I Samuel 12 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 25 versitos |
1 Samuel dijo a los israelitas: Ya veis que os he hecho caso en todo lo que me pedisteis, y os he dado un rey.
2 Pues bien, ¡aquí tenéis al rey! Yo estoy ya viejo y canoso, mientras a mis hijos los tenéis entre vosotros. Yo he actuado a la vista de todos desde mi juventud hasta ahora.
3 Aquí me tenéis, respondedme ante el Señor y su ungido: ¿A quién le quité un buey? ¿A quién le quité un burro? ¿A quién he hecho injusticia? ¿A quién he vejado? ¿De quién he aceptado un soborno para hacer la vista gorda? Decidlo y os lo devolveré.
4 Respondieron: No nos has hecho injusticia, ni nos has perjudicado, ni has aceptado soborno de nadie.
5 Samuel añadió: Hoy yo tomo por testigo frente a vosotros al Señor y a su ungido: no me habéis sorprendido con nada en la mano. Respondieron: Sean testigos.
6 Samuel dijo al pueblo: Es testigo el Señor, que envió a Moisés y a Aarón e hizo subir de Egipto a sus padres.
7 Poneos en pie, que voy a querellarme con vosotros en presencia del Señor, repasando todos los beneficios que el Señor os hizo a vosotros y a vuestros padres.
8 Cuando Jacob fue con sus hijos a Egipto, y los egipcios los oprimieron, vuestros padres gritaron al Señor, y el Señor envió a Moisés y a Aarón para que sacaran de Egipto a vuestros padres y los establecieran en este lugar.
9 Pero olvidaron al Señor, su Dios, y él los vendió a Sísara, general del ejército de Yabín, rey de Jasor, y a los filisteos y al rey de Moab, y tuvieron que luchar contra ellos.
10 Entonces gritaron al Señor: Hemos pecado, porque hemos abandonado al Señor, para servir a Baal y Astarté; líbranos del poder de nuestros enemigos y te serviremos.
11 El Señor envió a Yerubaal, a Barac, a Jefté y a Sansón, y os libró del poder de sus vecinos, y pudieron vivir tranquilos.
12 Pero cuando visteis que os atacaba el rey amonita Najas, me pedisteis que os nombrara un rey, siendo así que el Señor es vuestro rey.
13 Pues bien, ahí tenéis al rey que pedisteis y que habéis elegido; ya veis que el Señor os ha dado un rey.
14 Si respetáis al Señor y le servís, si le obedecéis y no os rebeláis contra sus mandatos, vosotros y el rey que reine sobre vosotros viviréis siendo fieles al Señor, vuestro Dios.
15 Pero si no obedecéis al Señor y os rebeláis contra sus mandatos, el Señor descargará la mano sobre vosotros y sobre vuestro rey, hasta destruiros.
16 Ahora preparaos a asistir al prodigio que el Señor va a realizar ante vuestros ojos.
17 Estamos en la siega del trigo, ¿no es cierto? Pues voy a invocar al Señor para que envíe una tronada y un aguacero; así reconoceréis la grave maldad que cometisteis ante el Señor pidiéndoos un rey.
18 Samuel invocó al Señor, y el Señor envió aquel día una tronada y un aguacero.
19 Todo el pueblo, lleno de miedo ante el Señor y ante Samuel, dijo a Samuel: Reza al Señor, tu Dios, para que tus siervos no mueran, porque a todos nuestros pecados hemos añadido la maldad de pedirnos un rey.
20 Samuel les contestó: No temáis. Ya que habéis cometido esta maldad, al menos en adelante no os apartéis del Señor; servid al Señor de todo corazón,
21 no sigáis a los ídolos, que ni auxilian ni liberan, porque son puro vacío.
22 Por el honor de su ilustre Nombre, el Señor no rechazará a su pueblo, porque el Señor se ha dignado hacer de vosotros su pueblo.
23 Por mi parte, líbreme Dios de pecar contra el Señor dejando de rezar por vosotros. Yo os enseñaré el camino recto y bueno,
24 puesto que habéis visto los grandes beneficios que el Señor os ha hecho, respetad al Señor y servidlo sinceramente y de todo corazón.
25 Pero si obráis mal, pereceréis, vosotros con vuestro rey.

Patrocinio

 
 

Introducción a I Samuel

No hay comentario

Fuente:

Patrocinio

Notas

No hay notas