Salmos 115 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 18 versitos |
1 ¡No a nosotros, Señor, no a nosotros! Hazle honor a tu nombre, por tu lealtad y tu fidelidad.
2 ¿Por qué han de decir los paganos: Dónde está su Dios?
3 Nuestro Dios está en los cielos e hizo cuanto quiso.
4 Sus ídolos son plata y oro, hechura de manos humanas:
5 Tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven,
6 tienen orejas y no oyen, tienen nariz y no huelen,
7 tienen manos y no tocan, tienen pies y no andan, no tiene voz su garganta.
8 Sean como ellos los que los fabrican y cuantos confían en ellos.
9 Israel, confía en el Señor: él es su auxilio y escudo.
10 Casa de Aarón, confía en el Señor: él es su auxilio y escudo.
11 Fieles del Señor, confiad en el Señor: él es su auxilio y escudo.
12 El Señor se acuerda y nos bendice: Bendiga a la Casa de Israel, bendiga a la Casa de Aarón,
13 bendiga a los fieles del Señor, pequeños y grandes.
14 Que el Señor os acreciente a vosotros y a vuestros hijos;
15 Benditos seáis del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
16 El cielo pertenece al Señor, la tierra se la ha dado a los hombres.
17 Los muertos ya no alaban al Señor ni los que bajan al silencio.
18 Pero nosotros bendeciremos al Señor ahora y por siempre. Aleluya.

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Introducción a Salmos

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