Josué 14 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 15 versitos |
1 Herencia que el sacerdote Eleazar, Josué, hijo de Nun, y los cabezas de familia de las tribus de Israel
2 repartieron entre los israelitas en el país de Canaán, echando suertes, como había ordenado el Señor, por medio de Moisés, a las nueve tribus y media,
3 porque Moisés ya había asignado heredad a dos tribus y media en Transjordania y a los levitas no les asignó ninguna entre las otras tribus
4 los descendientes de José formaban dos tribus: Manasés y Efraín; a los levitas no les asignaron un lote en el país, sino pueblos para habitar y ejidos para sus ganados y rebaños.
5 Los israelitas hicieron el reparto de tierra como el Señor había mandado a Moisés.
6 Los de Judá se acercaron a Josué en Guilgal, y Caleb, hijo de Jefoné, el queniceo, le dijo: Ya sabes el encargo que, por orden del Señor, te dio para mí, Moisés hombre de Dios en Cades Barne.
7 Cuarenta años tenía yo cuando Moisés, siervo del Señor, me envió desde Cades Barne a reconocer el país, y volví con una información fidedigna.
8 Los compañeros que habían ido conmigo desanimaron a la gente; yo, en cambio, seguí plenamente al Señor, mi Dios,
9 y Moisés juró aquel día: La tierra que han pisado tus pies será tu heredad y la de tus hijos por siempre, porque has seguido plenamente al Señor, mi Dios.
10 Pues bien, el Señor me ha conservado la vida, como prometió. Cuarenta y cinco años han pasado desde que el Señor se lo dijo a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; hoy cumplo ochenta y cinco años,
11 y todavía estoy tan fuerte como el día en que me envió Moisés; me siento ahora tan fuerte como entonces para luchar y para emprender lo que sea.
12 Por eso, dame ese monte que me prometió aquel día el Señor; tú lo oíste: que aquí vivían los anaquitas y que sus ciudades eran grandes y fortificadas. Ojalá el Señor esté conmigo y logre expulsarlos como él prometió.
13 Entonces Josué lo bendijo y dio Hebrón en heredad a Caleb, hijo de Jefoné.
14 Por eso Hebrón pertenece por heredad a Caleb, hijo de Jefoné, el queniceo, hasta el día de hoy, por haber seguido plenamente al Señor, Dios de Israel.
15 Hebrón se llamaba antiguamente Quiriat Arbá, por el gigante anaquita. Y el país quedó en paz.

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Introducción a Josué

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