Isaías 64 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 11 versitos |
1 con tu presencia, como fuego que prende en los sarmientos o hace hervir el agua! Para mostrar a tus enemigos quién eres, para que tiemblen ante ti las naciones,
2 cuando hagas maravillas que no esperábamos.
3 Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios fuera de ti que hiciera tanto por el que espera en él.
4 Sales al encuentro del que practica gozosamente la justicia y tiene presentes tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos: aparta nuestras culpas, y seremos salvos.
5 Todos estábamos contaminados, nuestra justicia era paño asqueroso; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento.
6 Nadie invocaba tu Nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; porque nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa.
7 Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.
8 No te irrites tanto, Señor, no recuerdes siempre nuestra culpa: mira que somos tu pueblo.
9 Tus santas ciudades son un desierto, Sión se ha vuelto un desierto, Jerusalén un yermo.
10 Nuestro templo, nuestro orgullo, donde te alabaron nuestros padres, ha sido pasto del fuego, y lo que más queríamos está reducido a escombros.
11 ¿Te quedas insensible a todo esto, Señor, te callas y nos afliges sin medida?

Patrocinio

 
 

Introducción a Isaías

No hay comentario

Fuente:

Patrocinio

Notas

No hay notas