II Corintios 3 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 18 versitos |
1 ¿Empezamos otra vez a recomendarnos? ¿Acaso necesitamos cartas de recomendación vuestras o para vosotros?
2 Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestro corazón, reconocida y leída por todo el mundo.
3 Demostráis ser carta del Mesías, expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo, no en losas de piedra, sino en corazones de carne.
4 Esta confianza en Dios la tenemos gracias al Mesías.
5 No es que por nuestra parte seamos capaces de apuntarnos algo como nuestro, sino que nuestra capacidad viene de Dios,
6 que nos capacitó para administrar una alianza nueva: no de puras letras, sino de Espíritu; porque la letra mata, el Espíritu da vida.
7 El ministerio de muerte, con sus letras grabadas en piedra, se realizó con gloria, hasta el punto de que los israelitas no podían fijar la mirada en el rostro de Moisés, por el resplandor transitorio de su rostro,
8 ¿cómo no va a ser más glorioso el ministerio del Espíritu?
9 Pues si el ministerio de la condena era glorioso, ¿cuánto más lo será el ministerio de la absolución?
10 Más aún, lo que entonces resplandecía, ya no resplandece, ofuscado por un esplendor incomparable.
11 Si lo transitorio fue glorioso, ¿cuánto más glorioso será lo permanente?
12 Animados con esa esperanza procedemos con toda franqueza.
13 No como Moisés, que se cubría el rostro con un velo, de modo que los israelitas no se fijaran en el fin de lo transitorio.
14 Con todo, su inteligencia se les embotó y hasta hoy, cuando leen el Antiguo Testamento, el velo permanece, y no se descubre porque sólo con el Mesías caduca.
15 Hasta el día de hoy, cuando leen a Moisés, un velo les cubre la mente.
16 Pero cuando se vuelva al Señor, se removerá el velo.
17 Ese Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.
18 Y nosotros todos, reflejando con el rostro descubierto la gloria del Señor, nos vamos transformando en su imagen con esplendor creciente, como bajo la acción del Espíritu del Señor.

Patrocinio

 
 

Introducción a II Corintios

No hay comentario

Fuente:

Patrocinio

Notas

No hay notas