Job  33 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 33 versitos |
1 Escucha mis palabras, Job; presta oído a mi discurso:
2 mira que ya abro la boca y mi lengua forma palabras con el paladar;
3 hablo con corazón sincero, mis labios expresan un saber acendrado.
4 El soplo de Dios me hizo, el aliento del Todopoderoso me dio vida.
5 Contéstame, si puedes; prepárate, ponte frente a mí.
6 Yo soy obra de Dios lo mismo que tú, también yo fui modelado de arcilla.
7 No te trastornaré de terror ni me ensañaré contigo.
8 Tú ya lo has dicho en mi presencia y yo te lo he escuchado:
9 Yo soy puro, no tengo delito, soy inocente, no tengo culpa;
10 pero él halla pretextos contra mí, y me considera su enemigo,
11 me mete los pies en el cepo y vigila todos mis pasos.
12 En eso no tienes razón te contesto , porque Dios es más grande que el hombre.
13 ¿Cómo te atreves a acusarlo de que no da cuenta de ninguno de sus actos?
14 Dios sabe hablar de un modo o de otro, y uno no se fija:
15 en sueños o visiones nocturnas, cuando el letargo cae sobre el hombre que está durmiendo en su cama,
16 entonces le abre el oído y lo aterroriza con sus avisos,
17 para apartarlo de sus malas acciones y protegerlo de la soberbia,
18 para impedirle caer en la fosa y cruzar la frontera de la Muerte.
19 Otras veces lo corrige en el lecho del dolor con la agonía incesante de sus miembros,
20 hasta que aborrece con toda el alma la comida y su garganta el manjar favorito;
21 se le consume la carne hasta que no se lo ve, y los huesos, que no se veían, se le descubren;
22 su alma se acerca a la fosa y su vida a los Exterminadores.
23 Pero si encuentra un ángel favorable, uno entre mil como intercesor, mostrándole al mortal su rectitud.
24 que tenga compasión de él y diga: líbralo de bajar a la fosa, que he encontrado rescate para él,
25 entonces su carne rebosará juventud y volverá a los días de su mocedad.
26 Suplicará a Dios y él lo atenderá, le mostrará su rostro con júbilo, restituirá al hombre su salvación,
27 Éste cantará ante los hombres y dirá: Yo pequé y torcí el derecho, pero Dios no me ha dado mi merecido;
28 me ha librado de caer en la fosa y mi vida se inunda de luz.
29 Estas cosas las hace Dios dos y tres veces al hombre,
30 para sacarlo vivo de la fosa, para alumbrarlo con la luz de la vida.
31 Hazme caso, Job, escúchame; guarda silencio, que voy a hablar.
32 Si tienes algo que responder, dilo; habla, que estoy dispuesto a darte la razón;
33 si no la tienes, escúchame, calla, y te enseñaré sabiduría.

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Introducción a Job 

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