II Pedro  2 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 22 versitos |
1 Hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán sectas perniciosas, y, renegando del amo que los compró, se acarrearán una rápida destrucción.
2 Muchos seguirán su desenfreno, el camino de la verdad será denigrado.
3 Y por codicia abusarán de vosotros con discursos amañados. Su sentencia hace tiempo que no reposa, su condena no duerme.
4 Pues si Dios no perdonó a los ángeles pecadores, antes bien los sepultó en antros lóbregos, reservándolos para el juicio;
5 si no perdonó a la humanidad de antaño, sino que, guardando con otros siete a Noé, predicador de la justicia, envió el diluvio al mundo de los malvados;
6 si condenó a Sodoma y Gomorra reduciéndolas a cenizas y dejándolas como escarmiento de futuros malvados
7 si bien libró a Lot el justo, que sufría con la conducta de los libertinos, el justo avecindado entre ellos,
8 que torturaba cada día su espíritu viendo y oyendo iniquidades ;
9 el Señor sabe librar a los hombres religiosos y reserva a los malvados para castigarlos el día del juicio;
10 especialmente a los que siguen el instinto y sus inmundos apetitos y desprecian la Soberanía. Audaces e insolentes, insultan a los Gloriosos,
11 siendo así que los ángeles, superiores en fuerza y poder, no los acusan con insultos ante Dios.
12 Éstos, como animales irracionales destinados por naturaleza a ser cazados y consumidos, insultan lo que no entienden; pero se corromperán como ellos
13 y recibirán así la paga de su injusticia. Su idea del placer es la orgía en pleno día; sucios y asquerosos, se regodean en sus embustes cuando banquetean con vosotros.
14 Llevan los ojos llenos de adulterio, nunca ahítos del pecado, seductores de ánimos vacilantes, con la mente entrenada en la codicia: dignos de maldición.
15 Dejando el camino recto, se extraviaron. Siguieron el camino de Balaán de Bosor, que codició la paga de su iniquidad.
16 Pero se llevó una reprensión por su delito, pues su muda cabalgadura, hablando con voz humana frenó la locura del profeta.
17 Éstos son fuentes sin agua, nubes arrolladas por la tormenta, ellos están destinados a lóbregas tinieblas.
18 Pronunciando vaciedades altisonantes y con el cebo sensual del libertinaje seducen a los recién alejados de los que viven en el error.
19 Les prometen libertad, siendo esclavos de la corrupción. Pues uno se hace esclavo de aquel a quien se rinde.
20 Pues bien, si uno se ha alejado de la inmundicia del mundo, por el conocimiento de [nuestro Señor y salvador Jesucristo, y de nuevo se deja enredar y se rinde, su final es peor que el principio.
21 Más les valdría no haber conocido el camino de la justicia que, habiéndolo conocido, apartarse del santo precepto que les habían trasmitido.
22 Les sucede lo del acertado proverbio: perro que vuelve a su vómito, o cerdo bañado que se revuelca en el fango.

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Introducción a II Pedro 

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