I Samuel 10 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 27 versitos |
1 Samuel tomó la aceitera, derramó aceite sobre la cabeza de Saúl y lo besó, diciendo: ¡El Señor te unge como jefe de su heredad!
2 Hoy mismo, cuando te separes de mí, te tropezarás con dos hombres junto a la tumba de Raquel, en la linde de Benjamín, que te dirán: Aparecieron las burras que saliste a buscar; mira, tu padre ha olvidado el asunto de las burras y está preocupado por vosotros, pensando qué va a ser de su hijo.
3 Sigue adelante y vete hasta la Encina del Tabor; allí te tropezarás con tres hombres que suben a visitar a Dios en Betel: uno con tres cabritos, otro con tres hogazas y otro con un pellejo de vino;
4 después de darte los buenos días, te entregarán dos panes, y tú los aceptarás.
5 Vete luego a Guibeá de Dios, donde está la guarnición filistea; al llegar al pueblo te toparás con un grupo de profetas que baja del altozano en danza frenética, detrás de una banda de arpas y cítaras, panderos y flautas.
6 Te invadirá el Espíritu del Señor, te convertirás en otro hombre y te mezclarás en su danza.
7 Cuando te sucedan estas señales, hala, haz lo que se te ofrezca, que Dios está contigo.
8 Baja por delante a Guilgal; yo iré después a ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión. Espera siete días, hasta que yo llegue y te diga lo que tienes que hacer.
9 Cuando Saúl dio la vuelta y se apartó de Samuel, Dios le cambió el corazón, y todas aquellas señales le sucedieron aquel mismo día.
10 De allí fueron a Guibeá, y de pronto dieron con un grupo de profetas. El Espíritu de Dios invadió a Saúl y se puso a danzar entre ellos.
11 Los que lo conocían de antes y lo veían danzando con los profetas, comentaban: ¿Qué le pasa al hijo de Quis? ¡Hasta Saúl anda con los profetas!
12 Uno del pueblo replicó: ¡Pues a ver quién es el padre de ésos! así se hizo proverbial la frase: ¡Hasta Saúl anda con los profetas! .
13 Cuando se le pasó el frenesí, Saúl fue a su casa.
14 Su tío les preguntó: ¿Dónde anduvisteis? Saúl respondió: Buscando las burras. Como vimos que no aparecían, fuimos a ver a Samuel.
15 Su tío le dijo: Anda, cuéntame qué os dijo Samuel.
16 Respondió: Nos anunció que habían aparecido las burras pero lo que le había dicho Samuel del asunto del reino no se lo dijo .
17 Samuel convocó al pueblo ante el Señor, en Mispá,
18 y dijo a los israelitas: Así dice el Señor, Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, os libré de los egipcios y de todos los reyes que os oprimían.
19 Pero vosotros habéis rechazado hoy a vuestro Dios, el que os salvó de todas las desgracias y peligros, y habéis dicho: No importa, danos un rey. Pues bien, presentaos ante el Señor por tribus y por familias.
20 Samuel hizo acercarse a las tribus de Israel, y le tocó la suerte a la tribu de Benjamín.
21 Hizo acercarse a la tribu de Benjamín, por clanes, y le tocó la suerte al clan de Matrí; luego hizo acercarse al clan de Matrí, por individuos, y le tocó la suerte a Saúl, hijo de Quis; lo buscaron y no lo encontraron.
22 Consultaron de nuevo al Señor: ¿Ha venido aquí Saúl? El Señor respondió: Está escondido entre el bagaje.
23 Fueron corriendo a sacarlo de allí, y se presentó en medio de la gente: sobresalía por encima de todos, de los hombros arriba.
24 Entonces Samuel dijo a todo el pueblo: ¡Mirad a quién ha elegido el Señor! ¡No hay como él en todo el pueblo! Todos aclamaron: ¡Viva el rey!
25 Samuel explicó al pueblo los derechos del rey, y los escribió en un libro, que colocó ante el Señor. Luego despidió a la gente, cada cual a su casa.
26 También Saúl marchó a su casa, a Guibeá. Con él fueron los mejores, a quienes Dios tocó el corazón.
27 En cambio, los malvados comentaron: ¡Qué va a salvarnos ése! Lo despreciaron y no le ofrecieron regalos. Saúl callaba.

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Introducción a I Samuel

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