Eclesiástico 21 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 28 versitos |
1 Hijo mío, ¿has pecado? No lo repitas, sino reza por los pecados pasados;
2 huye del pecado como de la culebra: si te acercas, te morderá; sus dientes son dientes de león que destrozan vidas humanas.
3 La injusticia es espada de dos filos y su herida es insanable;
4 crueldad y arrogancia destruyen la hacienda, la casa del soberbio quedará desierta;
5 la súplica del pobre va de la boca a los oídos y Dios le hace justicia enseguida.
6 Quien odia la corrección sigue las huellas del pecador, quien teme al Señor se arrepiente de corazón.
7 Al fanfarrón se lo conoce desde lejos, el sensato reconoce sus limitaciones.
8 El que construye su casa con dinero ajeno recoge piedras para su mausoleo.
9 Una banda de malhechores es un haz de estopa que termina en una llamarada.
10 El camino de los malvados está pavimentado, pero desemboca en lo hondo del Abismo.
11 El que guarda la ley domina sus pensamientos, respetar al Señor es el culmen de la sabiduría.
12 El que no es habilidoso no aprende, pero hay una habilidad que produce amargura;
13 el saber del sabio es riada que crece, su consejo es fuente de vida;
14 la mente del necio es vasija rota que no retiene ningún conocimiento.
15 Cuando el inteligente oye una palabra sabia, la alaba y añade otra; la oye el imbécil, se burla y no le presta atención.
16 La explicación del necio es fardo en el viaje, los labios del prudente saben agradar;
17 la asamblea solicita el discurso del prudente y reflexiona sobre sus palabras.
18 Casa en ruinas es la sabiduría del necio; y el conocimiento del tonto, palabras incoherentes.
19 la instrucción es para el necio como grillos a los pies, como argolla en el brazo derecho;
20 El necio ríe a carcajadas, el sabio apenas sonríe;
21 la instrucción es para el inteligente joya de oro, brazalete en el brazo derecho.
22 el pie del necio se precipita en la casa, el hombre de experiencia se detiene con respeto;
23 el necio espía la casa desde la puerta, el bien educado se queda fuera;
24 es mala educación pegar el oído a la puerta, el sensato se moriría de vergüenza.
25 Los insolentes hablan con insistencia, el prudente pesa sus palabras en la balanza;
26 el necio dice todo lo que piensa, el sabio piensa todo lo que dice.
27 Cuando el impío maldice a Satanás, se maldice a sí mismo;
28 el que murmura se denigra a sí mismo, y lo detestan en la vecindad.

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