II Samuel  11 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 27 versitos |
1 Al año siguiente, en la época en que los reyes van a la guerra, David envió a Joab con sus oficiales y todo Israel a devastar la región de los amonitas y sitiar a Rabá. David, mientras tanto, se quedó en Jerusalén,
2 y un día, a eso del atardecer, se levantó de la cama y se puso a pasear por la azotea de palacio, y desde la azotea vio a una mujer bañándose, una mujer muy bella.
3 David mandó a preguntar por la mujer, y le dijeron: Es Betsabé, hija de Elián, esposa de Urías, el hitita.
4 David mandó a unos para que se la trajesen; llegó la mujer, y David se acostó con ella, que estaba purificándose de su regla.
5 Después Betsabé volvió a su casa; quedó encinta y mandó este aviso a David: Estoy encinta.
6 Entonces David mandó esta orden a Joab: Mándame a Urías, el hitita.
7 Joab se lo mandó. Cuando llegó Urías, David le preguntó por Joab, el ejército y la guerra.
8 Luego le dijo: Anda a casa a lavarte los pies. Urías salió de palacio y detrás de él le llevaron un regalo del rey.
9 Pero Urías durmió a la puerta de palacio, con los guardias de su señor; no fue a su casa.
10 Avisaron a David que Urías no había ido a su casa, y David le dijo: Has llegado de viaje, ¿por qué no vas a casa?
11 Urías le respondió: El arca, Israel y Judá viven en tiendas; Joab, mi jefe, y sus oficiales acampan al raso; ¿y yo voy a ir a mi casa a banquetear y a acostarme con mi mujer? ¡Vive el Señor y por tu vida, no haré tal!
12 David le dijo: Quédate aquí hoy, que mañana te dejaré ir. Urías se quedó en Jerusalén aquel día. Al día siguiente,
13 David lo convidó a un banquete y lo emborrachó. Al atardecer, Urías salió para acostarse con los guardias de su señor, y no fue a su casa.
14 A la mañana siguiente David escribió una carta a Joab y se la mandó por medio de Urías.
15 El texto de la carta decía: Pon a Urías en primera fila, donde sea más recia la lucha, y retiraos dejándolo solo, para que lo hieran y muera.
16 Joab, que tenía cercada la ciudad, puso a Urías donde sabía que estaban los defensores más aguerridos.
17 Los de la ciudad hicieron una salida, trabaron combate con Joab, y hubo algunas bajas en el ejército entre los oficiales de David; murió también Urías, el hitita.
18 Joab mandó a David el parte de guerra,
19 ordenando al mensajero: Cuando acabes de dar el parte al rey,
20 si el rey monta en cólera y te pregunta: ¿Por qué os acercasteis a la ciudad a combatir? ¿Acaso no sabíais que los arqueros disparan de lo alto de la muralla?
21 ¿Quién hirió a Abimelec, hijo de Yerubaal? ¡Una mujer, que desde lo alto de la muralla, le dejó caer encima una piedra de moler, y así murió en Tebes! ¿Por qué os acercasteis a la muralla?, tú entonces añades: Ha muerto también tu siervo Urías, el hitita.
22 Marchó el mensajero, se presentó a David y le comunicó el mensaje de Joab. David se enfadó,
23 pero el mensajero le dijo: Es que el enemigo se lanzó contra nosotros, haciendo una salida a campo abierto; nosotros los rechazamos hasta la entrada de la ciudad,
24 y entonces los arqueros nos dispararon desde la muralla; murieron algunos de los soldados del rey y también murió tu siervo Urías, el hitita.
25 Entonces David dijo al mensajero: Dile a Joab que no se preocupe por lo que ha pasado; porque así es la guerra: un día cae uno y otro día cae otro; que insista en dar el asalto a la ciudad hasta arrasarla. Y tú anímalo.
26 La mujer de Urías oyó que su marido había muerto e hizo duelo por él.
27 Cuando pasó el luto, David mandó a por ella y la recogió en su casa; la tomó por esposa, y le dio a luz un hijo. Pero el Señor reprobó lo que había hecho David.

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Introducción a II Samuel 

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