Eclesiástico 12 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 18 versitos |
1 Si haces el bien, mira a quién, y podrás esperar algo de tus beneficios;
2 haz el bien al honrado y obtendrás recompensa, si no de él, al menos del Señor.
3 Nada se saca de ayudar al malvado, pues no obrará rectamente;
4 Da al piadoso y no ayudes al pecador.
5 Haz el bien al humilde y no des al impío. No aceptes su pan ni le des el tuyo, no se vuelva más fuerte que tú y recibas doble mal por todo el bien que le hiciste.
6 Porque Dios aborrece al malvado y toma venganza de los perversos.
7 Da al bueno, rehúsa al malvado, (TH + alivia al atribulado, no des al arrogante).
8 En la prosperidad no se conoce el amigo, en la desgracia no se oculta el enemigo;
9 en la prosperidad aun el enemigo se vuelve amigo, en la desgracia aun el amigo se aparta.
10 No te fíes nunca del enemigo, su maldad es como bronce que se oxida;
11 aunque te haga caso y se porte con modestia, ten cuidado y desconfía de él; haz como quien bruñe un espejo; él no podrá hacerte daño, y tú verás en qué para su celo.
12 No le des un puesto a tu lado, porque te dará un empujón y ocupará tu puesto; no lo hagas sentarse a tu derecha, porque procurará ocupar tu asiento. Entonces me darás la razón, te dolerás recordando mis palabras (TH: gimiendo al compás de mis gemidos).
13 ¿Quién compadece al encantador mordido o al que se acerca a fiera carnicera?
14 Lo mismo al que se junta con el arrogante y se mancha con sus delitos.
15 Mientras va contigo, no se te revela; cuando caes, no se agacha a librarte.
16 El enemigo habla con labios melosos, y por dentro planea traiciones siniestras; el enemigo llora con los ojos, llega su ocasión, y no se sacia de sangre;
17 te ocurre una desgracia, y allí lo encuentras; fingiendo apoyarte, te echa la zancadilla;
18 después sacude la cabeza, agita la mano, y hablando entre dientes, cambia de expresión.

Patrocinio

 
 

Introducción a Eclesiástico

No hay comentario

Fuente:

Patrocinio

Notas

No hay notas