Juan  3 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 36 versitos |
1 Había un hombre del partido fariseo, llamado Nicodemo, una autoridad entre los judíos.
2 Fue a visitarlo de noche y le dice: Rabí, sabemos que vienes de parte de Dios como maestro, pues nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él.
3 Jesús le responde: Te aseguro que, si uno no nace de nuevo, no puede ver el reinado de Dios.
4 Le responde Nicodemo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Podrá entrar de nuevo en el vientre materno para nacer?
5 Le contesta Jesús: Te aseguro que, si uno no nace de agua y Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 De la carne nace carne, del Espíritu nace espíritu.
7 No te extrañes si te he dicho que hay que nacer de nuevo.
8 El viento sopla hacia donde quiere: oyes su rumor, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así sucede con el que ha nacido del Espíritu.
9 Le responde Nicodemo: ¿Cómo puede suceder esto?
10 Jesús le contesta: Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas?
11 Te lo aseguro: nosotros hablamos de lo que sabemos, atestiguamos lo que hemos visto, pero no aceptáis nuestro testimonio.
12 Si os he dicho cosas de la tierra y no creéis, ¿cómo creeréis cuando os diga cosas del cielo?
13 Nadie ha subido al cielo si no es el que bajó del cielo: este Hombre.
14 Como Moisés en el desierto levantó la serpiente, así ha de ser levantado este Hombre,
15 para que quien crea en él tenga vida eterna.
16 Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que quien crea en él no perezca, sino tenga vida eterna.
17 Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por medio de él.
18 El que cree en él no es juzgado; el que no cree ya está juzgado, por no creer en el Hijo único de Dios.
19 El juicio versa sobre esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz. Y es que sus acciones eran malas.
20 Quien obra mal detesta la luz y no se acerca a la luz, para que no delate sus acciones.
21 En cambio, quien procede lealmente se acerca a la luz para que se manifieste que procede movido por Dios.
22 Después de esto, Jesús con sus discípulos se dirigió a Judea; allí se quedó con ellos y se puso a bautizar.
23 También Juan bautizaba, en Ainón, cerca de Salín, donde había agua abundante. La gente acudía y se bautizaba.
24 Todavía no habían metido a Juan en la cárcel.
25 Surgió una discusión de los discípulos de Juan con un judío a propósito de purificaciones.
26 Acudieron a Juan y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo en la otra orilla del Jordán, del que diste testimonio, está bautizando, y todo el mundo acude a él.
27 Respondió Juan: Nadie puede arrogarse nada si no se lo concede Dios.
28 Vosotros sois testigos de que dije: Yo no soy el Mesías, sino que me han enviado por delante de él.
29 Quien se lleva a la novia es el novio. El amigo del novio que está escuchando se alegra de oír la voz del novio. Y en esto consiste mi gozo colmado.
30 Él debe crecer y yo disminuir.
31 Quien viene de arriba está por encima de todos. Quien viene de la tierra es terreno y habla de cosas terrenas. Quien viene del cielo [está por encima de todos .
32 Él atestigua lo que ha visto y oído, y nadie acepta su testimonio.
33 Quien acepta su testimonio acredita que Dios es veraz.
34 El enviado de Dios habla de las cosas divinas, pues Dios no da el Espíritu tasado.
35 El Padre ama al Hijo y todo lo pone en sus manos.
36 Quien cree en el Hijo tiene vida eterna. Quien no cree al Hijo, no verá la vida, pues lleva encima la ira de Dios.

Patrocinio

 
 

Introducción a Juan 

No hay comentario

Fuente:

Patrocinio

Notas

No hay notas