Judith 14 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 19 versitos |
1 Entonces Judit les habló: Escuchad, hermanos. Tomad esta cabeza y colgadla en las almenas de la muralla.
2 Y cuando comience a clarear y salga el sol sobre la tierra, empuñará cada cual sus armas y saldrán de la ciudad todos los soldados. Poned al frente un jefe, como si fuerais a bajar a la llanura contra las avanzadas asirias, pero no bajéis.
3 Ellos tomarán las armas e irán al campamento a despertar a los generales del ejército asirio: todos irán corriendo a la tienda de Holofernes, y no lo encontrarán. Entonces les entrará el pánico y huirán ante vosotros.
4 Vosotros, y cuantos viven en territorio israelita, los perseguiréis para destrozarlos en la retirada.
5 Pero antes llamadme a Ajior, el amonita, para que vea y reconozca al que se burlaba de los israelitas y nos lo mandó para que lo matáramos.
6 Fueron a casa de Ozías a buscar a Ajior. Cuando llegó y vio la cabeza de Holofernes en la mano de un hombre de la asamblea, se desmayó cayendo de frente.
7 Cuando lo levantaron, se echó a los pies de Judit, y postrado ante ella, dijo: Te bendecirán en todas las tiendas de Judá, y todos los pueblos que escuchen tu fama temblarán.
8 Ahora cuéntame lo que has hecho estos días. En medio de la gente, Judit contó lo que había hecho, desde el día en que marchó hasta aquel momento.
9 Cuando acabó, todos dieron vivas, llenando la ciudad de gritos de júbilo.
10 Ajior, viendo cuanto había hecho el Dios de Israel, creyó plenamente en él, se circuncidó y fue admitido en la Casa de Israel definitivamente.
11 Cuando despuntó el día, colgaron de la muralla la cabeza de Holofernes. Los hombres empuñaron las armas y salieron por escuadrones hacia los accesos de la ciudad.
12 Por su parte, los asirios, al verlos, lo notificaron a sus jefes, y éstos a los generales, comandantes y toda la oficialidad.
13 Cuando llegaron a la tienda de Holofernes, dijeron al mayordomo: Despierta a nuestro jefe, que esos esclavos se han atrevido a bajar para atacarnos; quieren que los destrocemos por completo.
14 Bagoas entró y golpeó el tapiz de la tienda, suponiendo que Holofernes dormía con Judit.
15 Como no respondía nadie, apartó las cortinas, entró en la alcoba y se lo encontró muerto, tirado a la entrada; le habían arrancado la cabeza.
16 Bagoas pegó un grito, y rasgándose las vestiduras, se echó a llorar, sollozando y aullando.
17 Luego fue a la tienda donde se alojaba Judit, y al no encontrarla, se lanzó sobre la tropa, gritando:
18 ¡Los esclavos nos han traicionado! Una sola mujer hebrea ha deshonrado a la casa del rey Nabucodonosor. ¡Ahí está Holofernes, tirado en el suelo y descabezado!
19 Al oírlo, los oficiales asirios se rasgaron los mantos, completamente perturbados. Sus gritos y alaridos resonaron por todo el campamento.

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Introducción a Judith

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