Salmos 91 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 16 versitos |
1 Tú, que habitas al amparo del Altísimo y te hospedas a la sombra del Omnipotente,
2 di al Señor: “Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti”.
3 Que él te librará de la red del cazador de la peste funesta;
4 te cubrirá con sus plumas, te refugiarás bajo sus alas: su brazo es escudo y armadura.
5 No temerás el espanto nocturno, ni la saeta que vuela de día,
6 ni la peste que se desliza en tinieblas, ni la epidemia que hace estrago a mediodía.
7 Caerán a tu lado mil y diez mil a tu derecha, a ti no te alcanzarán
8 Nada más mirar con tus ojos, verás la paga de los malvados.
9 Porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por morada.
10 No se te acercará la desgracia ni la plaga llegará hasta tu tienda;
11 porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
12 Te llevarán en sus palmas para que tu pie no tropiece en la piedra.
13 Caminarás sobre leones y víboras, pisotearás cachorros y dragones.
14 Porque me quiere, lo pondré a salvo, lo pondré en alto porque conoce mi nombre.
15 Cuando me llame le responderé, estaré con él en el peligro, lo defenderé y lo honraré.
16 Lo saciaré de largos días y lo haré gozar de mi salvación.

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Introducción a Salmos

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