Salmos 12 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 9 versitos |
1 Al maestro de coro, en octavas. Salmo de David.
2 ¡Sálvanos, Señor!, que se acaba la lealtad, que desaparece la sinceridad entre los hombres.
3 No hacen más que mentirse unos a otros, hablan con labios lisonjeros y doblez de corazón.
4 Corte el Señor los labios lisonjeros y la lengua fanfarrona de los que dicen:
5 La lengua es nuestra fuerza, nuestros labios nos defienden, ¿quién será nuestro amo?
6 El Señor responde: Por la opresión del humilde, por el lamento del pobre, ahora me levanto y pongo a salvo a su testigo.
7 Las palabras del Señor son palabras limpias, como plata acendrada en el crisol, acrisolada siete veces.
8 Tú nos guardarás, Señor, nos librarás siempre de esa gente,
9 de esos malvados que merodean como sabandijas en torno a los hombres.

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Introducción a Salmos

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