I Samuel 6 Biblia del Peregrino (Luis Alonso Schökel, 1993) | 21 versitos |
1 El arca del Señor estuvo en país filisteo siete meses.
2 Los filisteos llamaron a los sacerdotes y adivinos y les consultaron: ¿Qué hacemos con el arca del Señor? Indicadnos cómo la podemos enviar a su sitio.
3 Respondieron: Si queréis devolver el arca del Dios de Israel, no la mandéis vacía, sino pagando una indemnización. Entonces si os sanáis, sabremos por qué su mano no nos dejaba en paz.
4 Les preguntaron: ¿Qué indemnización tenemos que pagarles? Respondieron: Cinco tumores de oro y cinco ratas de oro, uno por cada príncipe filisteo, porque la misma plaga la habéis sufrido vosotros y ellos.
5 Haced unas imágenes de los tumores y de las ratas que han asolado el país, y así reconoceréis la gloria del Dios de Israel. A ver si el peso de su mano se aparta de vosotros, de vuestro país y de vuestros dioses.
6 No os pongáis tercos, como hicieron los egipcios y el faraón, y ese Dios los maltrató hasta que dejaron marchar a Israel.
7 Ahora haced un carro nuevo, tomad dos vacas que estén criando y nunca hayan llevado el yugo y uncidlas al carro, dejando los terneros encerrados en el establo.
8 Después tomad el arca del Señor y colocadla en el carro; poned en una cesta junto al arca los objetos de oro que le pagáis como indemnización, y soltad el carro.
9 Observadlo bien: si tira hacia su territorio y sube a Bet-Semes, es que ese Dios nos ha causado esta terrible calamidad; en caso contrario, sabremos que no nos ha herido su mano, sino que ha sido un accidente.
10 Así lo hicieron. Tomaron dos vacas que estaban criando y las ataron al carro, dejando los terneros encerrados en el establo;
11 colocaron en el carro el arca del Señor y la cesta con las ratas de oro y las imágenes de los tumores.
12 Las vacas tiraron derechas hacia el camino de Bet-Semes; caminaban mugiendo, siempre por el mismo camino, sin desviarse a derecha o izquierda. Los príncipes filisteos fueron detrás, hasta el término de Bet-Semes.
13 La gente de este pueblo estaba segando el trigo en el valle; alzaron los ojos, y al ver el arca, se alegraron.
14 El carro entró en el campo de Josué, el de Bet-Semes, y se paró allí. Al lado había una gran piedra. Entonces la gente hizo leña del carro y ofreció las vacas en holocausto al Señor.
15 Los levitas habían descargado el arca del Señor y la cesta con los objetos de oro y los habían depositado sobre la piedra grande. Aquel día los de Bet-Semes ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión al Señor.
16 Los cinco príncipes filisteos estuvieron observando, y el mismo día se volvieron a Ecrón.
17 Lista de los tumores de oro que los filisteos pagaron como indemnización al Señor: uno por Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat, uno por Ecrón.
18 Las ratas de oro eran por las ciudades de la Pentápolis filistea, incluyendo plazas fortificadas y aldeas desguarnecidas. Y la piedra grande donde depositaron el arca del Señor se puede ver hoy en el campo de Josué, el de Bet-Semes.
19 Los hijos de Jeconías, aunque vieron el arca, no hicieron fiesta con los demás, y el Señor castigó a setenta hombres. El pueblo hizo duelo, porque el Señor los había herido con gran castigo,
20 y los de Bet-Semes decían: ¿Quién podrá resistir al Señor, a ese Dios santo? ¿Adónde podemos enviar el arca para deshacernos de ella?
21 Y mandaron este recado a Quiriat Yearim: Los filisteos han devuelto el arca del Señor. Bajad a recogerla.

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Introducción a I Samuel

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