Jueces 9 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 57 versitos |
1 Abimelec, hijo de Yerubaal, fue a Siquén, a casa de sus tíos maternos, y propuso a ellos y a todos los parientes de su abuelo materno lo siguiente:
2 Decid a los siquemitas: ¿Qué os conviene más, que os gobiernen setenta, es decir, todos los hijos de Yerubaal, o que os gobierne uno solo? Y no olvidéis que yo soy de vuestra sangre.
3 Sus tíos maternos lo comunicaron a los siquemitas, y éstos se pusieron de parte de Abimelec, pensando: ¡Es pariente nuestro!
4 Le dieron setecientos gramos de plata del templo de Baal-Berit, y con ese dinero Abimelec asalarió a unos cuantos desocupados y aventureros que se pusieron a sus órdenes.
5 Luego fue a casa de su padre, a Ofrá, y asesinó a sus hermanos, los hijos de Yerubaal, a setenta hombres en la misma piedra. Sólo quedó Yotán, el hijo menor de Yerubaal, que se había escondido.
6 Los de Siquén y todos los de Bet-Miló se reunieron para proclamar rey a Abimelec, junto a la encina de Siquén.
7 En cuanto se enteró Yotán, fue, y en pie sobre la cumbre del monte Garizín, les gritó a voz en cuello: ¡Oídme, vecinos de Siquén, así Dios os escuche!
8 Una vez fueron los árboles a elegirse rey, y dijeron al olivo: Sé nuestro rey.
9 Pero el olivo dijo: ¿Y voy a dejar mi aceite, con el que se honra a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?
10 Entonces dijeron a la higuera: Ven a ser nuestro rey.
11 Pero la higuera dijo: ¿Y voy a dejar mi dulce fruto sabroso para ir a mecerme sobre los árboles?
12 Entonces dijeron a la vid: Ven a ser nuestro rey.
13 Pero la vid dijo: ¿Y voy a dejar mi mosto, que alegra a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?
14 Entonces dijeron todos a la zarza: Ven a ser nuestro rey.
15 Y les dijo la zarza: Si de veras queréis ungirme vuestro rey, venid a cobijaros bajo mi sombra, y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.
16 Pues bien, ¿habéis procedido sincera y lealmente proclamando rey a Abimelec? ¿Os habéis portado bien con Yerubaal y su familia? ¿Os habéis portado con él como merecían los favores que os hizo?
17 Mi padre luchó por vosotros exponiéndose a la muerte y los libró del poder de Madián.
18 Al contrario, os habéis sublevado hoy contra la familia de mi padre, asesinando a sus hijos, setenta hombres, en la misma piedra, y habéis nombrado rey de los siquemitas a Abimelec, hijo de una criada de mi padre, con el pretexto de que es pariente vuestro.
19 Si os habéis portado hoy sincera y lealmente con Yerubaal y su familia, celebradlo con Abimelec y que él lo celebre con vosotros;
20 pero si no es así, ¡salga fuego de Abimelec que devore a los de Siquén y a los de Bet-Miló, salga fuego de los de Siquén y de los de Bet-Miló que devore a Abimelec!
21 Luego Yotán emprendió la huida y marchó a Beer; allí se quedó por miedo a su hermano Abimelec.
22 Abimelec gobernó a Israel tres años.
23 Dios enconó las relaciones entre Abimelec y los siquemitas, que lo traicionaron.
24 Así, el asesinato de los setenta hijos de Yerubaal, la sangre de sus hermanos, recayó sobre Abimelec, que los había asesinado, y sobre los de Siquén, cómplices del asesinato.
25 Los de Siquén le pusieron emboscadas en los puertos de la sierra y despojaban a los caminantes que pasaban por allí. Abimelec se enteró.
26 Gaal, hijo de Obed, vino a Siquén con sus hermanos y se ganó la confianza de los siquemitas.
27 Salieron al campo, a la vendimia, pisaron la uva y celebraron la fiesta; fueron al templo de su dios y comieron y bebieron entre maldiciones a Abimelec.
28 Gaal, hijo de Obed, les dijo: ¿Quién es Abimelec y qué es Siquén para que seamos sus esclavos? ¡Un hijo de Yerubaal, y Zebul, su gobernador, que sirvieron en casa de Jamor, padre de Siquén! ¿Por qué vamos a ser sus esclavos?
29 ¡Ah, si yo tuviera poder sobre este pueblo! Quitaría de en medio a Abimelec. Le diría: Refuerza tu ejército y sal.
30 Zebul, gobernador de la ciudad, oyó el discurso de Gaal, hijo de Obed, y se encolerizó,
31 y mandó emisarios a Abimelec, avisándole: Mira, Gaal, hijo de Obed, ha venido con sus parientes a Siquén y están soliviantando la ciudad contra ti.
32 Ven de noche con tu gente y pon emboscadas en el campo;
33 por la mañana madrugas al salir el sol y atacas la ciudad. Gaal y los suyos saldrán a presentarte batalla; entonces actúa, que es tu ocasión.
34 Abimelec se puso en marcha de noche con su gente y se emboscaron frente a Siquén, divididos en cuatro cuerpos.
35 Gaal, hijo de Obed, salió y se detuvo a las puertas de la ciudad, y Abimelec con su gente surgió de la emboscada.
36 Cuando Gaal los vio, dijo a Zebul: Mira, baja gente de las cumbres de los montes. Zebul contestó: Las sombras de los montes se te antojan hombres.
37 Pero Gaal insistió: Baja gente de Tabbur Haares, y un grupo avanza por el camino de Elón Meonenim.
38 Entonces Zebul le dijo: ¿Dónde está esa boca que decía: Quién es Abimelec para que seamos sus esclavos? ¡Ésos son los que despreciabas! Sal ahora y lucha contra ellos.
39 Gaal salió al frente de los siquemitas y entabló batalla con Abimelec.
40 Abimelec lo persiguió. Gaal emprendió la huida y muchos cayeron muertos cuando huían hacia las puertas de la ciudad.
41 Abimelec se volvió a Arumá, y Zebul desterró de Siquén a Gaal y sus parientes.
42 Al día siguiente, los de Siquén se pusieron en campaña, y Abimelec se enteró;
43 tomó a su gente, la dividió en tres cuerpos y se emboscó en el campo. Cuando los vio salir de la ciudad, se lanzó al ataque y los destrozó.
44 Abimelec y los de su grupo se abalanzaron contra la ciudad y tomaron posiciones en las puertas, mientras los otros dos grupos atacaban y derrotaban a los del campo.
45 Todo aquel día estuvo Abimelec atacando la ciudad; al fin la conquistó, pasó a cuchillo a todos sus habitantes, la arrasó y la sembró de sal.
46 Al saberlo los de Torre Siquén, se refugiaron en la cripta del templo de Baal-Berit.
47 Abimelec se enteró de que estaban reunidos los de Torre Siquén;
48 subió al Monte Salmón con toda su gente, empuñó un hacha, cortó una rama de un árbol y se la echó al hombro, mientras decía a los suyos: ¡Aprisa, haced lo que me veis hacer!
49 Cada uno cortó una rama y siguieron a Abimelec. Apoyaron las ramas sobre la cripta y prendieron fuego al techo. Murieron todos los de Torre Siquén, unos mil entre hombres y mujeres.
50 Después Abimelec fue a Tebes, la sitió y la conquistó.
51 En medio de la villa había una torre fortificada, y allí se refugiaron todos los hombres y mujeres de la población, aseguraron por dentro los cerrojos y se subieron a la azotea.
52 Abimelec llegó junto a la torre, intentando asaltarla, se aproximó a la puerta para prenderle fuego,
53 pero una mujer le dejó caer sobre la cabeza una piedra de moler y le partió el cráneo.
54 Abimelec llamó enseguida a su escudero y le dijo: Saca la espada y remátame, para que no se diga que lo mató una mujer. Su escudero lo atravesó, y murió.
55 Al ver los israelitas que Abimelec había muerto, cada cual regresó a su casa.
56 Así pagó Dios a Abimelec lo mal que se portó con su padre, asesinando a sus setenta hermanos.
57 Y todo el mal que hicieron los de Siquén, Dios lo hizo recaer sobre ellos. Sobre ellos cayó la maldición de Yotán, hijo de Yerubaal.

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