Lucas 16 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 31 versitos |
1 A los discípulos les decía: Un hombre rico tenía un administrador. Le llegaron quejas de que estaba derrochando sus bienes.
2 Lo llamó y le dijo: ¿Qué es eso que me cuentan de ti? Dame cuentas de tu administración, pues no podrás seguir en el puesto.
3 El administrador pensó: ¿Qué voy a hacer ahora que el amo me quita mi puesto? Para cavar no tengo fuerzas, pedir limosna me da vergüenza.
4 Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me despidan, alguno me reciba en su casa.
5 Fue llamando uno por uno a los deudores de su amo y dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?
6 Contestó: Cien barriles de aceite. Le dijo: Toma el recibo, siéntate enseguida y escribe cincuenta.
7 Al segundo le dijo: Y tú, ¿cuánto debes? Contestó: Cien fanegas de trigo. Le dice: Toma tu recibo y escribe ochenta.
8 El amo alabó al administrador deshonesto por la astucia con que había actuado. Pues los ciudadanos de este mundo son más astutos con sus colegas que los ciudadanos de la luz.
9 Y yo os digo que con el dinero sucio os ganéis amigos, de modo que, cuando se acabe, os reciban en la morada eterna.
10 El que es de fiar en lo poco, es de fiar en lo mucho; el que es deshonesto en lo poco, es deshonesto en lo mucho.
11 Pues si con el dinero sucio no habéis sido de fiar, ¿quién os confiará el legítimo?
12 Si en lo ajeno no habéis sido de fiar, ¿quién os encomendará lo vuestro?
13 Un empleado no puede estar al servicio de dos señores: pues odiará a uno y amará al otro o apreciará a uno y despreciará al otro. No podéis estar al servicio de Dios y del dinero.
14 Los fariseos, muy amigos del dinero, oían todo esto y se burlaban de él.
15 Él les dijo: Vosotros pasáis por justos ante los hombres, pero Dios los conoce por dentro. Pues lo que los hombres exaltan lo aborrece Dios.
16 La ley y los profetas duraron hasta Juan. A partir de entonces se anuncia la Buena Noticia del reinado de Dios y todos quieren forzar el acceso.
17 Es más fácil que pasen cielo y tierra antes de que deje de cumplirse una sola letra de la ley.
18 Quien repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio; quien se casa con una mujer repudiada comete adulterio.
19 Había un hombre rico, que vestía de púrpura y lino y banqueteaba espléndidamente cada día.
20 Y había un pobre, llamado Lázaro, cubierto de llagas y echado a la puerta del rico.
21 que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamerle las llagas.
22 Murió el pobre y los ángeles lo llevaron junto a Abrahán. Murió también el rico y lo sepultaron.
23 Estando en el lugar de los muertos, en medio de tormentos, alzó la vista y divisó a Abrahán y a Lázaro a su lado.
24 Lo llamó y le dijo: Padre Abrahán, ten piedad de mí y envía a Lázaro, para que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua; pues me torturan estas llamas.
25 Respondió Abrahán: Hijo, recuerda que en vida recibiste bienes y Lázaro por su parte desgracias. Ahora él es consolado y tú atormentado.
26 Además, entre vosotros y nosotros se abre un inmenso abismo; de modo que, aunque se quiera, no se puede atravesar desde aquí hasta vosotros ni pasar desde allí hasta nosotros.
27 Insistió el rico: Entonces, por favor, envíalo a casa de mi padre,
28 donde tengo cinco hermanos; que los amoneste para que no vengan a parar también ellos a este lugar de tormentos.
29 Le dice Abrahán: Tienen a Moisés y los profetas: que los escuchen.
30 Respondió: No, padre Abrahán; si un muerto los visita, se arrepentirán.
31 Le dijo: Si no escuchan a Moisés ni a los profetas, aunque un muerto resucite, no le harán caso..

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