho fue perfeccionada su fe,
23 y tuvo cumplimiento la Escritura que dice: “CREYÓ ABRAHAM A DIOS Y LE FUE CONSIDERADO COMO JUSTICIA”, y fue declarado amigo de Dios.
24 Tú ves, entonces, que el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe.
25 De igual modo, también Rajab la prostituta, ¿no fue justificada por sus obras cuando recibió a los espías y los mandó por otro camino?
26 Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

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Introducción a Santiago

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